56 - Ani ha sido corrompida

Comenzar desde el principio
                                    

—Eso hará. —Aiko se sienta encima de mí y se inclina hasta casi besarme—. Y Ana se lo consentirá porque no te ama como yo.

Pestañeo profundamente y la presencia de mi Ai se desvanece.

¡Ya no lo soporto! Nunca pasé por esto con Aiko. Siempre estábamos juntas y nuestro amor era perfecto, no había amenazas amorosas externas. Nunca lloramos por un problema en nuestra relación. Pero mis esquemas mentales colapsan ahora. Vivo cosas que no había vivido antes y siento repulsión hacia mí misma por otras que hago.

¿Qué me está pasando? ¿En qué me estoy convirtiendo? No supe lo que eran los celos hasta que me enamoré de Ani. ¿Tan insegura soy? ¿Tan desconfiada soy? ¿Cómo es que no viví estos sentimientos con Aiko? No quiero ser dañina para Ani como no lo fui para Aiko. Me aflige haber recurrido a métodos que hirieran su corazoncito para enamorarla. Quiero que me ame por lo bueno que pueda ofrecerle. Si no fuera suficiente para ella, yo debería aceptarlo y renunciar a su amor. Solo deseo protegerla, arrancar de raíz la mala hierba que crezca a su lado sin convertirme yo en una.

Lo siento mucho, Ani. Hay emociones para las que no estaba preparada y me cuesta gestionarlas. Te juro que solo quiero darte amor y recibir el tuyo. Contigo me olvido de la soledad, e incluso tolero a otras personas. Poco a poco, me haces sentir que formo parte de este mundo. Aiko y yo no tuvimos esa oportunidad. Por eso yo no podría ser cruel con alguien como tú, con alguien que le da vida a mi corazón.

Mi llanto cesa cuando el baño espumoso me relaja. Se me ocurre tomarme una foto especial como regalo para Ani. Será mi forma de compensarla por el mal rato que le hice pasar y, a su vez, recordarle que su chica puedo ser yo. Esté donde esté, mi único propósito debe ser alegrarla, conquistar su encantadora sonrisa. No obstante, me reservo la foto para más adelante porque aún es temprano.

***

Pasado el mediodía, mi hermano regresa del trabajo. Hasta entonces, me mantuve distraída practicando la letra del poeta. Necesitaba una actividad absorbente que alejara mi imaginación de lo que Angie le podría estar haciendo a Ani. Me reconfortaba pensar que mi gorra estaba con ellas para recordarles mi existencia. También me animó mi mejora imitando la cuidada caligrafía. Apenas se apreciaban diferencias entre la auténtica y la mía.

—¡Pero si la hermana más bella del mundo está aquí! —Eric me abraza cuando lo recibo en el salón. Su uniforme está sudado y apesta un poco, pero más apesta la bolsa que trae.

—Sí, esperaba al hermano más apuesto del mundo. Pero no esperaba que apestara a pescado fresco con ración de axila cortada incluida. —Me tapo la nariz.

—¡Ja, ja, ja! El pack estaba de oferta —bromea—. Necesito un desodorante más potente para estos días sofocantes. Compré estas doradas para la cena. —Alza la bolsa—. ¿Te apetece?

—Suena muy rico. Me gustaría cocinarlas.

—¿Segura? ¿No tendrás pesadillas? Recuerdo aquel día que nos fuimos a pescar con papá. Lloraste hasta deshidratarte cuando pescó el primero. ¡Ja, ja! Creías que sacaría un... ¿Cómo se llama el Pokémon ese?

—Un Magikarp. Eric, tenía cinco años, ¿qué esperabas? —rememoro risueña—. Me dio penita. Boqueaba en la superficie igual que un Magikarp, nunca había visto un pez real fuera del agua. Tampoco ayudó que me lo echaras encima y que corrieras detrás de mí con él. ¡Cabrito! —Mi hermano se carcajea—. Tuve pesadillas por tu culpa.

—Sí. Decías que lo veías saltando hacia ti con cara de pez inexpresivo para comerte. ¡Ja, ja, ja! Pero bien que te vengaste cuando superaste el miedo, ¿eh?

—¡Ja, ja! ¿Lo dices por el pescado que amaneció en tu almohada pegado a tu boca?

—¡Ese mismo, pequeña demonio! —exclama entre risas.

La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora