superstar | pablo gavi.

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- ¿Quieres comida china o italiana?- le respondí con una pregunta después de ver los dos restaurantes que teníamos enfrente.

- Sabes que siempre diré comida china.

Entramos para el restaurante y pedimos arroz tres delicias, ternera con gambas y pollo al limón. Alaska también quiso sopa de aleta de tiburón y se la pedí.

- Gracias- le dijo a la camarera cuando le sirvió la sopa- su puta madre que grande es la cuchara- habló cogiéndola.

- Venga anda, come- ella le dio un sorbo a la sopa y se notaba pero desde lejos que no le había gustado.

- ¿Quieres probarla?- ya está, esa era mi prueba definitiva para saber que no le gustaba.

- ¿No te gusta?- le pregunté riendo, ella negó con una sonrisa tímida.- anda dame.

Me pasó el cuenco con la sopa y la probé, la verdad es que no se porque no le gustó si estaba buenísima.

- Pero si la sopa está de puta madre.

- Pero es que a mi no me gusta- dijo con un puchero.

Cuando trajeron el arroz, el pollo y la ternera se lo sirvió en el plato y comenzó a comer, yo cuando me terminé la sopa hice lo mismo.

- Qué, eso tampoco te gusta- bromeé.

- Cállate anda.

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- ¿Te quieres quedar a dormir aquí?- me preguntó y yo asentí.

- Vale sí, así os acompaño hasta la estación de trenes y me puedo despedir de ti.

- Pues ven.

Entramos a su casa y su madre ya estaba dormida, lo supimos porque estaba todo apagado y no había nadie por toda la planta baja de la casa.

Subimos a su habitación y ella sacó de su armario un pantalón de pijama mío, ¿por qué lo tiene ella? No lo sé la verdad. Me quite la ropa para ponerme el pantalón pero se me había olvidado que estaba ella delante.

- Eres un exhibicionista- dijo sonrojada.

- ¿Exhibicionista?- me terminé de poner el pantalón y fui hacia donde estaba ella- cariño, tú no conoces a mi yo exhibicionista todavía.

- Voy a cambiarme- iba a ir al baño pero antes de que fuera la llamé.

- Si quieres cámbiate aquí, me doy la vuelta y no miro, lo juro.

- ¿En serio?- yo asentí y me di la vuelta.

Nunca se había cambiado delante mía ya que le ponía muy incómoda por algo que le pasó y de hecho no la culpaba, si no estaba lista todavía no voy a presionarla.

- Ya está.- me llamó y me di la vuelta y ahí estaba ella, con una camiseta mía de entrenamiento usándola de pijama y un pantalón corto.

- Oye, que bien te queda esa camiseta ¿no?

- ¿Tú crees? Se la quité a un tonto que me la dejó y se pensó que se la iba a devolver.

- Que tonto el tío ese- ambos reímos- venga, vamos a dormir.- nos acostamos en la cama y le di un beso en la frente.

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Alaska

- No me quiero ir mamá- dije mientras abrazaba a Pablo, el pobre no podía soltarse de mi agarre.

- Mi amor, nos está mirando toda la estación de trenes- me susurró mi novio.

- Cariño eso es porque eres Pablo Gavi, parece mentira que no lo tengas asimilado.- mi madre rodó los ojos.

- Alaska vamos, nos está mirando toda la estación de trenes.- me agarró de la mano y me separó de Pablo.

Yo miré a mi madre y luego miré a mi novio, tenia la cara gavi pero no la cara gavi de enfadado sino la cara gavi de pena.

- Te voy a echar de menos- me dijo, yo miré a mi madre y me soltó la mano. Yo fui a abrazar a Pablo de nuevo y escondí mi cabeza en su pecho.

- No te olvides de mi porfa, prométeme que me escribirás.

- Te lo prometo reina- me dio un beso en el pelo y yo levanté mi cabeza. Le agarré la cara con mis dos manos, me puse de puntillas y le di un beso.

Ya cuando nos separamos me volví a ir con mi madre para coger el tren a Badalona, después de haber hecho este show como si Badalona no estuviera a 20 minutos de Barcelona.

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final del primer acto