20: Lo que no se puede saber

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Cuando la situación fue puesta en la mesa, con todos los problemas y los posibles escenarios futuros, solo se podía saber una cosa: No se sabe absolutamente nada. Lo importante es descubrir que es exactamente lo que está atacando a las bases de YoRHa en todo el mundo, y cómo combatirlas, lo que inevitablemente llevará a buscar cuál es la función de esas criaturas. De encontrarse una razón, podría significar también develar el plan enemigo.

—Algo con garras que destruye unidades YoRHa, pero que se centra más en destruir suministros, está atacando sin piedad.

—¿Y desde cuándo viene ocurriendo? —preguntó 9S.

—¿Los ataques de estos monstruos desconocidos? Son realmente, tan solo dos días han pasado del primer avistamiento.

White se acercó a la pantalla de mando y ordenó que fuesen desplegados en la pantalla todos los casos de avistamientos de las dichas criaturas desconocidas. Eran simples ubicaciones alrededor del globo terráqueo, sin ningún tipo de relación una con la otra.

—Son casos tan dispersos…

—Eso es lo que más nos desconcierta, no parece que quisiesen acabar con algo en específico, sino que se trata de, más bien, un ataque a gran escala —White frunció el ceño por un momento y luego puso una cara renuente— No puedo aceptar algo así, sé que debe haber un objetivo.

—Dígame, jefa, ¿cuál es el plan? Se me dificulta pensar que no tenga usted ya uno preparado —Habló 2B.

En ese momento, la comandante White se percató de algo, de un ligero cambio de voz en 2B casi que imperceptible: habló un poco más rápido de lo habitual, lo que quiere decir que tiene prisa. No dice nada por el momento, pero planea preguntarle sobre eso antes de que ella salga del recinto.

—Por supuesto, ya se ha puesto en marcha los protocolos a seguir en este tipo de casos, más no me conformo.

Perspicazmente 2B entiende algo a partir de la anterior frase de la comandante, la cuál se encuentra cargada de un aire de necesidad. Para colmo, White se gira sobre sus talones y lanza una mirada significativa al dúo de ceniza, como diciéndoles a ambos “saben a dónde quiero llegar, ¿no?”.

—¿Acaso es este el caso en dónde debo decir algo del estilo “y ahí es dónde entro yo”., ¿verdad?

—Obviedades a parte —interrumpió 9S—, díganos qué debemos hacer.

—Siempre puedo contar con ustedes, sois una bendición.

White dejó que se le escapara una cálida sonrisa de agradecimiento de los labios, cerró los ojos y asintió satisfecha. Luego de comprender que tiene a los mejores soldados de todo YoRHa, se detiene a pensar un poco y ordenar sus ideas, habla luego y le dice al dúo de ceniza lo que es más conveniente:

—Las unidades desplegadas buscarán simplemente erradicar toda criatura hostil, sin embargo, necesito que ustedes atrapen a una de esas… lo que sean, y luego veremos.

9S se quedó estupefacto un momento, aunque se reincorporo de inmediato y lanzó la pregunta que le rebotaba en la cabeza:

—¿Solo una es suficiente?

—Piénsalo bien —contestó 2B, lo cual no fue esperado por 9S y consecuente a la sorpresa se sobresaltó un poco—, 9S: Si llevan un ataque a gran escala de manera simultánea, sincronizada, ¿Qué crees que es lo más lógico?

—Ya veo, un orden —9S lo comprendió enseguida.

—Es exactamente eso. La manera en que lo han hecho ha sido tan perfecta que sería imposible sin un medio de comunicación por el cuál recibir órdenes, tal como lo hacemos con los PODs.

—El plan es atrapar a uno y averiguar cómo se comunican con los rangos altos, y si es por capitanes como nosotros, entonces nuestro objetivo es capturar al líder de uno de esos grupos —completó 9S las palabras de su capitana, sintonía total.

—Ustedes dos… pueden dar miedo.

White está sorprendida por lo bien que estos dos se llevan, por lo excelentemente fluida que es la conversación entre estas dos entidades. Un sentimiento de orgullo le inundó el pecho, un regocijo, como el de una madre que ve a sus niños hacer la tarea diligentemente sin ayuda de nadie más que la de ellos mismos. Es notable el crecimiento de ambos.

—Si no debemos hablar de algo más, entonces debemos irnos ya —2B apuró a 9S para que saliesen lo antes posible.

Hacer la misión de manera eficaz, concisa, rápidamente, son características de 2B que siempre a tenido; es una androide que nunca olvida su deber y nunca lo deja de lado sin importar si para ello se requiere sacrificarse a sí misma (puede que, de hecho, ese sea su norte como existencia). Sin embargo, el día de hoy la comandante pudo notar cierto apuro en el actuar de 2B, y todo empezó cuando se habló de la amenaza de los monstruos desconocidos.

—¡Hey, no tan rápido, jovencita! —White paró los apurados pies de la pareja que se había apresurado en dejar el sitio.

2B lentamente se dio la vuelta, sintió cierta aura peligrosa, por ello trata de no hacer ningún movimiento brusco. Para cuándo había dado la cuenta entera, White ya estaba delante de ella,  inquiriéndole con la mirada, deteniéndose con mando, instándole a hablar en silencio. White trató de que ella dijese algo por su propia cuenta, pero 2B se rehusó a abrir la boca y, por el contrario, apretó los labios, evitando que se le saliese cualquier tipo de sonido involuntario.

La comandante suspira y cierra los ojos a la vez que relaja los hombres, se compone un poco el cabello y con la misma mano toca la cara de 2B suavemente, su mejilla derecha para ser exactos, y mirándole fijamente vuelve a insistir, más esta vez, verbalmente:

—2B, ¿hay algo que debas decirme?

Ese más que claro de qué se trata ese “algo”, 2B lo sabe. Pero, por miedo, no lo va a decir. Por lo tanto decide usar de un último recurso de desesperación: suplicar.

—Comandante, se lo ruego ¡Permítame guardar silencio, por favor!

La comandante no está en su puesto solo porque tiene la cara bonita; ella tiene el permiso a muchas cosas, incluyendo el poder hacer que una unidad inferior como lo es 2B hable a la fuerza, o simplemente sacarle la información necesaria de todas las maneras que se te puedan ocurrir. White es tan despiadada como cualquier otra máquina, sin embargo, su lado sentimental aparece en acción, y con dolor, retira su mano del rostro de 2B. Esta, al verse libre, se va rápidamente en silencio.

Caminando por los pasillos en dirección a los puntos de accesos, 9S sigue a 2B obedientemente, no juzgando lo ocurrido. Ni él mismo sabe que era lo mejor que se podría hacer en esa situación.

Por el otro lado está 2B, que por miedo a lo que pueda ocurrir si llega a mencionar el nombre de la humana que se encuentra ahora mismo bajo la custodia de Anemone, hizo tal escena en frente de muchas unidades YoRHa, negándole la verdad a su comandante. Tiene miedo a que se la lleven y no la vuelva a ver, teme por lo que puedan hacerle si determinan que es peligrosa, se horroriza de pensar el trato que le pueden dar a esa niña humana. En su mente solo hay una sola cosa mientras se acomoda y se prepara para que su consciencia sea transportada nuevamente a su cuerpo en la tierra, una frase y una imagen: “No volveré a soltarte, Akina”.

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Qhubo Neas :v

El próximo capítulo sale cuando se me cante el ort... Digo, hasta la próxima semana!

NieR: Automata - Línea Sucesora SupervivienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora