Amantes del crimen [KARMAGISA]

XVII

Nota del autor: normalmente letras de canciones me inspiran para escribir parte de los capítulos. Les dejo en multimedia la canción que representa parte de los sentimientos de karma en éste. Les recomiendo escucharla hasta terminar el cap. Gracias por continuar con la lectura.

Mis temblorosas piernas aún me mantenían en pie, y con el coraje que anhelaba mi corazón al bombear sangre, rápidamente corrí hasta donde mis pies me lo permitieron. Llegando a un sembradío alejado de la sociedad y el inminente peligro que me esperaba por haber cruzado esa puerta. Todo pasó demasiado de prisa. En tan solo un parpadeo me había orillado a un trágico final.

Una orden denegada, una mirada amatista furiosa que representaba completo enojo y fastidio en ella, además de las múltiples armas que me habían apuntado casi al mismo tiempo y todas listas para llenar mi cuerpo de pólvora hasta masacrarlo... pero increíblemente no había sido así.

Había desobedecido a Gakuhō. Sostuve su arma entre mis manos pero había fallado el tiro intencionalmente. Lo había desafiado en su mismo juego y a pesar de ello dio la orden para que dejaran de apuntarme y me permitieran salir.

¿Por qué? Esa es una gran incógnita.

Me senté agotado entre las altas siembras de maiz que continuaban hasta donde mi vista llegaba, además de que por la oscuridad mi vista se opacaba.

No sabía muy bien en donde estaba, realmente estaba perdido, agobiado y cansado. Lo único que sabía a la perfección es que debía escapar de ahí.

Mi vida ya no volverá a ser la misma, toda acción tiene una reacción y heme aqui pagando las consecuencias de mis actos.

Gakuhō no dejará las cosas tan sencillas, comenzará a perseguirme cuan cazador a su presa, destruyendome poco a poco hasta acabar totalmente conmigo.

Pero a pesar de lo rápido que bombeaba sangre mi corazón y mis ideas no se representaban muy claras en mi mente, cierto nombre llegó a mis pensamientos de inmediato.

Nagisa...

Debería irme y no involucrarlo en nada de este caos. Éste mundo no es para él. Pero a pesar de todo, aún quiero ver su sonrisa por más tiempo.

No quiero ser egoísta y arrastrarlo junto a mi, no debo serlo.

¿Entonces que debería hacer?

¿Simplemente desaparecer por un tiempo?

O quizás para siempre...

No tengo tiempo para pensar. Pero finalmente he tomado mi decisión. Una egoísta decisión...

Reposaba bajo el tronco de un manzano ya un poco más tranquilo, había logrado aclarar mis ideas y sabía perfectamente lo que debía hacer. Ahora solo quedaba esperar.

—Aquí estás maldito demonio.

Giré tratando de ubicar esa tan conocida voz.

—Me alegra que vinieras Gakuhuu- sonreí sinceramente al verlo.