7 | Me salvó

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Donovan Wilson

Canadá, Windsor, septiembre 2035

Hace tres años.

Ella estaba tan asustada como yo, su rostro denotaba el miedo que tenía, sus manos temblaban, no dejaba de mover su pierna y a cada nada mordía sus uñas, pero quizá todo esto no era más que un malentendido, el destino jugándonos una broma pesada, muy pesada, pero que a final de cuentas sería solo eso, una broma de muy mal gusto.

Quería, no, necesitaba dejar de pensar en todo lo que estaba ocurriendo, centrarme en lo importante, mantenerme fuerte, por suerte mi casa quedaba cerca de una clínica, yo insistí en que debía entrar con ella, Cindy decidió que quería hacer esto sola, respeté su decisión.

Déjame decirte que es un problema de ambos, cariño.

Mi novia podía ser un poco testaruda, aun así, me tenía loco y no me importaba cuan complicado fuera esto, los cambios que fueran a ocurrir en nuestra vida o lo complicado que se tornara la situación, la amaba lo suficiente como para arriesgarme de esta forma, ya teníamos diecinueve años, edad suficiente como para hacernos responsables de todo este caos.

Le había dicho que la esperaría en el pasillo y que no me iría, necesitaba que se calmara, estaba lloviendo, vaya, ni siquiera el clima nos favorecía mucho, aunque estábamos acostumbrados sobre todo en estas fechas.

Frío y lluvia, después de tantos años viviendo aquí uno se acostumbra. Observaba los carros pasar, las gotas de lluvia resbalar por la ventana, las quejas de las personas que se encontraban a mi alrededor, doctores y enfermeras caminando de un lado a otro ¿a quién podrían gustarle los hospitales? Todo es dolor y olor a medicina, y no soy fan de ninguna de esas dos cosas.

Después de un rato de espera, Cindy finalmente salió del consultorio y se dirigió conmigo, no me dijo nada, solo tomó mi mano y me guio hasta el auto de nuevo, una vez que estuvimos dentro soltó todo el aire que estaba aguantando, empezó a llorar, puso sus codos sobre sus piernas y trató de controlarse.

Entonces era cierto.

Me dolía verla así, su maquillaje se había estropeado, se veía más pálida de lo que generalmente suele verse, incluso creí notar que su cabello rubio había perdido el brillo.

—Cindy —acaricié su espalda con delicadeza, ni siquiera llevaba chamarra, solo una blusa de manga larga, sus mangas estaban llenas de lágrimas—. Amor, háblame, ¿qué te dijeron?

Y entonces sus ojos azules se encontraron con los míos, solo vi dolor en ellos.

—Amor... yo...

No lograba encontrar las palabras, con frecuencia limpiaba las lágrimas que resbalaban por sus mejillas, trataba de contenerse, pero eran esfuerzos inútiles.

—Puedes decírmelo.

—Teníamos razón —suspiró con pesadez—. Estoy embarazada —limpió las lágrimas que resbalan por sus mejillas—. Seis semanas, estoy a tiempo de

—No, ni se te ocurra —interrumpí. Era una idea que de ninguna manera iba a considerar—. No sé qué esté pasando por tu cabeza en estos momentos, sé que tal vez debes sentirte confundida y todo es difícil de asimilar, pero escúchame —me prestó atención—. Lo resolveremos juntos, no pienso dejarte sola en esto.

—No puedo pedirte eso.

—Sí sabes que es problema de los dos ¿cierto? —sostuvo mi mano como si estuviera reuniendo fuerzas para hablar.

—Un bebé lo cambia todo. Es una responsabilidad muy grande, aún no termino mi carrera, aún no viajas alrededor del mundo tocando como un loco la batería, y quitarnos todo eso es —intentó encontrar una palabra que lo definiera—. No lo sé, es complicado, significa abandonar metas, sueños, oportunidades.

Hidden (Música y Amor)Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ