───CATORCE: despierta

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CAPÍTULO CATORCE
DESPIERTA.
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EL SONIDO DE LA ALARMA A LA DISTANCIA hizo que Lavender recuperara la conciencia

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EL SONIDO DE LA ALARMA A LA DISTANCIA hizo que Lavender recuperara la conciencia. Tan pronto como abrió los ojos, notó que solo podía ver con uno, ya que el vendaje estaba tirado en el suelo. Su cuerpo estaba entumecido, todo le dolía y no podía respirar correctanente. Era un milagro que todavía estuviera viva.

Lavender no se permitió pensar en sus heridas, en cambio, su mente descifró rápidamente el sonido de la alarma: el protocolo negro. Solo significaba que los demás salieron de las celdas e hicieron algo imprudente. Deberían haberse ido una vez que se activó el protocolo negro, ya que eso significaba su perdición.

La mujer hizo una mueca de dolor, pensando que los otros podrían estar muertos en ese momento y soltó un grito de lamento, agarrándose el muslo herido, notando cómo gotas rojas caían sobre el piso de mármol. Ella estaba llorando sangre.

—Mi encantadora chica Kaelish.—se escuchó una voz desde el interior y sus entrañas se retorcieron en un movimiento enfermizo. Era ese maldito comandante de los drüskelle.

Lavender levantó lentamente la cabeza, encontrando los ojos del comandante, incluso si su visión era borrosa. Sintió el pánico subir a su garganta al no poder ver correctamente. Sin embargo, la mujer que estaba a su lado abrió mucho los ojos y se movió hacia atrás en estado de shock.

Nina se estaba allí.

¿Qué estaba haciendo ella ahí? ¿Por qué estaba allí? ¿Qué estaba haciendo con el comandante? La mente de Lavender entró en pánico, pero pronto la chica se dio cuenta de la vestimenta de seda que llevaba Nina: representaba a una mujer kaelish de la casa de las fieras. ¿Podría ser un nuevo plan?

Lavender solo esperaba que estuviera viendo cosas y que eso no fuera cierto. Esperaba que los demás estuvieran de regreso en Ketterdam, todos sanos y salvos sin hacer nada drástico.

—Te ves con vida... observa, tenemos algunos invidatos.—el comandante dijo con voz descarada y ella echó la cabeza hacia un lado, ocultando el ojo sangrante, no queriendo que Nina la viera así.

Nina se quedó allí congelada. Entrar en la casa de las fieras no fue una tarea tan difícil, incluso si dejó inconsciente a dos chicas inocentes para quitarles su ropa de seda. Nina pasó a los guardias sin sospecha, pero Inej se quedó atrás...

No creían que Inej estuviera con las fieras, ya que el tatuaje no era idéntico a los demás. Sin embargo, Nina sabía que Inej sabría cómo manejarse, por eso Nina se metió en la fiesta y en minutos llamó la atención de los soldados drüskelle y su comandante.

Solo entonces, cuando vio al comandante, entendió que había cometido un error... El comandante era Jarl Brum, el  que estaba en el barco cuando fue capturada, el que pensó que estaba muerto porque el barco se hundió. Nina no sabía si Brum la reconoció, pero incluso si lo hiciera, ella estaba en un lugar muy peligroso en este momento. El lugar donde encerraban a las grishas, el antiguo tesoro.

lavender and velvet ━ kaz brekker.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora