𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 27

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Ann se sintió en conflicto. Habían pasado más de dos horas desde que sus abuelos terminaron el relato de su tiempo en el Titanic y luego decidieron irse a la cama. Cómo podían dormir en este momento después de no solo revivir ese trágico recuerdo de la niña que había sido su tía bisabuela muriendo en el océano, sino también por todo por lo que habian pasado esa noche.

Después de darse cuenta de que Jack y Rose no tenían idea de lo que había sucedido con el Corazón del Mar después de que Cal se lo quitara a Sarah cuando culparon a Jack de ladrón. Brock llamó personalmente a los patrocinadores de la expedición para decirles que el Keldysh empezaría a navegar a casa mañana a primera hora. Luego le dijo al resto de la tripulación. Estaban extasiados y rápidamente sacaron las reservas de alcohol que habían estado guardando para cuando finalmente encontraran el diamante para celebrar y sacaron sus radios portátiles de sus camarotes. Claro, es posible que no hayan encontrado el Diamante Azul de la Corona, pero finalmente iban a salir de esta nave. Estarían en tierra firme nuevamente y verían a sus familias por primera vez en más de tres años, y para ellos, eso era algo que valía la pena celebrar.

Ann no estaba segura de lo que debería estar haciendo. Originalmente había planeado volver a la camarote con su padre, o ir a ver a sus abuelos para después dormir, pero ambos le dijeron, a ella y a Bryan, cortésmente que fueran y disfrutaran de la fiesta, diciéndoles que necesitaban estar a solas. 

Era natural, después de revivir todo lo que vivieron del Titanic necesitaban estar solos.

Ann fue a cubierta y podía ver a Bodine y Bobby en la esquina, bebiendo con algunos de los operadores sumergibles.

-Por irnos de estas aguas olvidadas por Dios y volver a casa- dijo Lewis antes de beber

Ella los ignoró, ya que vio a Brock con Bryan en la cubierta de abajo, de pie junto a la barandilla, lejos del resto de la celebración. Levantó la vista mientras ella bajaba el tramo de escaleras de hierro y se acercó a ellos.

-Hola- dijo Brock débilmente.

Ann sonrió y asintió por encima del hombro al resto de la tripulación.

-Vengan a la fiesta.

-Ya me imagino cuando llegue el momento que puedas beber, te emborracharas que bailarías toda la noche- dijo Bryan y Ann suelta una pequeña risa-. Espero que no bebas nunca.

-Prometo que no tomare en excesos- dijo Ann recargándose en la barandilla- ¿Hablaste con mamá?

-Le llame, esta en casa y no esta sola. Tus abuelos, incluyendo tus tíos hasta tus tíos abuelos: Fabrizio, Elizabeth y Trudy están en casa, esperándonos- voltea a ver el mar-. Quieren una explicacion del por que no sabían nada del Titanic.

Ann asiente, no le sorprende que su madre haya llamado a todos diciéndoles que sus abuelos son sobrevivientes del Titanic, y sobre todo que ahí murió la tía abuela Sarah. Era obvio que querían explicaciones del ¿Por que no se los dijeron?

-¿Que hay de James, Molly, y Tommy?- pregunto Brock

-Vera... James murió hace 10 años, Molly murió en un accidente de auto a los 20 años, y en cuanto a Tommy es el padre de mi esposa, mi suegro.

-Lamento lo de James y Molly.

Bryan y Ann asienten levemente.

-Guardaba esto para cuando halláramos el diamante- dijo, sosteniendo un puro frente a ellos. Antes de que ella pudiera decir algo, él rápidamente lo arrojó por la borda. Vieron cómo se alejaba flotando sobre las oscuras aguas.

-Lo siento- dijo Ann vacilante. 

Bryan solo lo toma del hombro, no sabia que decirle, el hombre frente a él y su hija había tratado originalmente de obligarlos a que lo ayudaran a conseguir que sus abuelos les contaran sobre su tiempo a bordo del Titanic, pero eso parecía haber pasado toda una vida. Ahora, el hombre que vio no era diferente a alguien que había perdido todo por lo que había trabajado.

𝗧𝗶𝘁𝗮𝗻𝗶𝗰 - 𝗦𝗮𝗿𝗮𝗵Donde viven las historias. Descúbrelo ahora