❆ L: Angustia & Dolor ❆

1K 94 24
                                    

ANGUSTIA & DOLOR

~ Principios de verano ~

Alexa

Si de algo soy consciente es de que los latidos no mienten.

Los latidos de nuestro corazón no mienten cuando estás rodeado de tu familia, agusto y en calma. Los latidos de nuestro corazón no mienten al ver por primera vez esa persona que se queda tatuada en lo más profundo de tu ser. Los latidos de nuestro corazón no mienten cuando amas a alguien que se ha metido bajo nuestra piel. Los latidos del corazón no mienten al anunciar nuestro miedo, tampoco al anunciar nuestro temor y la incertidumbre que nos arropa en ocasiones.

Los latidos de mi acelerado corazón no mienten al comprobar eso que ya sé: que es hora.

Las contracciones han sido algo usual durante todo el embarazo, pero al despertar en la madrugada sé que estas no son igual que las anteriores, son más frecuentes, más intensas.

Quiero decirle a Aleksandre pero siento la garganta seca y apenas puedo moverme. El teléfono está al otro jodido extremo de la habitación y ya he esperado demasiado, sé que si grito entraré en trabajo de parto en mi propia cama, lo sé, lo deduzco y lo presiento.

Algo preocupa a mi esposo, lo he visto en su mirada, lo deduzco al no verlo a mi lado. Siempre lo ha estado, pocas veces se ha alejado de nosotros y ahora que necesito tenerlo junto a mí se encuentra en el jodido despacho.

Tomo aire y lo suelto despacio para mantener la calma, volver un poco soportable el dolor e intentar ir por el teléfono.

—Tú nunca me dajas sola, joder. —Digo en un hilo de voz—. Aleksandre.

Otra contracción vuelve a tumbarme en la cama cuando apenas me he levantado un poco.

«No era hoy, los jodidos cálculos decían que mis hijos debían nacer la semana entrante».

—Santos cielos.

«Necesito salir de esta habitación».

Tomo respiraciones para gritar lo más alto posible y que alguien venga a socorrerme.

La angustia me invade en cuanto veo los minutos pasar y nada cambia más que la intensidad del dolor. Las lágrimas empiezan a resbalar por mis mejillas, anunciando toda la angustia y dolor que siento. Siento como el colchón se humedece debajo de mí e incluso el mismo líquido correr por mis piernas.

«He roto fuente».

«No me puedo quedar aquí».

—¡Alek! ¡Ya es h…! —Un grito brota de mi garganta.

En un arranque de valentía mezclada con miedo me sujeto la panza con una mano, con otra me agarro a los muebles para no caer ante una contradicción ni resbalar, decidida a ir por el teléfono.

Apenas doy tres pasos cuando una maldita alarma me sobresalta al inundar Wachsend en señal de alerta.

—Alek, por favor no te vayas sin venir a verme —pido en medio de gemidos lastimeros, sabiendo que esa alarma es señal de otro maldito ataque a nuestra manada—. Te necesito conmigo para poder hacer esto.

Maldigo cuando, segundos después, las ventanas empiezan a ser obstruidas por las cortinas de plata y  la puerta de la habitación se abre, sobresaltandome.

—Voy a matarte, Alek, necesito que los saquen ya, o voy a...

—¿Alexa? —La voz de Marcus llega primero que mi visión de él—. ¿Estás bien? ¿Puedo pasar?

Insumisión © [+18] ✓Where stories live. Discover now