Dia 3: Antojos

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Max suspira ante el primer toque de las manos de Lewis alborotando su cabello, se está poniendo bajo el control de Lewis, lo cual no era lo que había planeado cuando llegó aquí, pero de todos modos se siente bien.

"Eres muy guapo, ardiente y jodidamente perfecto, hombre". Lewis lo dice como si estuviera asombrado y a Max se le revuelve el estómago, sus ojos se alejan cuando Lewis desliza un dedo debajo de su barbilla e insta al conductor de Red Bull a que lo mire. El toque de sus manos sobre el pecho desnudo y pálido de Max es suave.

Es aún más sorprendente cuando Lewis se pone de rodillas, arrodillándose en el espacio entre las piernas de Max y besándolo, un beso tierno y emotivo, es casi romántico, tentativamente, paciente a pesar de que Max está abriendo la boca y metiendo la lengua en la de Lewis en la primera oportunidad que tiene.

Él no está aquí por ternura, por simpático, o calentura, o tal vez si, tal vez está cumpliendo una de esas fantasías reprimidas que su padre le decía de joven que no odia tener, que no eran dignas. No está aquí por Lewis en absoluto, en realidad si, tal vez, por una vez, va a ser egoísta y disfrutar de un placer para si mismo.

Definitivamente tenía que dejar de pensar en ese momento, la mayoría de las noches tenía flashes de esa noche, y luego pasaba el día pensando en ellos, y así estaba ahora, en el apartamento del joven conductor de McLaren, comiendo donas con un té de hierbas que Daniel y Lando habían traído, diciéndole que harían bien para la digestión, solo aceptó porque quería comer otras donas, en especial esas rellenas de Nutella que parecían hacerle agua la boca, aunque su antojo más loco es ponerle Nutella a todo, desde bananas, hasta al pollo y ensaladas.

"Es seguro que estés comiendo ya sabes, eso, capas quieras unas galletas con queso para acompañar el té", Lando murmuró un poco rápido y nervioso, hacia unos días que le habían dicho, y aunque al principio pareció sorprendido y ahora había descubierto que tenía que tener cuidado sobre los comentarios de lo que Max comia si no quería recibir alguna mordida o golpe en la cabeza de parte del mayor, Daniel enseguida movió a su compañero de equipo hacia atrás de él para protegerlo del almohadón que volaba en su dirección.

"Sabes solo porque ahora te liberas de esa dieta estricta no significa que debas atragantarte con donas, le diré a Brad", el mayor se acercó a retirarle la caja al joven embarazado.

"Atrévete si querés dejar de tener las dos manos para poder conducir este año Daniel", Max tomó la caja dejandola sobre sus piernas, "Además son mi apoyo, luego de que los ataques de náuseas de hace dos días, donde tuve la charla con Christian, donde grito, lloro, grito nuevamente, me felicito y quería matar a Daniel, y costó hacerlo entender que Daniel no es el padre, luego se alegro por eso, y se enojo cuando no le conté lo del padre en cuestión, por lo menos podré seguir en Red Bull, manejando el SIM y dando consejos de estrategia, viajar con ellos cuando quiera a las carreras hasta que pueda volver a conducir", se metió otra dona casi entera en la boca, provocando que Lando rodará los ojos y cayera sentado a su lado, el joven conductor miraba a su amigo, sus ojos iban a el abdomen de Max, su imaginación volaba.

"Sabes, Lando, te deberíamos dar la charla de las abejas y los bebés, ahora que andas saltando sobre los huesos de mi entrenador", Daniel le guiño al más joven, provocando que quedara totalmente rojo de vergüenza y que Max se riera casi atragantandose con un trozo de dona.

"En vez de hablar de mi, no deberíamos planear como ayudar a Max s encarar a Lewis con la futura paternidad, después de todo, en unos días es la segunda prueba antes de la carrera y todos sabrán que Max no estará este año compitiendo con nosotros", el más joven de ellos miró a los otros dos conductores, viendo como Max palidece un poco, sabía que le darían todo su apoyo en lo que decidiera.

Max & Lewis (Agosto de Mpreg)Where stories live. Discover now