A Bloody Song About You ៛ JK x TH

៛ Capítulo 04 | Psicópata

La puerta del club se cerró frente a sus narices al mismo tiempo que Jimin dejaba salir una sonrisa. Pronto, tomó sus cosas y salió del club dando por terminada su jornada, acercándose a la esquina del gran ventanal en donde le esperaban sus compañeros de banda.

— Mañana a la misma hora de siempre —puntualizó Yoongi a los otros dos, señalando con sus dedos—. Jimin, paso por ti.

— Claro —asintió el de cabello gris, echándose en el ventanal para verle desde su lugar—. Pasa buena noche y ten cuidado con Bloody.

Yoongi ya estaba revolviendo la esquina cuando escuchó a Jimin, pero eso no le impidió que riera y le contestara.

— ¡Lo mismo digo!

Ambos sonrieron culpables tras eso, el joven se giró hacia el guitarrista y tomó el cigarro que fumaba para robárselo y darle una profunda calada.

— ¿Por qué le metiste a Jungkook? —Taehyung rompió el silencio, se cruzó de brazos y le miró expectante.

— No le he mentido —dejó escapar el humo entre sus labios, devolviéndole el cigarro a su dueño y relamiendo sus labios resecos ante la brisa nocturna—. Sólo he distorsionado un poco la realidad.

— Le dijiste que Bloody te atacó —frunció el ceño, tomó el cigarro y dio un par de caladas antes de lanzarlo a cualquier lugar—. Sígueme.

Jimin lo hizo sin rechistar, ajustó la mochila con sus micrófonos en su espalda y siguió sus pasos.

— Respondiendo a tu pregunta... ¿no fue eso lo que ocurrió? —Esperó ansioso su respuesta, Taehyung echó su cabello hacia atrás mientras reía suavemente—. Bueno, tal vez no ocurrió tan así, pero me he hecho el héroe. La verdad es que Jungkook es atractivo, llamó mi atención.

— Pues da gracias a que Sand apareció cuando venía hacia aquí o no lo hubieras conocido vivo —rió—. ¿Te imaginas? Ves a Jungkook en mi nevera y quedas flechado por esos ojos blancos y sin vida. Pffff, simplemente espeluznante... y caliente.

El de cabello gris negó con la cabeza de inmediato en un gesto divertido, caminando sereno tras él mientras le escuchaba en todo momento.

— A veces me atemoriza tu mente, pero ya me he acostumbrado a ella. Y, quiero que sepas, que la amo.

— Yoongi dice que es porque soy Capricornio —se encogió de hombros—. No lo entiendo, la verdad, no me va eso de los horóscopos.

— Pensaba que tu ídolo era el asesino del horóscopo —sonrió de lado—. Tú me entiendes, algunos niños crecen con ídolos futbolistas o cantantes y tú con ídolos asesinos en serie.

— Me llaman más la atención los psicópatas que no tocan ni un pelo a su víctima y ella solita ejecuta el plan —le guiñó el ojo—. Ya sabes cómo me gusta.

Park rodó sus ojos en blanco, llegando a su altura cuando Taehyung llegó a su apartamento, entrando en cuanto el chico le dio paso.

— ¿Qué tienes para mostrarme? —Volteó a verle con ilusión, Taehyung se despojó de su guitarra y de su chaqueta antes de acercarse a él—. ¿Nuevas armas?

— Nada de eso —sonrió—. Ven conmigo —tomó su mano, jalando de él hasta llevarlo a la cocina. Una vez allí, abrió la puerta del refrigerador y sacó una botella de tonos rojizos—. La estrella de la noche. He elaborado un nuevo cóctel.

— Adivino —Jimin alzó una ceja—. ¿Vísceras de mujer o testículos de hombre?

Taehyung soltó una estruendosa carcajada, negó con la cabeza y abrió la botella para que Jimin pudiese oler su contenido.