JUSTICIA TARDÍA

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Un nuevo día libre, fuera de una red de prostitución como en la que estuvo durante cuatro años no se sintió como Jungkook esperaba.

Un nuevo día libre fuera de una red de prostitución como en la que estuvo durante cuatro años no se sintió como Jungkook esperaba.

No todo volvió a normalidad ni fue miel sobre hojuelas como si ahora pudieran vivir felices para siempre.

Dejar lo que has conocido toda tu vida da miedo, habrán sido cuatro años pero abusos y manipulación es lo que Jungkook ha tenido toda su vida. Tener a Taehyung en sus brazos en este momento es lo único que lo jala pies a Tierra pero teme lo que pasará mañana, teme que Hyun Su, es decir, Sihyoon se salga con la suya junto con todos esos bastardos.

Seokjin…

Ya no sabe qué creer o ya no puede creer en él, ya no está seguro de nada. Verlo salir ante ayer con Hoseok llorando así le hace pensar muchas cosas y no consigue dormir ni un poco con ese perturbador recuerdo en la cabeza. Jungkook está mirando al techo soltando suspiros involuntarios, acostado en una cama prestada con Taehyung no es tan malo, él duerme apoyando la cabeza en su firme pectoral entre su brazo bueno pues el otro todavía molesta, y su acanelada mano descansa en su pecho; la blancura de los ojos de Jungkook brillando en la oscuridad de esa gigante habitación.

Taehyung se remueve igual de incómodo entre sueños también; se aprieta contra él con tanta fuerza aunque está dormido, recordándole su responsabilidad y deseo por cuidarlo. No importa lo que pase mañana o el miedo y el enojo que sienta, debe seguir manteniendo la compostura y lograr esconder lo mucho que le aterra que algo salga mal.

Escucha pequeños sollozos a unas camas de distancia en medio de la oscuridad. Hoseok se envuelve contra sí mismo en una pequeña bolita gimiente cubriéndose con las mantas de mala calidad. A dos camas, Layla le está susurrando palabras de consuelo a Jenni quien se acurruca entre sus brazos exactamente igual como lo hace Taehyung con él.

La luz de luna que entra por las ventanas creando sombras oscuras es lo único que le hace capaz de percibir la forma en la que Layla le besa la cabeza y luego la atrae por el mentón para levantar su rostro y juntar sus labios en un beso suave, desamparado. Entiende que todos se sienten igual, los demás chicos que están acostados a su lado en todas las camas apostadas por la amplia extensión deteriorada como si fueran un montón de niños en un orfanato tampoco pueden dormir, otros dejan salir pequeños ruidos entre pesadillas y de pronto ya no hay silencio sino murmullos de lágrimas y jadeos ahogados en volumen bajo.

Es temporal, pronto esto acabará y dentro de unos años podrá tener una linda familia en una casa decente que ha conseguido por medios decentes porque para ese entonces será una gran persona mejor de lo que puede ser ahora.

Jungkook debe convencerse a sí mismo de ello, ha tenido que convencerse de muchas cosas últimamente y engañar a su cobarde cerebro para que piense que puede aunque dude.

Aprieta a Taehyung por la espalda tratando de sentirse seguro de sí mismo, de que puede reunir fuerzas una vez más.

Cuenta con esta familia que le rodea para lograrlo.

Tae se despierta en un gimoteo abrupto. Sus ojos se abren con miedo. Otra vez ha vuelto a soñar con sus padres pero esta vez el hombre que sostiene al bebé de su habitual visión, su padre, tiene rostro, el perturbador rostro de Hyun Su, su jefe, un amoral proxeneta. Pero esta noche también es diferente, tiene a Jungkook y eso es lo único que puede llenarlo de alivio ahora. Resignado a sus habituales sueños recurrentes suelta un suspiro y levanta el mentón para mirar su cuello, cómo la garganta de Jungkook respira y traga tranquila; mandíbula firme, labios rosados, nariz perfilada y ojos oscuros que ahora destellan con los prismas lunares que se cuelan por las cortinas batidas al frío viento de la madrugada. Todos tan inadaptados a dormir de noche.

𝐏𝐫𝐨𝐭𝐞𝐜𝐭 𝐌𝐞 [𝐊𝐨𝐨𝐤𝐯] +𝟏𝟖Where stories live. Discover now