Capítulo 10

95.5K 7K 811
                                    

Capítulo diez (Editado)

-- Alfa, si no lo sabe Alex es solo una niña todavía. Creo que es mejor si mantienen distancia por un tiempo hasta que sea lo suficiente mayor... -- Comenzó a hablar tranquilamente mi abuela pero fue interrumpida por un grave gruñido proveniente de Damián.

Me sentí aliviada por el apoyo de mi abuela. Había pensado que ella me entregaría a él en una bandeja de oro, como una ofrenda.

Damián no pareció tomar demasiado bien las palabras de la abuela y rápidamente contestó.

-- Ella es mi compañera y ahora está en nuestro mundo -- Dijo Damián con un claro tono de enfado en su voz -- Realmente la mandé a llamar para informar que Alex se quedará desde ahora conmigo y que es libre de venir a visitarla.

-- ¡No! -- Exclamé enfadada -- Damián, no puedes decidir lo que va a suceder conmigo. Soy mi propia persona y no me puedes decir que hacer. Y yo me iré a casa con mi abuela y quiero mi vida normal de vuelta.

Estaba casi al borde de las lágrimas. Me sentía ignorada por todos en la habitación, ¿Por qué tenían que hablar como si yo no estuviera ahí? ¿A caso ellos creían que yo no podía hacerme cargo de mi propia vida?

-- Tu no entiendes nada de esto -- Respondió Damián con voz cortante -- ¿A caso sabes cuál es el deber de un alfa con los miembros de su paquete? ¿Lo difícil que es hacer nuestro trabajo sin una luna?

-- ¡Obviamente no tengo ni puta idea! -- Grité exasperada. ¿Cómo se suponía que podría saber eso cuando apenas entendía un poco de lo que sucedía?

-- ¡Ah, por la mierda, no maldigas! ¡Las chicas no deben hablar así! -- Gritó en mi dirección Damián enfadado. Wow, nos conocíamos hace muy poco y ya teníamos nuestra primera pelea.

-- ¡Ah, claro! ¡Los chicos pueden decir todas las mierdas que quieran y una chica no! ¿Y eso por qué? ¡Machista de mierda! ¡Yo diré todas las putas cosas que quiera decir! -- Grité. Realmente no soy alguien que dice muchas groserías, de hecho casi no está en mi vocabulario, pero cuando me enfado... pues, parezco una persona completamente diferente.

Y si la persona frente a mi está discutiendo porque maldigo demasiado mi vocabulario empeora enormemente.

-- ¡No me faltes el respeto! ¡Una luna no debe maldecir nunca! -- Gritó de vuelta. Todos en la habitación se habían quedado en silencio pasando la mirada entre nosotros dos como si fuera un partido te pin pon o de tenis.

-- Ah, ¿Cuántas jodidas veces te lo tengo que decir? ¡Yo no soy una maldita luna! ¡Tampoco soy tu compañera! ¡Yo solo soy Alex y eso se va a quedar así! ¡El respeto solo se gana y tú no has ganado el mío!

No había sido consiente el momento en el que mi abuela, Alexia y Dan habían dejado la habitación pero nos encontrábamos solos en esos momentos.

-- ¡Yo merezco respeto! ¡Soy responsable de miles de vidas, de mantenerlos a salvo! ¡Tú solo eres una niñita como cualquier otra que intenta evadir su destino y sus responsabilidades! -- Gritó Damián.

-- ¡Mis responsabilidades no tienen nada que ver con hombres lobos! Lo único que tengo que hacer es terminar la secundaria. Después ir a la universidad y hacer mi vida. No puedo estar estancada con hombres lobos.

-- Pero miles de personas te necesitan como una de sus líderes. Yo también te necesito... no puedes pelear así y resistirte Alex. Te daré todo lo que necesites, y más. Nunca estarás infeliz conmigo. Tendremos una linda familia, un paquete poderoso y seremos felices con todos nuestros hijos...

-- ¿Qué hijos? ¡Yo no tendré hijos, menos contigo! Mira, realmente aprecio tu interés en mí, pero no estoy buscando una relación por ahora. Mi abuela me da todo lo que necesito y ella es a lo que más necesito en mi vida. No me puedes separar de ella.

De los gritos habíamos pasado a una conversación algo más calmada, pero no lo suficiente como para dejar de ser una discusión.

-- No es mi culpa que tú seas mi compañera. No es la culpa de nadie, solo es el destino, Alex. Soy un alfa, por lo que tú te vuelves mi luna y la luna de todo nuestro paquete... -- Dijo Damián con voz cansada -- Tal vez debería llamar a mi mamá para que te ayude con esto.

-- Damián, me siento muy alagada y todo pero en serio yo no pertenezco a todo esto... -- Dije y después solté un suspiro -- Tu puedes ser un hombre lobo, pero yo soy humana y quiero una vida humana normal como cualquier otra.

-- Mis padres siempre decían que lo normal es para aquellos que tienen miedo de hacer cosas diferentes -- Dijo Damián.

-- O simplemente de personas que son felices con la rutina -- Respondí enfadado -- Creo que eso solo se llama ser organizado.

-- Así que lo que quieres es simplemente terminar los estudios universitarios, ponerte a trabajar como cualquier persona, jubilarte y finalmente morir como alguien normal -- Dijo Damián -- Creí que todos querían salir de la rutina.

-- Yo no. Así que te agradecería si me dejaras ir y si alguna vez me vuelve a ver hacer como si nunca nos conociéramos -- Respondí tomando un respiro profundo.

Me sentía triste aunque no encontraba una razón real para estar así. desde que conocí a Damián mi vida se había transformado y sentía que mis sentimientos siempre estaban al borde, mi humor era de muerte y mi temperamento estaba en su punto máximo.

-- Lo siento Alex, pero yo no puedo hacer eso. Realmente yo sé que no te gustaría perderme aunque tú piensas que sí. No te dejaré marchar, pero te enseñaré a ser lo que estabas destinada a ser desde que naciste: Una luna.

Lo que más me dolía de su comentario es que en el fondo yo sabía que era verdad. Yo no quería perderle, pero tal vez estaba dispuesta a hacerlo por mantener mi vida.

Necesitaba volver a mi vida normal.

Luna ∞ | # wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora