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Pablo

Hace ya casi una semana que no se nada de Alaska y no se porque, no se que bicho le habrá picado. La última vez que hablé con ella fue cuando se había ido de fiesta para celebrar sus dos nominaciones en los goya y no voy a mentir, estoy preocupado.

Sé que no debería de estarlo ya que es mayor y se puede cuidar sola, pero no pude evitar hacerlo porque la última vez que me habló fue cuando estaba fumada y me había confesado que echaba de menos tenerme con ella, y la verdad es que yo también la extraño.

Por lo que ahora mismo me encontraba en la calle para ir a la casa de la única persona que sabía lo que le pasaba, mi gran amigo Pedri. Ya en si casa decidí tocar el timbre y como para no, me abrió su hermano Fernando.

- Hola, ¿está Pedri?- él miró para dentro y luego me volvió a mirar a mi.

- Sí, pasa.- se hizo a un lado para dejarme pasar. Yo entré y me senté al lado del canario en el sillón.- Voy a mi habitación, ¿vale?

- Vale bro- le respondió Pedri, cuando su hermano se fue me miró- ¿Estás bien?

- Si claro, ¿por?

- Tienes cara de preocupación, seguro que serán cosas mias.

- Bueno.. en verdad si estoy algo preocupado por Ali. Lleva días sin hablarme y la última vez que me habló fue de fiesta y no estaba muy bien que digamos en esos momentos. ¿Sabes si le pasa algo o si la he vuelto a cagar?- él negó.

- Tranquilízate, ¿vale? Ella está bien. Acabo de hablar con ella y está perfectamente. Esto no te lo puedo contar yo, creo que es un tema que más bien te lo tendría que comentar ella.

- Eso es lo que quiero, hablar con ella. ¿Te conté lo que me dijo?

- Sí, pero en serio, tranquilo que no es tu culpa. Ella necesita algo de tiempo para pensar.

- ¿Pensar?- pregunté extrañado.

- Mira- soltó un suspiro.- esto te lo cuento porque te considero como mi hermano pequeño, pero no le cuentes nada de lo que te he dicho a ella, ¿vale?

- Te lo prometo, es más, pinkie promise.

- Como ya te dijo, ella te echa de menos Pablo. Y aunque la muy terca siga diciendo que no, sé de sobra que quiere volver a tener algo contigo. Hermano, que el otro día cuando Eric se quedó en mi casa habló con ella, ¡y se dio cuenta hasta él!

- Ya sabes lo cabezona que es- él asintió.- parece mentira que sea piscis.

- ¿Qué?- preguntó extrañado.

- Que los piscis no suelen ser cabezotas ni tercos, esos son los tauros. Seguramente su ascendente sea tauro o lo tenga en su carta astral.

- Bro, no se porque para ser sincero no se ni un culo de astrología- ambos reímos- pero es por eso, y le avergüenza lo que te dijo el otro día.

- ¿Le avergüenza mostrar sus sentimientos?- pregunté confundido.

- Supongo que le avergüenza el estado en el que te lo dijo, porque que yo sepa creo que nunca la has visto borracha o fumada, ¿no?- yo negué.

- En lo que ha estado aquí nunca la he visto salir de fiesta, así que sí, es la primera vez que la escucho así. ¿Te dijo algo más?- él negó.

- No porque cuando me dijo eso quiso irse a por un batido del burger y colgó. Pero bueno tío, que eso, que no te preocupes. Aunque si quieres saber más puedes preguntarle a Rach, Arón o a su amigo Iván.

- ¿Iván? ¿Quién es ese?

- Quita esa cara Gavi celoso que es un amigo de ella del instituto, lo que ahora se han hecho más cercanos. Ayer hablé con ella mientras estaba con él y la verdad es que es un tío de puta madre.

- ¿Crees que ahora esté con ella?

- Pues seguramente. Según lo que me ha dicho desde que coincidieron en la fiesta han vuelto a ser como uña y carne, o sea que en estos días no han parado de quedar juntos.

- Muchas gracias por decirme esto, Pedrito.

- De nada cabezón.- le di un par de golpes flojitos en el hombro- Y ya sabes que como le digas algo eres hombre muerto.

[•••]

Alaska

- ¡Iván tío! ¡Se supone que tienes que ayudarme!- le reproché.

Ya llevábamos en una tienda del centro comercial más de una hora porque quería elegir un vestido para los Goya y necesitaba ayuda. Rachel estaba ocupada con su hermano, ya que los padres habían salido y tenia que cuidarlo; mi hermano estaba haciendo no se que mierda de matemáticas y por desgracia o por suerte el único que estaba libre era Iván.

- Tia no me jodas, llevamos una hora en esta puta tienda. ¿Tú crees que tengo la cabeza para estas cosas?

- No me seas dramas hijo, que encima llevamos poco- él abrió la boca en forma de indignación- no te pongas así porque el tiempo mínimo que paso yo en una tienda para elegir ropa es de dos horas.

- Joder, pues recuérdame que no vaya más de tiendas contigo, eh.

- ¡Iván por favor! Que solo quedan seis días para los premios y no se que coño ponerme.

- ¿Pero no te dan la ropa ellos?- yo fruncí el ceño. Este chiquillo es bobo.

- Pero vamos a ver alma de cántaro, ¿tú eres tonto? Allí lo que me hacen es que me maquillan y me peinan, la ropa la tengo que llevar yo.

- Bueno fiera vale, tampoco es que haya asistido a unos premios Goya sabes.- él se excusó.

- Anda vámonos, ya vendré mañana con Rachel.

- ¿Estás segura?- yo asentí.- ¿Quieres que te compre unas papas Lays por las molestias?

- Hombre cariño, eso ni se pregunta.

Ambos salimos de la tienda y da la casualidad de que al lado de ella había un supermercado. Entramos y fuimos directamente a la sección de las papas y cogí mis preciadas papas lays sabor campesinas.

- ¿Quieres algo para bajar las papas? Que si no te me atragantas y el Pablo ese me va a matar.- yo le lancé una mala mirada.

- Agua, por fa.

Ahora nos fuimos a la sección de las bebidas y yo cogí una botella de agua fría sin gas y él cogió un monster de los verdes.

- ¿Algo más?- yo negué.- Pues vamos a pagar.

Nos dirigimos a la caja de pago y ya allí él compró todo. Fue 3,75€ y la verdad es que me extrañó que fuera tan poco, no se si es porque me había acostumbrado a las cuentas millonarias que nos traían en los restaurantes cuando Pablo y yo íbamos a cenar con la plantilla del equipo.

- ¿Quieres ir a tu casa?- yo negué.

- No que allí está mi hermano y se pone a coger de las papas. A ti te lo permito porque las pagaste tú, pero él que se busque la vida.

- ¿Vamos al parque que está aquí detrás?- yo asentí.

Salimos del centro comercial y en menos de un minuto ya estábamos en el parque, ya que estaba demasiado cerca. Nos sentamos en un banco y él sacó de su cajetilla de cigarros uno y se lo puso en la boca.

- ¿Quieres uno?- me preguntó con la caja aún abierta.

- Sí. Sabes de sobra que yo a ti nunca te he negado un cigarro- ambos reímos.

Me lo dio y también me dio el mechero para poder encenderlo. Ya una vez encendido, le pasé su mechero y se lo guardó.

- La de mecheros que me robabas en clase eh hija de puta- yo me empecé a reír- no me rio, que cada día tenia que llevar un mechero nuevo porque me lo robabas. ¿Los sigues teniendo?

- Claro que los sigo teniendo. Los tengo en un cajón en mi mesa de noche.

- Todavía sigo esperando a que me los devuelvas, eh.

- ¿Sí? Pues espera sentado anda.

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estoy flipando con el apoyo que esta teniendo esta fic, ya tiene casi 9K de leídas, muchísimas gracias por leerla y espero mucho que os esté gustando 🫶🏻

superstar | pablo gavi.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora