───QUINCE: encuéntrame en el otro lado

807 215 7
                                    

─── ✧˖*。゚ ───
CAPÍTULO QUINCE
ENCUÉNTRAME EN EL OTRO LADO.
─── ✧˖*。゚ ───

—NO APUNTES AL SOL, VI

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—NO APUNTES AL SOL, VI. APUNTA AL OBJETIVO.—gimió Jesper a su alrededor mientras Lavender estaba de poe en medio del bosqie, lejos del espantapájros que era su objetivo, apuntándolo con revólver.

—Estoy haciendo lo mejor que puedo.—gruñó la chica y apretó el gatillo, sus manos se movieron ligeramente hacia arriba cuando se disparó la bala y escucharon un fuerte crujido, lo se que significaba que golpeó el cuerpo de madera del espantapájaros.

—¿Ves? ¡Lo tienes!—vitoreó Jesper detrás de ella, mirando a su nueva hermana, a quien aceptó en su familia en el momento en que la vio en el hogar de niños. Por alguna razón, sabía que papá querría elegir un niño kaelish, pero no pensó que terminaría con una hermana que tenía el mismo color de cabello que su papá cuando era más joven.

Lavender sonrió ampliamente, colocó el arma en el cédped y estiró los brazos hacia atrás, inhalando el aire fresco en sus pulmones, luchando mientras se giraba hacia su hermano.—¿Es eso lo que solía decir tu mamá? ¿No apuntes al sol?—preguntó Lavender.

Cada vez que Lavender le preguntaba algo sobre su madre, él siempre le respondía, sin importar lo doloroso que fuera para él. Sin embargo, esta vez sonrió ampliamente y asintió, mirando al espantapájaros.—Ella siempre me hizo sentir que podía hacer cualquier cosa, como si pudiera ser quien quisiera ser... siempre apuntaba hacia arriba, hacia el sol y ella siempre me decía que no hiciera eso. Mamá era muy buena con las palabras.—dijo Jesper, pasando su brazo alrededor de su hombro.

—Desearía haberla conocido.—Lavender murmuró con un pequeño suspiro saliendo de sus labios.

—Vámonos antes de que papá se enoje.—Jesper dijo mientras ambos comenzaban a caminar, ya que su papá odiaba cada vez que practicaban puntería. Intentó esconder las armas pero estos dos siempre las encontraban... y Colm no podía simplemente tirar las armas o enterrarlas. Eran el legado de su esposa.

—¡Niños! ¡¿Qué les dije?!—se escuchó una voz a la distancia y Jesper y Lavender compartieron miradas aterrorizadas y agarraron el revólver y comenzaron a correr en otra dirección, con sonrisas traviesas en sus rostros. En ese momento, ambos supieron que eran inseparables. Eran familia.

Lavender se despertó con una sacudida repentina, pero nadie la estaba sacudiendo. El suelo se movía debajo de ella y jadeó por aire cuando la puerta se abrió de repente y se encontró con la mirada de Matthias y dejó escapar un fuerte grito, tan fuerte como ella podía... él iba a matarla.

—¡Hey! ¡No te voy a lastimar!—Matthias extendió sus manos frente a él y luego entonces se dio cuenta de cómo se veía: vestía el uniforme de drüskelle y definitivamente lo vio cuando encerraron a Nina en una celda. Tenía derecho a estar asustada, pero tenían tiempo, tenían que salir ahora.

—¡Por favor!—Lavender dejó escapar un sollozo, las lágrimas cayeron por si solas, sin su permiso.—Juro que no sabía que era grisha. No hice nada malo.—se atragantó con sus palabras, haciendo que algo se rompiera en el pecho de Matthias.

No había tenido tiempo de pensar realmente en esta situación, pero si lograban salir con vida, esto se quedaría con él durante mucho tiempo.

—Lo sé, Lavender, tenemos que irnos ahora.—la instó Matthias y Nina apareció a la vista con las mejillas rojas mientras sus ojos miraban frenéticamente a la mujer.

—Ayúdame a levantarla.—lo instó Nina a él y Matthias caminó hacia la mujer que no podía dejar de sollozar y la levantaron del suelo, haciéndola estemecerse de dolor mientras la sacaban de la celda al pasillo.

—Aleksej.—murmuró débilmente mientras señalaba con el dedo la celda frente a la de ella.

—Ve a buscar Bo-Yul-Bayur. Yo me encargaré de esto.—Nina apresuró a Matthias y ambos dejaron a Lavender en el suelo mientras él rápidamente se quitaba la chaqueta y la colocaba sobre los hombros de Lavender, ya que ahí hacia más frío que los inviernos en Fjerda.

Nina abrió la puerta de la celda que señaló Lavender y vio a un hombre que estaba desmayado en el suelo, ella se inclinó y le quitó el cabello del rostro, reconociendo su cara extrañamente similar. Era Aleksej, no solo más mayor, sino claramente herido por haber estado allí por tanto tiempo.

—Oh, santos, oh santos, oh santos.—murmuró Nina, sus manos temblaban de pánico porque no sabía qué hacer. ¿Cómo iban a salir tres personas al mismo tiempo? ¿Y donde estaba Kaz?

Extendió sus manos, empujándolas en formación, sintiendo el latido del corazón del hombre y rápidamente lo aumentó, deseando que despertara. Así lo hizo, jadeó por aire mientras se sentaba, con los ojos muy abiertos porque la sangre corría demasiado rápido por sus venas.—Lavender.—habló con voz ahogada, agarrándose el pecho mientras miraba a la mujer frente a él.

—No hay tiempo para explicar, vámonos.—Nina lo apresuró y lo ayudó a ponerse de pie, notando que era mucho más fuerte que Lavender en todo el asuento de estar de pie y lo instó a salir de la celda. Ni siquiera preguntó nada, no dijo una palabra, solo quería salir.

Aleksej tropezó con sus pasos cuando llegó al pasillo, el jurda parem y el sedante seguían haciendo efecto. Parpadeó pesadamente mientras observaba a la mujer en el suelo y dejó escapar un sollozo ahogado.—Lavender.—susurró y se arrodilló frente a la mujer herida, con la boca abierta porque no podía creer lo que estaba viendo.

—Estás vivo.—susurró ella, sonriendo débilmente, sus dientes estaban manchados con su sangre mientras extendía la mano y tocaba su mejilla. Sus labios comenzaron a temblar ya que no podía creer que él estuviera realmente vivo y justo frente a ella.

—¿Cómo llegaste aquí?—Aleksej preguntó mientras Nina iba en busca de Matthias, tratando de encontrar a la última persona que buscaban.

—Es una larga historia.—sollozó, sus ojos se cerraban y abrían pesadamente.—Nos vamos de aquí.—murmuró y solo entonces, Aleksej se dio cuenta de que estaba fuera de su celda. Todos estos años, todos los experimentos, ¿fue solo un sueño suyo?

Aleksej puso una mano en la frente, sintiendo cómo ardía y luego observó la sangre seca en el tajo de su ojo, que probablemente ya tenía una infección. Él también fue torturado todos esos años, pero nunca de esa manera... los drüskelle necesitaban que sobreviviera para poder seguir con el experimento, pero estaba claro que los fjerdans tenían la clara intención de hacer una máquina asesina de ella.

Pronto apareció Nina con Matthias y un chico Shu y él se levantó, confundio.—¿Qué está haciendo un drüskelle aquí?

—Él te está sacando de aquí, ¿puedes caminar?—preguntó Nina y Aleksej asintió abruptamente mientras Matthias rápidamente se inclinaba y agarraba el cuerpo de Lavender en sus brazos.

—Nos reuniremos con Kaz junto a la ceniza.—informó Matthias.

—Estará plagado de drüskelles.—señaló Nina.

—Con suerte, el protocolo negro se los llevará.—gruñó Matthias y comenzó a correr hacia los corredores hacia la salida.—Tenemos que llegar al laberinto y a la ceniza sagrada.—Matthias los apresuró mientras corría hacia el laberinto, hacia el árbol sagrado con Lavender en sus brazos.

De repente, todos se detuvieron porque escucharon un montón de pasos corriendo hacia ellos, drüskelles. Fueron atrapados.


+5 COMENTARIOS PARA PRÓXIMO CAPÍTULO :)
━━━━━━━━━━━

lavender and velvet ━ kaz brekker.Where stories live. Discover now