Luna ∞ | # wattys2015

Capítulo 2

Capítulo dos (Editado)

Después de quince minutos de viaje llegamos a la playa. Dan no había respetado el límite de velocidad como solía hacer cuando no había ningún adulto a su lado. Mientras muchos pudieron demorar media hora, nosotros haciendo un tiempo récord demoramos la mitad del tiempo.

De camino Dan recogió a algunas personas, dos chicas habían decidido ir en el interior de la camioneta mientras que una chica y dos chicos habían querido ir en la parte trasera junto a mí.

Cuando Dan está conduciendo nunca sabes se sobrevivirás al viaje, él no respetaba ninguna ley cuando estaba en el volante y siempre estaba a punto de provocar un accidente automovilístico.

Cuando el reloj digital indicaba que eran las diez llegamos a la plata, todos rápidamente abandonamos la camioneta y tomamos caminos diferentes.

Dan había ido directo al escenario para reunirse con sus amigos mientras que yo me puse en la cola de un puesto de hamburguesas.

Al parecer muchas personas tenían hambre, frente a mí se encontraban veinte personas como mínimo. Y cuando una de ellas llegaba hasta el frente demoraba una eternidad en decidir qué cosas quería poner a su comida.

De pronto sentí unos brazos en mi hombros y que alguien se impulsaba hacia arriba para poder subir a mi espalda. Era alguien muy liviana y las piernas eran de chica, por lo que inmediatamente supe que se trataba de Alexia.

-- ¡Sabía que lograrías venir! -- Gritó en mi oído envolviendo sus brazos firmemente alrededor de mi cuerpo.

-- Si vine -- Respondí en un tono más bajo que los gritos que ella había dado -- Y bájate de mi espalda.

Alexia soltando un bufido bajó de mi espalda moviéndose para estar frente a mí. Ella estaba vestida con unos pantalones cortos de color crema y traía una blusa de un rosado pálido.

-- ¿En serio esperarás hasta estar adelante? Podrías demorar una hora en tener tu comida -- Dijo ella dando un vistazo a las personas que se encontraban delante de mi.

Y yo sabía que estaba en lo correcto, tal vez incluso podrías demorar más tiempo en llegar adelante.

-- Lo sé. Pero no cené así que estoy muriendo de hambre -- Respondí poniendo mis brazos sobre mi estómago.

-- Y con estas hamburguesas llenarás tu estómago hambriento con lo que podría ser carne de perro -- Replicó Alexia haciendo una mueca de asco -- En mi auto tengo unos sándwiches vegetarianos y también hay cosas para beber.

Accedí a comer lo que había traído. Salimos de la fila y comenzamos a caminar entre los automóviles estacionados cerca de la playa hasta que finalmente llegamos hasta el coche color plateado de Alexia.

Alexia tenía la misma edad que Dan pero se encontraba atrasada un año, había pasado hospitalizada unos meses por un cáncer lo que había provocado que no pudiera aprobar el curso.

Ella puso la llave en el maletero de su vehículo y buscó entre sus cosas una pequeña canasta de la que sacó dos sándwiches de los que me entregó uno.

Ella continuó con la cabeza dentro del maletero buscando algo para beber, después de unos pocos minutos volteo la cabeza para hablarme.

-- No tengo sodas, solo cervezas, ¿Quieres? -- Ella sacó una lata de cerveza y me la ofreció. Con una pequeña vacilación tomé la lata -- No tienen demasiado alcohol.

Yo no soy del tipo de personas que toma, ella lo sabía. Pero siempre podía hacer algo por primera vez, ¿No?

La Alexia de doce años nunca hubiera pensado que se encontraría en una fiesta con cervezas en la parte posterior de su auto. Ella solía ser de las personas que pasaban desapercibidas, de las que no se hacían notar y todo el mundo ignoraba.

Pero de un momento para otro ella dejó de usar gafas, su pelo que siempre había mantenido en una coleta lo dejó suelto y los rizos que se formaban desaparecieron por los tratamientos que se había hecho para que quedara liso. De ser una solitaria había comenzado a ser de las personas más sociables.

Ese había sido un cambio radical.

Todo eso había sucedido después del año que pasó fuera de la escuela, cuando tenía catorce años y volvió a la escuela ya no era la misma chica y todos lo notaron.

Por el tratamiento del cáncer ella había perdido su cabello y en el momento de volver a la escuela estaba hasta la altura de sus hombros. Su cabello había crecido rápidamente pero ella había decidido no tenerlo demasiado largo.

Después de mascar el sándwich abrí la lata de cerveza y sin vacilar la acerqué a mis labios para tomar un gran sorbo de esta.

Sentí como el líquido invadía mi cuerpo y aunque el efecto no lo notaría de inmediato sabía que pronto vendría. No estaba acostumbrada a tener alcohol en mi sangre por lo que mi resistencia era nula así que me emborracharía con facilidad.

-- Creo que deberías ir más despacio -- Indicó Alexia como un consejo -- Sabes que si no estás en condiciones no te podré entregar a tu abuela hoy.

-- Yo sé lo que hago -- Respondí. No creía llegar tan lejos como para no tener conciencia de mi misma y que Alexia tuviera que cuidar de mí. Los sándwiches que Alexia preparaban eran realmente deliciosos. Sentía que podía llevarla a mi casa para que cada día preparara mi comida.

Cuando mi hambre había sido saciada comencé a sentir los efectos de la cerveza, me había comenzado a sentir un poco mareada y aunque mi amiga había tomado lo mismo que yo ella no parecía estar pasando por lo mismo.

Alexia logró notar que estaba teniendo problemas con el equilibrio y pasó uno de sus brazos por sobre mi hombro para ayudarme a estabilizarme mientras caminábamos hacia la playa donde Dan con su banda estarían presentándose.

La primera canción que la banda había tocado definitivamente no era la mejor, las rimas y el ritmo estaba muy ausente, pero después de la segunda canción comenzaron a sacar lo mejor que ellos tenían y las personas quienes se habían reunido para escuchar también habían comenzado a gritar cosas.

Alexia y yo nos sentamos sobre la arena junto a más personas que se encontraban observando a la banda y disfrutando su música en vivo.

Mi cabeza se encontraba apoyada en el hombro de Alexia y mis ojos habían comenzado a cerrarme, estaba escuchando su música mientras luchaba por mantenerme despierta.

Alexia le había pedido a alguien un café cargado para intentar que volviera a estar sobria y después de unos minutos ella estaba poniendo la pajilla en mi boca para que comenzara a tomar el líquido caliente y lleno de cafeína, la mejor de las drogas.

Yo estaba cantando en voz baja las letras que conocía de la banda de Dan mientras levantaba mis brazos en muestra de apoyo a ellos.

Si, probablemente me había emborrachado un poco...

-- Vamos Alex, acá hay un delicioso café y te lo tienes que terminar-- Dijo Alexia en mi oído para que pudiera escucharla por encima del ruido que había en el lugar. Soltando un suspiro molesto recibí el café y comencé a tomar de él hasta que el vaso se encontraba vacío.

Ella mantenía una mano en mi espalda para evitar que me tirara hacia atrás y pudiera golpearme.

El café era algo delicioso que en cualquier situación nunca podría rechazarlo.

-- En media hora ella estará mejor -- Dijo una voz de un chico. La mano en mi espalda desapareció y yo tomé la oportunidad para recostarme en la arena e intentar tomar una siesta.

-- Juro nunca volver a darle a esta chica algo con un poco de alcohol -- Dijo Alexia moviéndose para que mi cabeza descansara en su regazo y ella pudiera acariciar mi cabello.

La música continuaba inundando el lugar y poco a poco comencé a sentir que el efecto del alcohol comenzaba a disminuir hasta que comenzó a ser casi nulo, pero el olor seguía en mi nariz y no creía que algo pudiera quitarlo.

Y pese al ruido en el lugar y el frío me había quedado dormida en esa posición.

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