superstar | pablo gavi.

2

Alaska

- ¿A dónde vamos?- le pregunté por décima vez a Chris, el ayudante del director.

- Te quieres callar ya- mi madre me susurró.

- No pasa nada, es normal que esté nerviosa- Chris me sonrió- falta muy poco, de hecho, ya hemos llegado.

Nos bajamos del coche y llegamos a un edificio que tenía en grande las letras "FCBARCELONA" y tenia el escudo de ese equipo de fútbol.

- Chris, ¿qué hacemos aquí?- le pregunté.

- El director de la película, el presidente y el entrenador del barça están haciendo un acuerdo- comenzó a caminar pero al ver que yo seguía quieta se paró y miró para atrás.- ¿No caminas?

- No quiero parecer borde pero ¿a mi que me importa el acuerdo que estén haciendo esos señores?- Chris soltó una risita y mi madre en cambio me miró mal.

- ¡Alaska!

- En ese acuerdo tú tienes que ver, y mucho- dijo y seguí quieta. me pregunto a que se referirá.- ¿vamos?- asentí y comencé a caminar.

Al entrar al edificio nos paró un guarda de seguridad (y la verdad es que me hubiese preocupado si no nos parase).

- Soy el ayudante del señor De la Iglesia, ahora mismo está discutiendo un acuerdo con el señor Laporta y Hernández.- el guarda nos miró a mi y a mi madre.

- ¿Y ellas?- Chris les susurró algo en el oído y nos dejó pasar.

Solo tuvimos que subir un par de escaleras para quedar enfrente del despacho del presidente del fútbol club barcelona, la verdad es que cuando le diga esto a Rachel se va a morir, ya que ella es culé desde que es pequeña.

Chris tocó la puerta y le abrieron, y ahí estaban Joan Laporta, Xavi Hernández y Alex de la Iglesia sentados en una especie de mesa de reuniones. Nosotros tres pasamos al despacho y uno de los seguratas que estaban ahí cerró la puerta.

- ¡Alaska! Me alegro de que hayas llegado bien- Alex se levantó de la silla y fue hacia donde estaba yo. Se paró enfrente de mi y de mi madre.- decidme, ¿qué tal el vuelo?- mi madre iba a hablar pero yo me adelanté.

- Pues la verdad que muy mal- dije y Alex me miró divertido.

- Oh. ¿Y eso?

- Habían muchas turbulencias, y además odio el despegue y el aterrizaje- confesé.

- Bueno tranquila, cuando vuelvas a Córdoba me aseguraré de que vayas en ave, ¿vale?- yo asentí.

- Tomad asiento, por favor.- nos habló el presidente del barça y le hicimos caso inmediato. Iba a seguir hablando pero yo levanté la mano y me dejó hablar.

- No es por nada pero ¿por qué estoy en las oficinas del barça? No entiendo nada.

- Eso te íbamos a explicar- dijo Xavi, con una sonrisa.

- Verás Alaska, tu papel es de una chica la cual es la novia de un futbolista, ¿me equivoco?- negué con la cabeza.- hemos pensado en arreglar una relación con uno de nuestros futbolistas del primer equipo, así puedes vivir en primera persona la experiencia de ser la novia de un futbolista y puedes patrocinar la película, ¿qué te parece?

- Pero mi hija todavía es menor de edad- habló mi madre.- aunque tenga 17 años no dejaré que esté con un mayor de edad.- yo miré a mi madre y luego miré al entrenador ya que iba a hablar él.

- No se preocupe señora- comenzó a hablar Xavi.- lo tenemos todo planeado, ya que uno de nuestros jugadores del primer equipo también tiene la edad de su hija.- mi madre me miró y yo alcé los hombros.

- ¿Y ya lo habéis hablado con él?- ellos asintieron. Genial, soy la última en enterarme.- ¿Cómo se llama?

- Pablo Páez- habló ahora Alex- aunque es más conocido por su apodo, Gavi. ¿Lo conoces?- asentí.

- Mi amiga está obsesionada con Pedri y con él, como para no conocerlo- suspiré.

- Pues bueno, me alegro de que ya esté todo hablado- el presidente del barça se levantó de la silla.- Alaska ¿crees que podrías venir al entrenamiento para poder hacer ya vuestra primera aparición en público?

- ¿A qué hora sería?

- Sobre las tres.- miré la hora por mi móvil y marcaban las once de la mañana, yo solo miré a mi madre en busca de su aprobación.

- Sí, puedes ir.- me dijo mi madre.

- Puedo ir- le confirmé al presidente.

- Perfecto. ¿Podrías estar aquí a las dos y media? Le diremos a Pablo que también esté a esa hora para que vayáis juntos al Camp Nou, que está a unos 15 minutos a pie.- yo asentí.- Pues hasta después.

Nos despedimos de él y salimos del despacho. Como le cuente esto a Rachel la mato de un infarto.