Black Roses 🖤 (JJK) COMPLETA

𝓓𝓲𝓮𝓬𝓲𝓸𝓬𝓱𝓸

Capítulo 18
Dame un respiro

Luego de dejar mi falso reposo en el preescolar pensé que harían más preguntas sobre mi salud, cosa que no fue así y lo cual agradecí. Le había pedido a HanNa si se podía corregir esos dos meses hacia un mes, al final no se pudo terminándome por decir que necesitaba descansar enserio. La tienda de Hye se encuentra abierta, apenas entro los diferentes olores de las hierbas golpea mi nariz mareándome un poco, la joven bruja al verme termina de atender su cliente.

— ¿Cómo te sientes? —pregunta guardando el dinero en la caja.

—Preocupada. Con cada recuerdo que tengo sigo sangrando, me debilito en segundos y necesito un poco de tiempo para recuperarme.

—Estuve leyendo un poco de las cosas que mi abuela tenía por allí—apoya sus brazos del mostrador—Cuando una persona ha sido tan manipulada por la hipnosis...puede...correr el riesgo de...

— ¿De qué? —incito.

—De entrar en una coma.

— ¿Por qué no me lo dijiste antes?

—Porque desconocía que eso fuera posible, recién acabo de enterarme...

— ¿Y cuándo ibas a decírmelo?

—MinJi...

— ¿Sabes lo preocupado que estará JungKook cuando se entere?, sin mencionar ya que me siento preocupada.

—Oye, te dije que tomaras unas vacaciones porque la mente necesita descansar también...

— ¿Y cómo descanso?, todo el tiempo estoy recordando cosas o al menos la mayor parte del tiempo, es algo que no puedo controlar.

—Según el libro que leí decía que debía evitarse estar en situaciones de estrés o provocaría un colapso, me habías dicho en el mensaje que serían dos meses de vacaciones, ¿No?, te sugiero visitar algún lugar tranquilo hasta que tu mente haya descansado lo suficiente.

— ¿Y si los recuerdos siguen apareciendo?

—Eso no puedes evitarlo, si tu mente descansa dejará de sangrarte la nariz cuando esos recuerdos aparezcan—señala. Dudo mucho que tenga éxito considerando que acabo de encontrar a mi padre quien resulta ser una figura paterna para otra chica mientras su verdadera hija ha quedado en el olvido, mencionando también que no me recuerda, pero si recuerda al chico que torturó. De sólo pensarlo mi cabeza duele—JungKook y tú podrían irse de viaje.

—Jimin sigue desaparecido.

—El problema de HanNa y Jimin no debe afectar su relación.

—Y encontré a mi padre biológico conviviendo con la destinada de Jin quien a su vez resulta ser el hombre que lo torturó años atrás—ante mi explicación, HyeLin queda atónita.

— ¿Qué dijiste?, ¿Tu padre?

— ¿Sabes que Jin encontró a su destinada? —ella asiente.

—YoonGi me dijo.

—Su nombre es Jade, es una joven cantante que suele estar en las noches por las calles, parece que tiene un tutor quien resulta ser Joon JiHoon—restriego mis ojos apoyando mis brazos en el mostrador—Jin no lo sabe y me duele tanto decirle que soy la hija del hombre que jugó con él—suspiro—JungKook dice que debo decírselo.

—Debes decírselo.

—Pero una vez que lo haga se alejará de mí.

—Puede pasar, sí, aunque SeokJin debe saber que ser su hija no implica que seas culpable—la escucho con atención—MinJi, no sabías siquiera que esto pasaría, en el poco tiempo que nos conocemos puedo decir que eres la primera humana en no poseer malicia.

— ¿Por qué todos me dicen eso?, me hace sentir que soy una tonta.

—Pues no te sientas así, en estos días los mismos humanos son más crueles y despiadados que las mismas criaturas sobrenaturales—revisa algo detrás de su mostrador. Son hierbas que desconozco por completo, las guarda en una pequeña bolsa entregándomela—Esto te ayudará a preocuparte menos, te ayudará a dormir e incluso ayudará a relajar tu mente, bébelas como té por la noche.

—Gracias.

—No hay de qué.

...

—Huele extraño—JungKook entra a la cocina viéndome servirme una taza de té.

—HyeLin me dio unas hierbas para descansar. No huele mal, huele a durazno.

— ¿Estás diciendo que mi olfato está mal? —hago una mueca de dolor cuando mi dedo toca el acero de la pequeña olla. JungKook en segundos sostiene mi mano revisando que esté bien, sonrío divertida por su exagerada preocupación— ¿Estás bien?

—Y pensar que tiempo atrás apenas me hablabas.

—No seas rencorosa.

—No lo soy, sólo me gusta señalar lo mucho que han cambiado las cosas—levanto la cabeza mirándolo. Su cabello está un poco despeinado—Hoy Hye dijo lo mismo que sueles decirme siempre—sus ojos negros se posan en mí—Que no existe malicia alguna en mí.

— ¿Y te parece que mentimos?

—No soy una santa—bebo un poco del té sin quitarle el ojo de encima.

—No lo eres...

—Ya, se supone que debes decir que lo soy.

— ¿Por qué?

—Porque las parejas hacen eso.

—Las parejas empalagosas se dicen dulces mentiras para endulzar más la relación—aclara—Nosotros endulzamos la nuestra cuando traes bolsas de sangre—sonrío ante eso escuchando su risita.

—Lo anormal siempre va con nosotros.

—Exactamente—deposita un corto beso a mis labios que sólo me provoca alargarlo, JungKook acaricia mi cintura sin colocar quejas o interrupciones, mi mano libre se posa sobre su pecho fuerte acariciando por encima de la tela de su camisa, el líquido de la taza casi se me cae cuando muerde mi labio inferior jalándolo. Con una risita se separa sosteniendo la taza—Alguien se puso nerviosa.

—No creo que sea muy buena si vuelves a besarme así.

—Incluso en eso sigues siendo irresistible para mí—susurra rozando mis labios. Trago en seco y vuelve a reírse, le encanta este juego.

—Creo que el té puede esperar—quito la taza de sus manos colocándola junto a la estufa. No dudo en volver a juntar mis labios con los suyos al tiempo que el pelinegro no vacila en cargarme en brazos llevándome a su habitación.