29: Tambores de Guerra

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Tan pronto 2B abrió la máquina previamente destrozada, un llanto se hizo audible. Es desesperado. 2B no tardó ni un segundo en alargar su mano y sacar a la criatura de allí. Aquellos que nunca vieron a un humano antes quedaron sorprendidísimos al ver a uno, aunque este se encuentre en estado infantil, ya que para ellos solo eran seres de imaginación hasta la fecha, pero ahora pueden ver que realmente existe la raza humana, sus padres, quienes los crearon.

Ninguno de los androides presentes se quedó quieto en su lugar, todos se bajaron de sus unidades de vuelo y se acercaron para conocer a la humana. La pequeña tardó un poco en calmarse, pero al final, quedó sorprendida y algo confundida por aquellos que se arremolinaban a su alrededor.

—¿Qué hacen? —pregunta 9S intrigado, genuinamente confundido.

Algunos trataron de responder a su pregunta, pero solo lograron trastabillar al tratar de articular palabra y morderse la lengua. Solo hasta que 2B habló la duda de 9S no se resolvió. Lo que dijo fue:

—Están igual a como nosotros lo estuvimos cuando nos enteramos de la existencia de un ser humano que aún vivía en la tierra.

9S trató de recordar ese momento; la incredulidad y la confusión fue lo único en lo que él pensaba cuando se enteró de que aún ardía chispa humana en el planeta. Cuando estuvo cerca de Akina por primera vez, no podía creerlo. En conclusión: esta es la reacción normal y esperada.

—Es fascinante —menciona una unidad—. Hay tanto que quiero preguntarle...

En seguida 2B cayó en cuenta que la razón por la que emprendió toda esta travesía había sido por lo mismo que acaba de decir el androide: una búsqueda de respuestas. Sin embargo, sin siquiera notarlo, eso cambió y ahora su prioridad es proteger la integridad de Akina, olvidando las preguntas que en algún momento la atormentaron.

—No quiero ser aguafiestas, pero por lo que he visto, los niños humanos a penas y poseen inteligencia para responder a algunos estímulos básicos. La verdad no creo que podamos sacar mucho de ella...

Este es un punto cierto expuesto por 9S. La pequeña y apenas puede explicar como puede seguir viva, y pocas palabras a dicho hasta el momento, subiendo la probabilidad de que carece de las herramientas para comunicarse. Se sabe que comprende la situación, pero más allá de eso poco se puede señalar.

—Sin embargo, eso puede cambiar en el futuro, por lo que protegerla ahora es nuestra mayor prioridad.

Tratando de defender —indirectamente— a la raza humana, 2B muestra que, aunque ciertamente Akina por el momento es una carga que sin valor táctico alguno, en el futuro esta chica puede llevarlos a un conocimiento mayor, o despertar... en realidad ella no lo sabe, solo quiere protegerla.

—Aun así, es muy linda. ¿No es razón suficiente? —dijo una androide mientras sonreía.

—Lo es, sí... —Se notaba que quería decir algo más, pero que desestimó su comentario y lo deshecho. 2B nota eso.

—¿Qué pasa con ese gesto? ¿Acaso no crees que Akina es linda? —La mirada de 2B podría haber cortado acero con lo afilada que fue lanzada hacia el androide.

—¡¿Eh?! ¡No, no, no! ¡Es linda, es muy hermosa! ¡Divina! —Nervioso, se acercó y acarició la cabeza de Akina.

Akina estaba exhausta, respirando levemente y entre suspiros post lloro. De todas formas, no le molestaba que le acariciaran la cabeza, siempre y cuando se encontrase en la seguridad de los brazos de alguien en quien confiase, tratándose de 2B en esta ocasión. Aceptó el contacto sin ninguna queja o muestra de inconformidad y cerró los ojos. 2B pensó en retirar la mano de su subordinado, pero se detuvo a sí misma al recordar las palabras de su compañero 9S. Este último se sentía orgulloso del desarrollo de su compañera, y claro, de la situación tranquila que habían logrado gracias al esfuerzo de todos. Sin embargo, este momento de calma no duraría lo suficiente para disfrutarlo, y mientras todos aún se encontraban con la guardia alta, 9S ve en el horizonte como de entre las dunas del desierto y el azulado cielo sin nubes emergían no miles, sino millones de máquinas, todas dirigiéndose a gran velocidad hacia ellos. Como tambores de guerra que retumban en todos los confines de campo de batalla, así se escuchaban los pisotones miles que estas maquinas provocaban.  

—Oigan, creo que deberíamos movernos —Señaló 9S mientras miraba a la amenaza acercarse sin cuartel.

—¡Oh, mierda! —Espetó 2B— ¡A las unidades de vuelo, ya!

Todos comenzaron a moverse y a tomar control de sus respectivas aeronaves. Cuando 2B llegó a su unidad de vuelo con Akina en brazos, se dio cuenta del error que había cometido.

—Carajo... —¿Cómo iba a transportar a la niña? — No, no, no, no, no... —Se desesperó — ¡Carajo!

—¡2B, ¿qué pasa?! ¡Apresúrate! —Apuró 9S mientras activaba su nave. Él se da cuenta inmediatamente del problema, un asunto el cual nunca se abordó.

Miró a un lado, al otro, preocupado. No hay nada en un desierto, solo arena, por lo que este contratiempo se vuelve algo irresoluble, a menos que se lleguen a extremos; a 9S se le ocurre en ese momento algo arriesgado:

—¡Deja que ella vaya adentro con el piloto automático!

Rápidamente 2B entendió por donde quería ir 9S. Ella enfundó su espada y empujó a Akina a la aeronave, le indicó a su Pod que pilotara por ella, siguiendo obviamente a 9S, luego procedió a correr donde su compañero y se agarró de una de sus extremidades.

—¡En marcha! —2B dio la orden y la procesión de naves se pusieron en marcha.

No había una ruta estipulada, solo un sentido de supervivencia que los empuja a huir en dirección contraria al peligro. ¿Podrían hacerle frente? Tal vez solo ellos para cumplir una orden, pero no con Akina a cuestas.

2B, mientras está suspendida en el aire agarrándose de una extremidad de la unidad de vuelo de 9S, no perdía de vista a los enemigos que los perseguían. Observó detenidamente y notó que, a pesar de la gran cantidad de máquinas, no había mucha variedad de las mismas. De hecho, solo había dos tipos de máquinas persiguiéndolos: máquinas similares a las que se enfrentaron en el campamento de la resistencia y colosos metálicos, algo curioso como menos.

«¿Por qué YoRHa y ese alienígena están tan focalizados en hacerse con Akina?». Esta pregunta surgió en 2B. Ya se sabe que Akina es un humano puro, y como tal eso ya es valioso, sin embargo, que la comandante haya decidido movilizar a toda YoRHa es extraño.

NieR: Automata - Línea Sucesora SupervivienteWhere stories live. Discover now