27. ¿Voulez‐Vous?

5.7K 420 80
                                    

Me pregunto si cuando Cress dijo "una fiesta" se refería a esto.

La mansión de la bahía tiene una estructura vieja y es un milagro que no huela a moho de lo cerca que está de la playa. Como la mayoría de las casas por aquí siempre tiene este olor a arena y sal incluso a pesar de los años. Y la parte trasera de la casa está llena de maleza. Pero eso no impide que, la mayoría del tiempo, la casa cobre vida. De hecho, era una propiedad abandonada, hasta que Cress, Parker y Nikko la convirtieron en suya.

Avanzo por la entrada principal detrás de la espalda de Adrien. El chico no ha parado de hablar sobre las travesuras que él y los gemelos realizaban en el jardín de infantes, no obstante, mis ojos se han perdido en cómo esos jeans claros abrazan cada centímetro de sus muslos. En serio, este chico debe correr maratones o algo, porque sus piernas parecen capaces de mandarme al hospital de una patada.

Se gira y me atrapa mirándolo, lo que hace que esa sonrisa diabólica solo crezca más y más.

—¿Algo interesante, bella durmiente?

Denver resopla a mi lado y yo tengo que contener de igual manera el resoplido que quiere salir ante la mención de mi nuevo apodo. Parece que los chicos no son tan originales como queremos creer las chicas. ¿Pecosa? ¿Hendrix? ¿Gritona? ¿Bella durmiente? ¿En serio?

—Lo que sea —dice Denver—. Si Billie pudiera escucharte ahora mismo tendrías tu culo diez metros bajo tierra.

—¿Quién es Billie?

—Mi hermana —me gruñe.

Al mismo tiempo que Adrien replica con una ligera sonrisa.

—Mi futura esposa.

Al pasar por la puerta, lo primero que nos recibe es un "¡Cuidado!" de un par de tipos que llevan un barril de cerveza sobre el hombro hasta la cocina. Es una locura. Hay personas en cada rincón del lugar; en la gran sala de estar, bebiendo, jugando beer-pong; en la piscina de la terraza; escucho gritos en la planta de arriba, seguramente en la zona de los juegos en dónde están los dardos, las mesas de billar y el futbolito de mesa.

La mansión parece iluminarse con la mitad de la población escolar aquí y algunos más de escuelas cercanas. No es una sorpresa. Esta casa es una leyenda. Las fiestas aquí son todo lo que los chicos esperan durante el verano. Y por supuesto, la gente solo entra si alguno de los Intocables está aquí también, son los únicos que tienen acceso a la mansión, y nadie reprocha nada al respecto.

Nikko se acerca a nosotros abriéndose paso entre un grupo de chicas que lo han mantenido ocupado, eso por la expresión que ponen en cuanto él les dirige su sonrisa encantadora y murmura una disculpa sobre su hombro. Detrás de él, una cola de cabello rojiza se balancea con la única elegancia y sensualidad que puede tener Aspen y descubro el rostro de mi mejor amiga asomándose felizmente por su brazo.

Siento que no le he visto hace meses incluso cuando nos vimos la semana pasada. Por el abrazo efusivo que me da junto a un sonoro beso en la mejilla, sé que está pensando lo mismo. Eso es lo que siempre pasa. Podemos pasar de estar días alejadas, cada una en lo suyo, a no podernos separar ni un segundo porque nos habíamos extrañado un montón. Suena cursi. Pero es curioso lo mucho que me gusta que nuestra amistad sea así; única en su extraño sentido.

Dejamos a los chicos atrás mientras ella me hace recorrer toda la sala de estar hasta la terraza de la piscina. Veo a Holly enviando un mensaje de texto en su teléfono, con la punta de la lengua afuera, como siempre hace cada que discute con Beau y necesita pensar en otro argumento sólido para ganar la batalla.

—Bueno —habla Aspen, con los labios fruncidos en una mueca—, supongo que no ha ido muy bien, ¿no?

Holly deja que sus hombros se hundan contra la tumbona. Lleva un top blanco tejido que hace juego con la falda que le llega hasta más debajo de las rodillas, parece de tela suave y se le ve increíble. La tez morena ha sido reemplazada por un perfecto bronceado al igual que el de As, que ha pasado de tener la piel roja y tostada por el fin de semana en Malibú a lucir como si acabara de salir de una cámara de bronceado.

Entre besos y olas✔️Where stories live. Discover now