High pt3 (George Weasley)

Comenzar desde el principio
                                    

Intenté, bajo todos los medios evitar su mirada, pero no pude.

La verdad es que tenía una pinta horrible, grandes ojeras bajo sus ojos, tenía cara de cansancio, pero a la vez se le veía mejor que la última vez.

—¿T/N?—preguntó George sorprendido. Arthur alternaba su mirada entre Molly, George y yo, intentando averiguar que pasaba.

—¿Qué haces aquí?—preguntó Ron. Fue el único que se atrevió a preguntar lo que todos pensaban.

—La he invitado—respondió Molly, pasándome el brazo sobre los hombros.

Una niña rubia y un niño peli azul aparecieron corriendo, causando un pequeño caos en la casa. Típico de los Weasley.

Bill, Fleur, Harry y Ginny se levantaron corriendo de la mesa, saliendo detrás de los niños, mientras les regañaban.

Arthur aprovechó para seguir a su mujer a la cocina. Yo fui detrás, notando como la cesta de magdalenas temblaba entre mis manos.

—No te preocupes querida, todo saldrá bien—me dijo Molly , ignorando a su marido y apretándome el hombro.

—¿Podemos hablar?—dijo una voz detrás de mi.

Molly actuó rápidamente y me quitó la cesta de magdalenas, que casi se me cae al suelo del susto. Hacía mucho tiempo que no escuchaba su voz.

Molly no esperó a que contestase, tomó a su marido y se marcharon, dejándonos solos.

No quería girarme, ya no podía esconderme detrás de la cesta, y el vestido marcaba bastante.

—¿Estás bien?—dijo George rodeándome y quedando él delante de mi. No apartó, ni un momento, la mirada de mis ojos, por lo que no se dio cuenta.

—Si...—respondí mirándole a la cara. Se le veía demacrado, la desintoxicación debía ser bastante dura, pero sin duda tenía mejor color.

—¿Qué tal estás tú?—le pregunté tomando su cara con una de mis manos, no tenía la nariz irritada, ni las pupilas dilatadas, ni los ojos rojos. No es que no me fiase de su madre, pero no sabía si ella conocía las marcas de la droga.

Estaba limpio.

—Mejorando. Gracias a ti...—dijo con una pequeña sonrisa en la cara.

—Tu madre me dijo que fue gracias a Ron—respondí recordando lo que me había dicho Molly de la milagrosa visita que le había hecho Ron a George hacía unos meses.

—Si, bueno, Ron me dijo que dejase de pensar en el pasado, que tenía que empezar a pensar en lo que quería para mi futuro, y que si quería recuperarte lo primero que debía hacer era dejar esa mierda. Pensar en ti es lo único que me ha ayudado a pasar por este infierno—dijo acariciando mi mejilla.

Me sentí como al principio de nuestra relación, cuando todo era perfecto, antes del 2 de Mayo, antes de enfrentarnos a los mortífagos...

—Tengo algo que decirte George...—dije intentando controlar mi nerviosismo.

Él me tomó de la cabeza con las manos y juntó nuestra frente.

—Si estás con otra persona no pasa nada T/N, no quiero que te sientas obligada a estar conmigo solo porque estoy limpio, te quiero, y siempre lo haré. Pero sé que la cagué muchísimo, y que no merezco otra oportunidad— susurró. Tuve que controlarme, y cerrar fuertemente los ojos para no ponerme a llorar.

Tomé sus manos, que estaban en mi cara y las aparté, alejándolo de mi, pero sin soltarle.

—No es eso George...—dije intentando encontrar las palabras, estaba tan nerviosa que sentía que me podría desmayar en cualquier momento.

George me miró confundido. Claramente no entendía nada. No podía hablar, no salían las palabras de mi boca, por lo que decidí actuar. Cogí sus manos y las moví, hasta colocarlas sobre mi barriga.

La mirada de George pasó de confusión a sorpresa y terror en apenas unos segundos.

—¿Estás embarazada?—preguntó nervioso. Sentía como le temblaban las manos sobre mi tripa.

—Más bien estamos embarazados, George—respondí.

Él, todavía más sorprendido volvió a mirarme a la cara. Podía ver como su cabeza iba a mil, como me había pasado a mi  cuando me enteré.

No esperaba que reaccionase. Pero pasó sus brazos por mi cintura y me abrazó.

—Gracias por darme otra razón para seguir luchando—susurró en mi oreja.

—¡Se va enfriar la comida!—gritó Ron enfadado desde el salón. En fin, Ron y su comida.

George se alejó un poco de mi, y me tomó de la mano para entrar juntos al comedor. 

Pero había algo más que debía hacer, lo había estado esperando demasiado tiempo, le echaba de menos.

Antes de que se pudiese alejar mucho de mi le tomé de la nuca y le di un corto beso en los labios. Él se quedó con una sonrisa tonta en la boca mientras íbamos a la mesa.

Yo me quedé ligeramente detrás de él, estaba demasiado nerviosa como para darle la noticia a otra persona más. Y él lo sabía.

—Familia, tenemos una noticia que daros...—dijo George apretando fuertemente nuestras manos.



No podía esperar más, necesitaba acabar esta historia, y quería que acabase bien. Espero que os haya gustado. Muchas gracias por leer :)

Nos vemos <3

⚡One Shots Harry Potter⚡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora