Advertencias: fluff, poco drama, AU de híbridos, omegaverse
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Jungkook nunca se caracterizó por ser un chico que se preocupara especialmente por la forma en que lucía, ni mucho menos que tomara en cuenta los dichos de otras personas acerca de él o su relación con Jimin.
Pero los últimos días, una horrorosa e intensa idea pareció asentarse en su cabeza, y no había forma de que se la quitara de allí.
―Oye, ¿crees que soy guapo?
La pregunta tomó por sorpresa a Jinyoung, que le contempló a través del reflejo del espejo. Jungkook no pudo con la vergüenza y terminó por desviar su vista.
―¿Qué? ―barboteó Jin―. ¿Esto es una pregunta con trampa?
―¡Es una pregunta seria! ―farfulló Jungkook.
Jinyoung seguía luciendo poco convencido de sus palabras, pero sólo terminó por suspirar, sacudiendo su cabeza.
―Claro que eres guapo ―le dijo Jinyoung―, es decir, eres mi primo. No más que yo, pero...
―¡No estoy bromeando, hámster de pacotilla! -Jin bufó.
―¿Estás teniendo inseguridades con Jimin? ―preguntó en cambio, y Jungkook se encogió en su lugar―. Bah, no te preocupes, Galletita. Jimin está loco por ti.
―¡No me digas Gallatita! ―omitió el ‹‹sólo Minie y mi mamá pueden decirme así››, ya que alcanzó a callar a último momento.
Molesto consigo mismo por lo que acababa de hacer, salió del baño ignorando los cuestionamientos de Jin. No sabía por qué, pero se había estado comportando muy nerviosamente los últimos días, y eso también ponía de los nervios a Jimin. Más que eso: le provocaba un montón de inseguridades, y lo que menos quería era eso.
Tomó aire para tratar de calmarse un poco, y aprovechando que era almuerzo, fue en busca de Jimin al comedor. Sin embargo, lo que debió convertirse en un momento de calma se transformó en furia contenida al ver a Suho cerca de su novio. Pero le sorprendió un poco ver que Jimin no se veía nervioso, ni asustado, ni temeroso. Parecía... bastante tranquilo.
Sintió un retorcijón en su estómago al ver la bonita pareja que hacían: ambos ardillitas, con esas esponjosas colitas alzándose y sus orejitas aplastadas contra sus revoltosos cabellos. Estaba seguro de que, si se acercaban un poco más, sus colas formarían un corazón. Casi sintió como le salió un tic ante esa visión.
―¡Jungkook! ―gritó Jimin al verlo, y le levantó la mano. Suho le miró con el ceño ligeramente fruncido, pero la pantera corrió a agarrarle la mano a su novio―. Suho me estaba invitando al parque de diversiones mañana.
Tuvo que haber puesto una cara muy extraña, porque pudo ver otra vez la inquietud en ojos de Jimin.
―Es decir, si tú no quieres... ―tartamudeó el chico.
