Visita Inesperada

200 13 22
                                    

Antes de empezar el capítulo voy a avisar: comentario que vea con hate, comentario que borro.

No quiero que haya hate de este capítulo en adelante, sólo porque incorporé a un personaje qué sé varixs odian... (No miro a nadie y os miro a todxs 👀)

Toleré en el capítulo anterior un par de comentarios que tenían hate hacia un personaje QUE NI SIQUIERA APARECÍA, así que de ahora en adelante los borraré tan pronto los vea 👀👀👀

Quien avisa no es traidor.

🌑🌑🌑🌑🌑🌑🌑🌑

Pasados los días, Ayerin se fue recuperando con lentitud del ataque de las arañas en el interior del bosque. Legolas iba todas las tardes a ver qué tal se encontraba para descubrir que, poco a poco, su amada iba recuperando sus fuerzas. Por otra parte, Naila, además de ocuparse personalmente de que Ayerin mejorara físicamente, también la ayudaba a cambiarse de ropa y asearse debido a la falta de movilidad que vivía la mujer.

Ambas mujeres habían conseguido bastante confianza mutua y entablaban conversación sobre diversos aspectos triviales. Como la dama de Gondor no podía andar mucho por su herida, pasaba el día en la habitación con la compañía de la elfa y las visitas del príncipe. No le agradaba la idea de la falta de ejercicio, pero su cuerpo no estaba recuperado lo suficiente para dar un par de estocadas con la espada; ya le costaba bastante caminar de un lado a otro de la habitación donde dormía y mantenerse en pie apenas unos minutos, como para entrenar físicamente.

Cerca de un mes había pasado desde que Ayerin pisó por primera vez el castillo del bosque cuando Legolas, en una de sus visitas diarias, llegó con compañía. Al abrir la puerta de la estancia encontró a Ayerin acostada en su cama, leyendo, mientras Naila preparaba un nuevo camisón para que se cambiara tras el baño que se daría la mujer un rato más tarde.

El sonido de la puerta no pasó desapercibido para ninguna de las mujeres. Naila siguió con su tarea, pero Ayerin apartó la mirada de su lectura para dirigirla hacia el rostro de su amado. Una sonrisa se dibujó en su expresión al ver la cabellera rubia, pero ésta se deformó ligeramente en una mueca de confusión al verlo acompañado. Siempre iba él sólo a verla...

-¿Se puede? -preguntó el príncipe mirando a la enfermera.

-Claro. Iba a ayudar a la dama Ayerin a asearse, pero puede esperar -explicó girándose con una sonrisa. Al ver el rostro de la elfa que acompañaba a su príncipe se quedó perpleja, igual que la guerrera que yacía en el lecho, y esa perplejidad puso verse reflejada en su rostro.

-¿Podrías dejarnos? -pidió a la joven elfa. Ésta asintió con una ligera reverencia antes de marcharse pidiendo que le avisaran cuando se marcharan, o si ocurría cualquier cosa.

Cuando la puerta se cerró tras Naila, Legolas ya estaba dentro, cerca de la cama, con una elfa a sus espaldas. Ésta se parecía bastante a Naila, solo que tenía rasgos físicos de más edad y experiencia y, a diferencia de la chica, ella portaba las ropas típicas de los guerreros del bosque, junto a un arco y carcaj lleno de flechas a su espalda. Por otra parte, compartían el mismo color de pelo y ojos. Ayerin la analizó sutilmente con la mirada y percibió una daga atada en el costado derecho del cinto.

Miró a su amado de melena rubia, y comprobó que deseaba sentarse a su lado, por lo que retiró el libro que había dejado en ese costado para colocarlo en el lado contrario y permitirle al príncipe que estuviera más cerca.

-¿Cómo te encuentras? -inquirió.

Siempre que iba a verla le preguntaba lo mismo y ella siempre le daba la misma respuesta.

Cierto "Orejas Picudas"Where stories live. Discover now