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Desperté en una camilla de hospital, lo único que recordaba era chillar que me dejaran ir con Levi entre los brazos de Hunter, después de eso nada.

Al abrir los ojos vi al Doctor Lion estar anotando cosas en su característica libreta de piel marrón, sentado en el sillón situado en la esquina de la ventana.

―¿Doctor Lion? ―dije desorientada.

―Buenos días, Olivia ―contestó él―. ¿Cómo te encuentras?

―Mal, ¿cuándo podré ver a Levi, ¿lo han operado ya? ―dije impaciente.

―Ahora hablaremos de Levi, primero cuéntame qué ha pasado ―dijo el Doctor con calma.

Lo miré confusa, pero empecé a relatarle lo que sucedió desde que me levanté de la cama para empezar el plan que habíamos trazado, haber encontrado a Levi, le conté también lo que me había dicho Malcolm acerca de mi madre y como fue Hunter quien disparó el gatillo (después de eso tuve que decirle que era con ojos vendados y tapones en los oídos), como Malcolm le había lanzado un cuchillo a Levi y como vi el mundo caerse.

―Tuviste un mal recuerdo al ver la situación de Levi, ¿no? ―decía el Doctor anotándolo.

―Más que un mal recuerdo... era como haberlo vivido pero diferente, no vi a mi madre morir, pero sí viví esos años de vivir automáticamente sin ganas de nada, de hundirme en mi mierda, el llorar cada noche porque mi madre no estaba para arroparme antes de irme a dormir, la sensación de que te han quitado algo muy valioso y algo que querías mucho ―dije bajando la mirada.

―Las personas que mueren siempre permanecerán porque mientras tú la recuerdes ella nunca va a irse, aunque físicamente no esté, no has de permanecer con el recuerdo malo ―dijo el Doctor Lion.

―Pero no podría perder a Levi, tenemos la misma edad, hemos nacido juntos y criado juntos, donde iba uno iba el otro, siempre... era como mi hermano mayor, aunque lo fuera por meses, siempre ha estado ahí en cualquiera de mis momentos así fueran buenos, malos o catastróficos, era la única persona que sabía todo de mí, la única persona que vio cómo podía llegar a ser y aun así se quedó sin importar nada, batalló en una lucha que no es la suya, era la mía ―dije con apenas un hilo de voz.

―Las personas que lucharon a tu lado, tendrían un motivo detrás y nadie les obligó a hacerlo, lo hicieron por voluntad propia, claro que Levi una vez fue rescatado podría haberse ido a ponerse seguro, pero luchabais siempre juntos y no iba a dejarte sola en una situación en la que estuvieras en peligro ―contestó él.

―¿Aunque él corriera peligro? ―dije yo.

―Todos corríais peligros en esa situación ―pero le cortaron abriendo la puerta.

―Perdón interrumpa... ―dijo mi padre.

―¿Está Levi ya en su habitación? ―dije levantándome de la cama―. Sé que ha de descansar tras la operación, pero necesito verlo.

Entonces fueron entrando uno a uno, con un lazo verde cada uno en su brazo, incluso Ariel y Hunter, me los quedé mirando porque eso lo había vivido, cuando murió mi madre el símbolo de respeto era alzar la bandera y colocarse un lazo verde en honor a alguien que batalló en la banda y murió con dignidad y orgullo.

Los miré uno a uno a los ojos, aquellos ojos que empezaron a brotar lágrimas, negando con la cabeza.

―No... ¿es una broma no? ―dije sollozando―. Puedo soportar la broma, ¿dónde está Levi?

―Murió hace media hora, cuando entró el Doctor Lion, a los minutos nos lo confirmaron... ―decía mi padre agachando la cabeza.

―No... Levi es alguien fuerte, él resiste a todo... ―decía yo.

EL DIABLO TAMBIÉN VISTE DE SEDA || Bilogía DiabloWhere stories live. Discover now