Dia 28: Juegos

613 55 2
                                    

Había regresado de una de las carreras, Nathaniel se había quedado en casa con la madre de Max, habían llegado justo para la hora de la siesta, arroparon a su hijo, cada día más grande.

Tanto Lewis como Max, decidieron también tomar una siesta ya que estaban un poco cansados, debido a que volaron temprano, aunque entre caricias y besos, la siesta de los adultos terminó siendo otra cosa.

Ni media hora después, un fuerte lloriqueo les rompió la burbuja.

Tanto Lewis como Max se congelaron. De rodillas detrás de donde estaba arrodillado Max, la mano de Lewis sobre el pene de Max se detuvo mientras ambos contenían la respiración.

"Quizás se vuelva a dormir". La voz de Lewis era tan suave que Max apenas lo escuchó, así que sabía que el bebé no podía escucharlo. Sin embargo, como si fuera una señal, comenzó de nuevo, gritando tan fuerte como sus pulmones de ocho meses se lo permitieron.

Con un suspiro, Max se retiró y se levantó de la cama, luego de plantar un rápido beso en la nuca de Lewis. "Es mi turno, aparentemente" dijo el joven, tirando de sus calzoncillos mientras Lewis se dejaba caer de nuevo en la cama.

A través del monitor para bebés que estaba en su mesita de noche, Lewis podía escuchar a su prometió en la habitación del bebé, hablando con su hijo.

"Hola, Badger, ¿cuál es el problema, pequeña? Estás seco, no hay problemas allí, No puedes tener hambre, ya vaciaste el biberon antes. Nos echabas de menos, mi amor, sabes a tu papi y papá te aman", Max mecía al pequeño suavemente.

"Quieres dormir con tu trofeo del bebé más lindo", Max tomo un pequeño trofeo tejido a mano por la madre de Daniel, era tan lindo, y una linda almohada también, se sento en mecedora, y movió el trofeo delante de su pequeño qud había dejado de llorar.

"Creo que te están molestando los dientes mi pequeño", el joven padre beso la suave cabeza de su hijo y tomó de la mesita a su lado una replica de un volante de auto, que le habían regalado que servía como mordisco y le ayudaba con las molestia en las suaves encías de su hijo, dicho juguete cubierto con un analgésico pediátrico, el pequeño enseguida se lo metió en la boca, Max seguía moviendo el trofeo jugando con la él, hablando suave hasta que volvió a quedarse dormido y lo volvió a a recostar.

"Creo que le va a salir otro diente", dijo Max, quitándose la ropa interior de nuevo y arrastrándose sobre la cama, comenzando a los pies de la cama y besando la parte interna del muslo de Lewis hasta llegar a su polla. "Le puse un poco de ese gel anestésico en el juguete de morder para las encías", el joven tomó la polla de Lewis con la mano, acariciándola mientras pasaba la lengua por la cabeza.

Acababa de envolver sus labios alrededor de la polla de Lewis cuando, cuando el mayor se agachó para apartarlo suavemente. Confundido, Max parpadeó, mirándolo con curiosidad, Lewis nunca rechazaba una mamada

"No crees que es un poco raro" preguntó Lewis . "Hablar de nuestra hijo cuando estás, ya sabes, centímetros de mi pene"

Max parpadeó de nuevo, luego se dio cuenta de que Lewis estaba hablando en serio. Tratando de reprimir una sonrisa, besó su camino hasta los labios del mayor.

"Eres adorable", Max lo miro bromeando

"No me llames adorable, lo digo en serio", Lewis se cruzo de brazos.

Max se apoyó sobre Lewis, sus ojos, "Creo que está bien, no es como si estuviera en la misma habitación"

"Max, cariño, en serio"

"Lo siento, lo siento, amor. Lo entiendo, está bien", Max besó a Lewis lentamente, luego se acomodo para sentarse sobre la cadera del mayor. "Él está bien ahora, así que es hora de papá y papi jueguen"

"Sí, esta bien". La piernas de Max quedarán ambos en lados de Lewis, los brazos de Lewis se envolvieron alrededor del cuello de Max mientras lo acercó para darle un beso más profundo y más fuerte, gimiendo en la boca de Max cuando sintió que Max se levantaba un poco y guiaba al mayor nuevamente dentro de él.

Lewis empujaba dentro de él, duro y rápido. Sin embargo, incluso por encima de la forma en que el mayor repetía su nombre como un mantra, Max no tuvo ningún problema en escuchar otra voz gritando nuevamente.

La cabeza de Max cayó sobre el hombro de Lewis, salió y se sentó. Después de un segundo de mirarlo de arriba abajo, observando cómo se veía Lewis, extendido debajo de él, sonrió. "No, por favor, no te muevas"

Max nuevamente se levantó, e intentaba caminar y ponerse la ropa interior al mismo tiempo, volvió a entrar en la habitación de su hijo. Y una vez más, Lewis podía escucharlo hablando a su hijo.

Minutos más tarde,  Max estaba de vuelta, sin siquiera molestarse en quitarse los calzoncillos esta vez, simplemente empujándolos hacia abajo sobre su trasero, lo suficiente para que Lewis metiera su hermosa ereccion dentro de el nuevamente.
Su forma de hacer el amor últimamente era algo complicado, entre el pequeño, los entrenamientos, ambos corriendo, así era que ambos necesitaban la liberación que les había sido negada últimamente, y cuando una vez más la voz de su hijo sonó alta y clara, como si estuviera en la misma habitación, Max dejó escapar un fuerte suspiro y algunas palabras dignas de Max.

"Maldición, sabes, creo que Nate será hijo único a esté ritmo", Max siguió murmurando mientras rodaba fuera de Lewis nuevamente.

Max está vez probó el sonido del móvil de la cuna que tenía juegos de autos y estrellas, asi comenzó de nuevo, repitiendo las acciones anteriores, intentó también leer un cuento y jugar con las voces de los personajes, aunque su hijo no lo entendiera mucho, y luego Lewis pudo escuchar a través del monitor de bebé, el sonido de la mecedora.
Cerró los ojos y se limitó a escuchar, con un brazo cruzado detrás de la cabeza. Incluso siendo perturbado cuando intentaba tener sexo, Lewis no cambiaría nada de su vida, tenía una pareja increíble, una carrera increíble, una niño hermoso, más momentos felices de los que podía contar, un futuro prometedor, y aunque ya no en las carreras, luego de este año capas cambiaba eso, aunque sería sopresa, no se lo diría a Max todavía, su pareja había regresado luego del embarazo y estaba devuelta en la cima de su carrera.

Finalmente, seguro de que el bebé dormía esta vez, y profundamente, Max regresó a la habitación una vez más. "Bueno, creo que la tercera es la vencida, así que seamos rapidos"

Pero se detuvo en medio del resto de lo que diría, en la cama, Lewis estaba profundamente dormido, con los labios entreabiertos en una réplica exacta de cómo su hijo dormía en su cuna.

"Maldición, quería terminar de jugar", susurró moviéndose en silencio, Max se acostó alado de Lewis y tapó a ambos.

Max & Lewis (Agosto de Mpreg)Where stories live. Discover now