[Después de los acontecimientos del final obtenido en la ruta A del juego]
9S ahora es una máquina oxidada que no sólo tiene menos movilidad que una unidad S de YoRHa, sino que también es inferior en muchos otros aspectos. La misión de 2B es recuper...
Cabe recalcar que esto sería posible después de los sucesos del final de la ruta A del juego NieR: Automata.
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9S en el cuerpo de una máquina sosteniendo a 2B en las manos.
Espero les guste. ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※
Si bien cada quien tenía su propio lugar donde descansar y reponer energía, un lugar donde tener intimidad y poder entenderse a uno mismo de manera solitaria, aun así, estos dos personajes tienen ya la costumbre de compartir habitación. No solo el espacio es compartido, también el tiempo, y sobre todo lo más importante, los sentimientos. Una prohibición clara en el código de YoRHa, una regla que los androides no deben romper: Nada de sentimientos. Pero estos dos no pudieron seguir la regla, no porque sean androides rebeldes o tengan algún tipo de virus dentro sus sistemas, sino es pues que ni ellos mismos comprenden lo que sienten. No son humanos, son robots. No hay corazón, hay una válvula. No hay cerebro, hay CPU. Según esto, no deberían tener ningún tipo de sentimientos porque el hecho conocido dicta que solo aquellos seres con consciencia e inteligencia superior pueden entender al menos de forma sesgada lo que son los sentimientos y lo que conlleva cargar con ellos. Los humanos, que crearon a estas máquinas para recuperar el planeta que se les fue arrebatado así pensaban: "Solo son trastos de metal configurados para seguir nuestras ordenes a nuestra conveniencia". Pero estos dos eran la prueba fehaciente de que esto no era así.
¿Por qué los humanos los crearon de tal manera para que pudiesen sentir dolor al ser golpeados, quemados, cortados y demás? ¿Por qué fueron hechos a imagen del hombre? ¿Por qué los hicieron atractivos en la mayoría de modelos? Y, sobre todo, si ellos son solo partes mecánicas conjuntas sin ningún tipo de libre albedrío ¿Por qué se les prohibiría tener sentimientos cuando desde un inicio no deberían tenerlos? Estas preguntas y muchas otras más atormentan a 2B y también a 9S por igual.
En el preciso instante del ahora, 2B está sentada en su cama viendo la simpleza de la pared blanca de su habitación. 9S está aquí como invitado, en el cuarto de 2B, parado en frente de la ventana mirando hacia la tierra, ese planeta tan anhelado por sus hacedores.
—2B... —Llamó 9S por la atención de su compañera.
—¿Sí?
—¿Crees que los humanos nos estén ocultando algo? —preguntó 9S, con temor a ser escuchado por alguien más.
—Ellos mismos se ocultan de nosotros, ¿Por qué debería importar algo en específico?
Eso ciertamente es un buen punto. Los humanos no se muestran a los androides y mucho menos les dan ordenes directas. La orden siempre viene de más arriba y llega a ellos a través del mando, los operadores se encargan de redirigirla y por último a las unidades que se despliegan, los parias de esta pirámide de poder. Un par de peones como ellos dos no importan en lo absoluto, son tan reemplazables como una tuerca, tan insignificantes como un átomo de excremento de alce. Al mismo tiempo y a pesar de lo anterior, son tan importantes que es imperioso cuidar de ellos. La pérdida de una unidad no es fatal, pero de centavo en centavo se puede llegar a la quiebra y el humano sabe eso porque él mismo lo vivió.
