Capítulo 5| Confrontaciones

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—Mañana es jueves —Informó Evelyn, sonriendo con burla.

—Mi hermano te espera —Le recuerdo haciendo el ademán de despedirme. No sé cómo logro soportar esto.

Asiente dando media vuelta sobre su propio eje, para emprender rumbo al comedor y desaparecer por la puerta, dejándonos a mí y a Logan en un incómodo silencio.

Pasa su mano izquierda por su cabello azabache el cual cae por su frente, además de que un suspiro frustrado sale de sus rosados labios. Las cosas al parecer no habían salido nada bien.

El amor es demasiado complicado a mi parecer.

Aunque perdonara a mi padre el tiempo no se revierte, los recuerdos perdurarán por siempre en tu mente y el dolor en aquella época era inevitable. Las veces que me veía a mí misma como un ser deleznable, alguien que se rompería cual cristal en la más mínima ocasión.

Las veces en las que buscaba justificación a las impías acciones de mi padre, aunque él no mostrará ni un ápice de culpa o remordimiento, era lo que me hacía pensar que en verdad no lo sentía. Sin embargo, solía disculparse cuando en verdad se veía metido en un aprieto.

—Ya debo irme —anuncia Logan regalándome una tierna sonrisa.

No lo culpo, yo tampoco querría seguir aquí.

—¿No veríamos una película? —Señalo el televisor intentando convencerlo de quedarse, pero es inútil.

Comienza a caminar hacia la puerta principal.

—Eso lo dijiste para sacarme de un aprieto.

En parte lo que dice es cierto.

Un fuerte grito femenino proveniente del comedor nos saca de nuestra conversación, instantes después escucho mi nombre en un fuerte grito de una voz la cual reconozco como la de mi hermano.

No recuerdo haber hecho nada malo, al menos no hoy.

Logan camina a paso apresurado, desapareciendo por el marco de la puerta que daba al comedor. ¿Por qué no se fue? Obviamente permaneciendo aquí se siente incómodo y por lo que vi no se llevan muy bien.

La verdad creí se iría, y que tal vez, solo tal vez comenzaría a pensar que sería mejor terminar con cualquier juego que haya empezado. Si realmente la odiaba o algo parecido no hubiese ido a ver si algo le pasaba.

Si no es así, entonces tengo algunas cualidades para la respuesta de aquella pregunta.

Amabilidad.

Caballerosidad.

Empatía.

Son unas de las cosas que hasta ahora me ayudan a complementar la respuesta, simplemente puede llegar a ser mera curiosidad. Pero, durante toda mi vida no he dejado de darle vueltas al pasado, cuando lo que debería pasar por mi cabeza es lo que quiero para mí en un futuro.

Los espero sentada en el sillón de la sala, sé que me llamaron, pero no es como que tenga ganas de escuchar reclamos, más si no hice nada malo.

Me levanto abruptamente del sillón cuando veo a Logan aparecer por la puerta del comedor, detrás de él se encuentran Leandro y Evelyn, ella me señala como si fuera culpable de algo y Leandro me mira con el ceño fruncido, mientras que Logan se acerca a mí a paso lento.

Cuando está lo suficientemente cerca de mí me toma delicadamente del brazo, sin ejercer presión.

—Hablaré con ella —indica Logan, mirándome directamente a los ojos, dejándome cada vez peor.

—No, será mejor que hable Leandro con ella —tartamudea Evelyn, posando su mirada sobre mí con algunas lágrimas bajando por sus mejillas.

¿Qué hice? No hagas que te odie más, Barbie.

—No, lo haré yo, Leandro se quedará contigo —explica Logan, encaminándonos hacía la puerta principal sin titubear en ningún momento.

Miro por encima de mi hombro a mi hermano y a Evelyn, ella me mira como si quisiera asesinarme en ese mismo instante, después partirme en pedacitos y dárselos de comer al perro del vecino, y si fuera posible revivirme para hacerlo una y otra vez.

Tremendas novias te consigues Leandro.

Logan cierra la puerta principal tras nosotros salir, permaneciendo ahora en el jardín delantero de mi hogar.

—¿Por qué gritó? —cuestiono confusa soltándome de su agarre, levantando mi mirada para verlo a los ojos.

—Leandro le dijo la verdad, que lo habías hecho tú, y se inventó una alergia —frunce la boca con desagrado—. Entonces ella aprovechó eso para decir que tú sabías de su alergia y que lo habías hecho a propósito.

Voy a arrancarte las extensiones, te haré comerte las croquetas de un perro y después te dejaré colgando de un árbol. Lo mejor será decirle a mi hermano, ya verás.

—¿Estás bien? —pregunta preocupado. Literalmente me había quedado inmóvil por un buen rato.

—Sí, solo pienso en la muñeca.

—¿Muñeca?

—Sí, pero me parece más una bruja —miro por el rabillo del ojo la ventana que se encontraba a un lado de la puerta principal, dando vista hacia la sala.

A través de la ventana podía ver a mi hermano de espaldas abrazando a Evelyn quien nos mira fijamente desde su lugar, con el odio desbordando en su mirada. Entonces hago lo que quise hacer desde el momento en que la vi aparecer por primera vez en la puerta principal de la casa, con su largo cabello rubio por detrás de sus hombros, con sus llamativos ojos azules, vistiendo un vestido veraniego.

Hago lo que cualquier persona normal haría en un momento como este.
Le muestro mi dedo corazón.

—Puta —murmuro con rabia.

Estoy dispuesta a soltar todas aquellas maldiciones que se encuentran en mi vocabulario, pero Logan me tapa la boca con su mano y con la otra baja mi mano la cual aún mantenía mi dedo corazón arriba.

Evelyn hunde su ceño y tiene la boca abierta ofendida, mostrando lo notablemente molesta que se encuentra ante mi acto. Exagerada.

—No hagas eso —me reprende Logan molesto—. Por más molesta que estés no debes rebajarte por personas así, además te meterás en más problemas.

»Solo dile a tu hermano la verdad, que yo igual te ayude y que no tenías idea, después hablaré con él para decirle que es mentira lo de la alergia si no te cree —hace una pequeña pausa—. Conozco a Evelyn, es realmente mentirosa para conseguir lo que quiere, sí que te tiene odio.

Retiro su mano de mi boca, permitiéndome articular palabra, pero mi mirada seguía manteniéndola en aquellos ojos grises que me confunden.

—Lo intentaré —vacilo, observando la conexión entre nuestras manos.

Ahora mi curiosidad se encuentra por las nubes. ¿Qué pasó entre él y Evelyn?, ¿y cómo me deshago de la garrapata de la Barbie?

—Está bien, nos veremos mañana en la escuela —Sonríe ampliamente, haciendo que se le marcaran unos lindos hoyuelos en las mejillas.

Definitivamente la Barbie se había sacado la lotería cuando estuvo con él. Tal vez él y Adelaida se lleven bien, me llaman cupido.

—Claro —respondo con simpleza—. Gracias por todo.

—No es nada.

Entonces alza nuestras manos que ahora se encontraban entrelazadas, colocándolas entre nuestros rostros, observando aquella conexión entre mi mano y la suya, acercándola a su rostro para después dejar un beso sobre mis nudillos.

Sei bellissima, sono stato fortunato a trovarti e ora voglio che tu faccia parte della mia vita.

Y yo apenas sabiendo hablar bien español.
¿Cómo dices qué dijiste?, ¿habla italiano?, ¿qué fue todo eso?, ¿me besó la mano?

Un chico fuera de este mundoWhere stories live. Discover now