23: Combate Bestial

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El terror fue evidente, agobiante. Una experiencia agotadora está a punto de empezar, una batalla por la supremacía de razas de metal que tienen como único común su obediencia y dedicación hacía sus hacedores. El campo está listo para presenciar el vehemente desmembramiento de partes metálicas y el salpicar de aceites.

«¿Por qué razón han estado dando ataques furtivos? ¡Estas cosas pueden hacerlo de frente si se lo proponen!». Incógnitas de esta índole se ciernen sobre todos los combatientes, incluyendo al dúo de ceniza, que parados delante de las máquinas destrucción no se atreven a dar un paso al frente, así como tampoco uno hacia atrás.

El compás lo llevan 2B y 9S, que desde el frente darán las órdenes. Pirada y su equipo protegen la retaguardia, y estos velan por cualquier intento de escape del enemigo para impedírselo, y debido a su líder, sus estrategias se basan en las explosiones y juguetes de guerra extraños. Hay otro escuadrón que cuidan de las provisiones, por si a las bestias mecánicas se les pasa por la cabeza la lisura de ir por su objetivo por encima de los androides de la resistencia. Los laterales son cubiertos por edificaciones de la humanidad, que al menos servirán para retenerlos un poco en caso de que intenten escapar escalándolas.

Ambas máquinas trotan en círculos, zigzagueando. Están listas para destrozar, desmembrar, abatir.

Dos androides afinan, desenvainan, agudizan los sentidos. Están listos para tasajear, cortar, apuñalar, disparar.

Un rugido digital nada afinado explotó y desencadenó una serie de reacciones en los sistemas cercanos. Indudablemente es un ataque para confundir a los androides. 2B y 9S quedaron expuestos luego de ser aturdidos y serían los primeros en ser engullidos de no ser por un proyectil que detuvo el avance de la criatura de metal; mientras peleaban por no ser hackeados, pirada lanzó un proyectil que golpeó en el lomo de la máquina. Ahí fue cuando las cosas se tornaron difíciles, porque las máquinas se dividieron las tareas y una atacó a pirada y su grupo mientras que el otro a 2B y 9S.

Un zarpazo descendente deja una huella dónde 2B y 9S estaban parados. Si estos hubiesen esquivado el ataque un cuarto de segundo antes, estarían destrozados bajo las garras de la nueva amenaza.

2B no esperó a más y se movió. Ella se deslizó a la derecha en simultáneo que buscaba el momento para atacar algún punto que parezca débil, y en tanto que maquinaba un ataque en su cabeza, la máquina torció su cuerpo cuál felino y con sus fauces extrañas y mortales mordió con la intención de destrozar a 2B, pero esta con agilidad de élite evadió la devastación doblando las rodillas pegándolas y curvando su espalda hasta que su pelo plateado se arrastrase en el arenoso suelo.

9S confiando en su superior, decidió saltar y atacar con su PoD al cuello de la bestia mientras está trataba de atrapar a 2B. Mandó y el PoD disparó. Un chorro de disparos continuos fue apuntados al cuello, teniendo como resultado un montón de sonidos ensordecedores efecto de múltiples balas repelidas. La máquina reaccionó e intentó atacarle mientras esté se encontraba en el aire.

2B aprovechó la apertura y atacó. El filo de su espada hizo contacto con el cuerpo duro de su enemigo. Chispas salieron disparadas en todas direcciones. Lastimosamente el ataque tampoco resultó.

9S estaba a punto de ser devorado en pleno vuelo, pero 2B hizo que eso no sucediera distrayendo a la bestia con su ataque. 9S aterrizó cerca y alzó la vista, alistándose para un segundo asalto.

Mientras tanto pirada y los demás trataban de que la otra máquina no se les acercase haciendo uso de proyectiles y explosivos, los cuales tenían un efecto de ralentización, más por el lado del daño que se causa, se da a entender que no es mucho.

2B esquiva un zarpazo y rueda hacia adelante por debajo de su enemigo, ubicándose en su punto ciego. Sin embargo, para sorpresa de la capitana de escuadrón, el abdomen de la bestia se abrió de par en par mostrando una trampa. Literalmente hablamos de una «Doncella de hierro» integrada en la barriga de una máquina. La bestia dejó caer todo su peso sobre la androide para así atraparla dentro de sí y triturarla con las púas que tienen integradas, pero, por muy poco, 2B logra esquivar el ataque. El polvo fue levantado por el impacto, también volaron algunas rocas. 2B descubrió que perder a la máquina de vista al cubrirse con los brazos es un gran error, puesto que, con la flexibilidad de una boa, la monstruosidad metálica se tuerce de una manera que debería ser imposible y queda posicionada para realizar un mordisco mortal que destrozaría una columna de concreto como si estuviese comiendo un waffle. A 2B no le quedaron si no milésima para reaccionar, y solo gracias a qué no es una forma de vida orgánica pudo esquivar la mortal mordida a tiempo.

NieR: Automata - Línea Sucesora SupervivienteWhere stories live. Discover now