Capítulo 13.

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Stiles

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Stiles.

Una alarma suena, es tan temprano y el susto me tira de la cama. ¿Podría alguien apagar ese reloj? No me acostumbro, no aún. Es normal en mi llegar tarde a todos los lugares importantes, pero ya no puedo jugar como antes.

Ya va una semana de haber llegado aquí, mi cuerpo duele. Ampollas invaden las palmas de mis manos y las plantas de mis pies, raspones y heridas dibujan patrones artísticos en mis antebrazos. Me duele mucho, pero quiero soportar por Derek.

Las comidas son extrañas, extraño los pancakes y no entiendo porque siempre hay cigarrillos en mi bandeja, yo no fumo, además. ¿No dañan la salud? Se los he regalado a Derek ya que al parecer hace negocio con ellos.

Se habla de una guerra, espero que no suceda, al menos no pronto. No estoy entrenado como los superiores y estoy seguro de que una bala puede privarme del mundo.

Ya hemos trotado, y sigo sin saberme la canción, por lo que debo dar vueltas extra. Después de eso me dirijo al comedor con mis...

¿Amigos? No sé si los tengo, Isaac Lahey es serio y callado, pero por alguna razón siempre se mantiene a mi lado y al de Liam, este último si que es amigable, pero aún es muy pronto para saber si seremos amigos cercanos.

- Hey, ¿ya supieron lo de Corey?  - menciona Isaac, raro viniendo de él.

- Ni siquiera se quien es. - responde Liam encogiéndose de hombros y yo hago lo mismo.

- Ya le han dado su novatada, es cuestión de tiempo para que hagan la nuestra. - tose el ojiazul.

- ¿Qué le han hecho? - pregunto alterado al verlo a la distancia, tiene labios hinchados, como esos que se ven en las caricaturas cuando cientos de abejas te pican.

- Mason dijo que lo llaman "El beso". - musita Isaac.

- ¿Y eso qué es viejo? - pregunto expectante.

- No juzgo, pero descubrieron que Corey es... Ya saben. El beso consiste en hacer una fila de puñetazos en los labios del atacado, y todos deben sonar como un beso. Por ello sus labios se ven así. - susurra Isaac mientras aclara su garganta.

- Eso es cruel. - suspira Liam quien se sienta derrotado en la mesa.

- Sólo mantengamos la cabeza baja por ahora, quizá así no nos hagan ninguna... Bienvenida. - aconsejo, una torpe fantasía que mantiene mis pies en la tierra ante la inminente golpiza que está por venir.

- Si tú lo dices. - musita Liam.

La verdad es que, no fue como dije. La novatada llegó. Por suerte nadie sabe mi sexualidad, así que mi castigo no fue tan cruel. Estaba en las duchas junto a Isaac, alguien se ha robado nuestra ropa. Salimos corriendo del baño tapando con nuestras manos nuestra hombría.

𝐓𝐞 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐞́ 𝐞𝐧 1945. | 𝐒𝐭𝐞𝐫𝐞𝐤 |Where stories live. Discover now