―No sabemos mucho acerca de lo que sucedía con ella, solo podemos decirte acerca de lo que nos hablaba estando ella en la celda, éramos los encargados de vigilarla ―dijo Tymin.

―Eso es más que nada ―contesté yo arrastrando una pequeña silla de madera para sentarme frente ellos.

―No sabíamos porque Amelie estaba allí, Malcolm jamás contaba nada de sus planes, solo daba órdenes y no acatarlas indicaba morir, cuando estábamos en la banda, éramos jóvenes, teníamos vuestra edad, nuestros padres murieron por nosotros negarnos a formar parte de todo el percal que él tenía montado... ―decía Tymin―. Así que no nos quedó otra que estar juntos en esto, somos hermanos, apoyarnos era lo menos que podíamos hacer.

―Entonces Malcolm nos puso a vigilar a tu madre todo el día, sin excepción, traerle la comida, que estuviera todo lo cómoda posible ―habló Werlin―. Al verla sabíamos que era la esposa del líder de Insomnia, obviamente no nos comentó nada de porque ella estaba allí... ―Werlin cogió aire―. Fueron dos meses muy duros, Amelie solo hablaba de su hija, como no teníamos nada que hacer puesto que solo teníamos que vigilar y no movernos de esas sillas, ella nos contaba anécdotas.

―¿Qué anécdotas? ―inquirí yo.

―Al principio nos habló de como eras nos dijo que eras una niña muy pura, muy inocente, temía que el mundo te convirtiera en alguien que no querrías ser, te fascinaba ver a tu padre disparar lo que tu llamabas como "armas largas", también comentaba que te gustaba mucho jugar a la videoconsola con Levi, ella mencionaba que Levi era como un hermano para ti, que era imposible separaros, hablaba de la forma que tenías de querer.

» Una vez mencionó que eras una niña que quería con el alma, desde lo más profundo de tu ser, que cuando querías a alguien serías capaz de cualquier cosa por esa persona, en ese momento se refería a Levi, en como os cuidabais.

» Nos contó como querías imitar a tu padre, como de pequeña empezaron a enseñarte a defenderte, aunque ella no estaba del todo de acuerdo, tu padre te enseñó muchas cosas, ¿no es así?

Asentí con un nudo en la garganta y Werlin continuó.

―Nos contaba que ella sabía que no iba a salir de ahí con vida, también que tenía miedo, aún recuerdo aquella frase que nos atravesó como una bala "Olivia no será peligrosa por saber lo que quiere, va a serlo por saber lo que ella vale y eso hará que se convierta en alguien que no va a querer sentir", vimos cómo se le escapaban las lágrimas, eras todo para tu madre, siempre lamentaba no poder estar ahí para cuidarte, que serías la villana de una historia mal contada ―decía Werlin―. Nos decía anécdotas graciosas, otras más tiernas, nada parecido a lo que estamos bien ahora, ni por el asomo.

Estaba con los ojos acuosos, estaba al borde del colapso, todos lo veían, continuaba Tymin.

―Entonces nos hizo prometer que, si algún día te conocíamos, porque ella tenía la certeza de que no ibas a quedarte de brazos cruzados, decía que tenías mucha determinación para cumplir tus propósitos, sabía que el mundo en el que vivías era cruel y por ello te convertirías en lo que eres ahora, le prometimos que si alguna vez te veíamos o te conocíamos te dijéramos un par de cosas ―dijo Tymin cerrando los ojos y suspirando―. Perdón, es duro contarlo... No imagino escucharlo, tu madre nos pidió que te transmitiéramos que te quería como si no hubiera nada más en este mundo, que eras su niña y que daba igual en lo que te convirtieras en un futuro, siempre quedará aquella Olivia de seis años que regalaba tulipanes verdes a sus padres y a Levi, que no olvides que tanto la Olivia con sed de sangre como la Olivia de los tulipanes verdes pueden convivir en un mismo ser y la otra, es que ella cuando tenías cinco años casi para cumplir seis, escondió una caja de color verde oscuro en alguna parte de tu habitación, asegurando que sabrías donde encontrarla, que no obtendrías todas las respuestas pero sí que te escribió algunas cartas por si aquel momento llegaba.

EL DIABLO TAMBIÉN VISTE DE SEDA || Bilogía DiabloWhere stories live. Discover now