12. Bienvenidos a la noche de las bromas parte II

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—Bienvenidos a la noche de las bromas, futuras víctimas.

Todos en la habitación nos quedamos completamente quietos, a excepción de mi hermana quien es la primera en dar un paso al frente.

—¿Pueden, por favor, decirnos que demonios está sucediendo aquí? —Sus cejas rubias se elevan en aturdimiento. Ninguno de los tres deja de sonreír como pequeños demonios.

—Quieres ganar la campaña —Cress le lanza a Holly —, ¿no?

—Sí...

—Pues es simple, gana la noche de las bromas, y tendrá lo que quieres.

Si algo había aprendido en mis años de amistad con él, era que por muy sencillo que sonara algo, siempre terminaba siendo un caos. Era como tener en tus manos una caja explosiva decorada con moños y brillos. Holly parece leer mi mente y se cruza de brazos, dándose cuenta de lo que se trae en sus manos el de ojos grises.

—Bailey está compitiendo contigo esta noche. Hay más de cincuenta estudiantes de primer año aquí escondiéndose en alguna parte. Es un ritual de la escuela. ¿A quién crees que elegirían ellos en las votaciones? —dice él.

—Ciertamente no a la chica que los roció con pintura en la cara en su primera jugarreta —digo, y me alegra ver que mis amigos asienten en acuerdo —. ¿Qué están planeando realmente ustedes tres?

Una astuta sonrisa ilumina el rostro de Parker mientras me estudia en la semioscuridad.

—Te equivocas, Hendrix. Puede que algunos se enojen, pero nadie está obligado a venir si no quiere. Esto es por diversión. Y la chica que llegue mañana por la mañana con el sombrero dorado en sus manos será de la que hablen toda la semana.

Holly emite un sonido, complacida con su explicación. —Llamar la atención de la mayoría.

—Exacto —concuerda Nikko.

Bufo, haciendo que los Intocables me dediquen una mirada entretenida. ¿Es que nadie podía ver lo que yo veía? Esto era una clase de broma muy mala. Hacer de la noche de las bromas una competencia entre mi mejor amiga y Bailey iba a terminar con muchos de nosotros empapados, llenos de pintura o algo peor. No es que no tuviera fe en ella, solo que sabía de primera mano lo mucho que podría salirse de control esta noche.

—Me sigue pareciendo una idea estúpida.

Aspen levanta su mano como niña de cinco años para llamar la atención.

—Estoy de acuerdo con Gigi, esto es absurdo, creí que haríamos una pequeña broma inocente, no que acorralaríamos a un montón de chicos para ganar un sombrero de papel.

Los ojos de Holly brillan con algo indescifrable y se gira para enfrentarnos a las dos.

—¿Chicas? —nos llama, haciendo una seña con su cabeza para que vayamos al rincón —. Tú también, Lila.

Mi hermana se nos une en nuestra pequeña reunión improvisada.

—Sé que esto no era lo que tenían en mente, pero ¿pueden ayudarme esta vez? Si gano el sombrero, habrá más gente interesada en lo que quiero hacer.

Aprieto su hombro en respuesta. —No necesitas de esto para ganar, Holly, tienes ideas brillantes.

Eso es lo increíble de Holly, cuando quiere algo siempre está peleando por ello. No deja que el miedo o lo que piensen otras personas de ella influya en sus sueños, hará lo posible por callar la boca de todos y ganarse sus corazones en el proceso. De las tres, es como la mamá del grupo, mientras que Aspen y yo somos sus hijas que la defienden del mundo.

Entre besos y olas✔️Where stories live. Discover now