Advertencias: fluff, poco drama, AU de híbridos, omegaverse
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Jungkook no era una persona violenta. Él siempre creía que las cosas se podían arreglar conversando y manteniendo la calma.
Sin embargo, esta no era una situación normal.
Agarró a Youngdo de las solapas de su camisa antes de empujarlo contra la pared. A su lado, Jinyoung sostenía a Shikyung, presionándolo contra el suelo, mientras que Jackson y Namjoon se encargaban de sus otros dos amigos. Esa era la ventaja de tener amigos alfas y carnívoros, si quitaba a Jin, pero su primo podía ser tan salvaje como una pantera.
―Escúchame, idiota ―le dijo, con su voz grave e ignorando sus súplicas de que le soltara―, te lo diré una última vez si no quieres que me transforme y te rasgue la garganta ―alzó su barbilla―. Si vuelves a hacerle cualquier cosa a Jimin, aunque sea un simple empujón, voy a matarte con mis propias manos, ¿está claro?
―Va-vamos, Jungkook ―tartamudeó Youngdo, tembloroso y asustado―, sólo fue un jueguito, nada más...
―Uf, sí, y yo soy horrible ―escupió Jin, despectivamente―. Yo soy partidario de sacarles un ojo, quizás con eso aprendan.
Jinyoung, a veces, era incluso más sádico que él. ¿Tal vez se debía a la mezcla de hámster y pantera? Jungkook no podía saberlo con claridad.
―Y eso no sólo va para Jimin ―añadió Namjoon, sacudiendo a Yangsuk―, sino también para Taehyung y Mark. No vamos a seguir tolerando sus estupideces.
―Si cualquiera de los tres dice que los están molestando ―continuó Jackson―, nos desharemos de ustedes y nadie va a encontrar sus restos.
Esa fue amenaza suficiente para el grupito de hienas, que chillaron que jamás volverían a molestar a sus novios. Sin embargo, Jungkook no soltó a Youngdo.
―¿Cómo puede gustarte? ―barboteó la hiena―. ¡Jimin es tan desagradable!
Jinyoung tuvo que saltar a alejar a Jungkook luego de que la pantera le hubiera roto la nariz a Youngdo. La hiena se puso a llorar por el dolor, pero a Jungkook no le interesaba en ese momento, porque ese estúpido sólo decía tonterías.
―¡Ya sabes, imbécil! ―gruñó Jungkook, siendo alejado por Jin―. ¡La próxima vez te mato!
El cuarteto de alfas se aprovechó de la hora de almuerzo para ir en busca de esos idiotas, pues los profesores también estarían ocupados con sus comidas. Jungkook tuvo que mentirle a Jimin acerca de lo que iba a hacer, pero ahora, tenía muchas ganas de verlo y darle un par de besos. Su novio parecía algo deprimido ese día, y era evidente que era por la situación ocurrida con esos idiotas.
―Jungkook ―habló Namjoon, ahora algo preocupado―. ¿Y si nos acusan?
―¡No lo harán! ¿Conoces a las hienas, Nam? ―contestó Jinyoung, abrazándolo por los hombros.
