Durante toda su vida, Alaska Sikora ha soñado con ser una actriz reconocida en el cine, por lo que desde que emigró a España desde Polonia, con tan solo 15 años, comenzó a ir a todos los castings que veía.
Un año después, cuando recién cumple 17 le...
- Lask, ¿te queda mucho?- le grité por tercera vez a mi hermana.
"Lask" era un apodo que le puse cuando éramos pequeños ya que yo no podía pronunciar su nombre bien, y desde eso la he llamado Lask en vez de Alaska.
- ¡No Ron, enseguida bajo!- dijo desde el piso de arriba.
- ¡Date prisa que son menos cuarto y tienes que estar a en punto en el rodaje!
- ¿Queréis dejaros de tanto griterío?- mi madre se sentó en el sofá- me tenéis la cabeza loca eh.
- Haberte puesto condón señora, ni Lask ni yo pedimos nacer- solté sin pensar, llevándome una mala mirada por parte de mi querida progenitora.- Mami, sabes que lo dije de broma.
- Si claro- ella rodó los ojos- ¿Vas a llevar tú a tu hermana al rodaje?- asentí.
- Tengo que aprovechar que me saqué el carnet hace un mes mami.
- A ver si logras convencer a tu hermana de que se lo saque, no quiere hacerlo.
Típico de mi madre, hacer que yo intente manipular a mi hermana para que haga lo que ella quiera, siempre ha hecho eso desde que tengo uso de razón.
- Pues si no quiere no deberías de obligarla, es su decisión.
- ¿De que estáis hablando?- nos interrumpió mi hermana, ya que había terminado de prepararse y estaba lista.
- De nada reina mía- le respondí- ¿preparada para que tu hermano mellizo te lleve al plató?
- Si no hay más remedio- ella suspiró y yo pasé mis brazos por sus hombros.
- Adiós madre, no nos eches de menos, aunque eso será complicado.
- Adiós mis bebés.
Salimos de mi casa y fuimos hacia donde mi madre había aparcado el coche. Yo me senté por el lado del piloto y mi hermana por el lado del copiloto.
- Hoy es su cumpleaños- dijo mirando el móvil- ¿debería felicitarle?
- ¿De quién hablas?- le pregunté mientras encendía el coche.
- De Pablo, de quien va a ser- y me enseñó un reels que subió la cuenta del Barça de cómo le dieron una tarta con una vela de un 1 y un 8.
- Yo no lo felicitaría, anda y que le jodan, después de lo que te hizo- ella fue a hablar pero yo seguí- como vea que lo felicitas te dejo aquí tirada eh- bromeé.
- Vale- ella bufó.
- Oye, era broma. Si quieres felicitarlo estás en tu derecho, pero no creo que se lo merezca después de lo que te hizo.
- Es que él sí me felicitó por mi cumple- me miró haciéndome un puchero.
- Pero cariño, hace una semana te enteraste de que te puso los cuernos. No se lo merece.
Alaska
Mi hermano tenía razón, pero como soy tonta y me gusta llevarle la contraria a la gente decidí felicitarle.
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