Una fantasía inadecuada

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Soy un buen hombre. Eso quiero creer.

Y seré un buen líder, pero mientras tanto me toca desempeñar papeles que a veces no me gustan. Soy el tercero al mando después de mis padres y, como tal, me encargo de liderar las tropas de guerra de los cuatro Sectores limítrofes, razón por la que suelo viajar mucho. Ahora debo permanecer aquí, vigilando a la bruja, pero quien tendría que estar allá buscando a los responsables, en lugar de mi padre, debería ser yo. Todos los soldados responden a mí y yo designo personalmente a los que deben hacerse cargo en mi ausencia.

Todos a eso lo saben bien, pero también se sabe que cuando se trata de errores e incumplimientos, quien imparte mano firme a la situación soy yo.

Una vez oí comentar a un soldado que suelo diferir mucho en cuanto a actitud cuando estoy en los Sectores limítrofes y en el Sector Central. En ese entonces pensé el por qué por un largo tiempo hasta que lo comprendí.

Como bien sé, el Sector Central se caracteriza por algo muy particular: casi no hay guerreros. ¿Por qué? Porque aquí es en donde se centra la población "frágil". Hay ancianos, enfermos, adultos que no pueden hacer trabajos pesados por razones médicas y muchos niños.

Y en los Sectores limítrofes está el resto, conformado principalmente por guerreros y exploradores. Allá se maneja todo lo que produce y necesita la manada. Hay granjas, criaderos, almacenes, fábricas, armerías, más licántropos y un sinfín de cosas que aquí apenas hay.

Hace años se creó este orden. Nadie se opuso a nada. La prioridad de todo lobo respetable siempre es proteger a los necesitados y a nuestros seres queridos. Así que, ¿por qué no crear justamente un lugar donde mantenerlos a salvo y velar por su cuidado? De ahí nació la Zona Central, el corazón de la manada. Fuertemente protegido por cuatro divisiones que, con orgullo, trabajan por un bien mayor.

Aquí es donde los bebes nacen; donde los adultos fallecen en tranquilidad; los enfermos se tratan; y los niños crecen. Obviamente todo esto también ocurre en los otros Sectores, todos tienen la opción de elegir si quedarse en uno de ellos o venir aquí, pero el punto es que acá se ofrece la protección adecuada, lejos de las turbulencias a veces no tan comunes de los límites fronterizos.

Con eso fue que me di cuenta de por qué ese soldado veía en mí dos facetas distintas de personalidad. Entendí que, al tener la responsabilidad de comandar en los otros Sectores y procurar su cuidado, así como el cuidado de la Central, con ellos soy mucho más estricto y serio allá que aquí.

No lo vi como algo malo. Supongo que para mi puesto como futuro Alfa es necesario tener ciertas actitudes para determinadas cosas y situaciones; no puedo tratar a un enfermo terminal, o a un niño, igual que a un soldado.

Tampoco puedo hablar de planes defensivos, tratados diplomáticos, entrenamientos y disturbios con el mismo tono con el que hablo de dibujos a crayón, cuidados natales y medicamentos.

Aquí, soy Denny. Quien demuestra amabilidad, atención, cuidados y seguridad, sobre todo esta última. Trato de mantener la sensación de paz para los que justamente la necesitan.

Y allá soy el Comandante del ejército, el Defensor de tierras, soy el hijo de Elena y Mark Cowlser, líderes de la manada, y soy tercero al mando y futuro Alfa. Podré mostrar amabilidad y atención, porque todo buen líder debe escuchar, pero también debo mostrar determinación, dominancia, seguridad, justicia y autoridad. Nada, ni mucho menos nadie, puede hacerme sentir menos digno del puesto que merezco.

He luchado años protegiendo a los míos, he logrado mantenerlos a salvo y he demostrado ser digno de seguir velando por su integridad. Conseguí muchos tratados comerciales y de paz, para que las futuras generaciones crezcan con apoyo; también con ayuda y esfuerzo se pudo estabilizar y expandir una manada que antes no superaba los cien licántropos. Conseguí que nuestro hogar sea un sitio mayormente seguro y también que haya armonía. Soy el guerrero más hábil y capaz, el líder más adecuado para gobernar. No lo digo con egocentrismo, sólo es la verdad.

Inquietante SerenidadWhere stories live. Discover now