Capítulo 6

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Bill: Bueno, déjame ver tu pie, para que se te rompa la zapatilla seguramente fue peligroso.

Dipper: A veces sonás tan falso cuando te preocupas por las personas. (Decía con una risa algo agria mientras se desataba los cordones) Diablos... (Gime entre dientes, para luego lograr sacarse la zapatilla)

Bill: Bueno espero que te acostumbres porque así es como sueno. (El sillón donde estaba sentado se acerca a donde estaba Dipper para estar más cerca) Yyyy decime, ¿Cuál es ti chico ideal? (Salta de la nada mientras miraba el pie del chico)

Dipper: (Lo mira sorprendido y luego ve la pulsera) Que sea más alto que yo, aproximadamente unos... 20 centímetro más. (Juega con la pulsera, a la vez que retira el pie de las manos de Bill, ya que su tacto era algo incómodo) El cabello y ojos me da igual, al igual que la piel, pero siempre me hizo ilusión salir con alguien un poco más bronceado que yo. (Siente como el triángulo intenta volver a agarrarle la pata y vuelve a alejarla) Tal vez... que tenga espalda ancha y unos ojos... penetrantes. ¿Por qué?

Bill: Vaya... tienes bastantes expectativas... Porque si vamos a tener relaciones, no quiero que pienses que estás en una clase de matemáticas, descubriendo cuanto miden mis lados. (El chico asiente y baja un poco la mirada jugando con sus dedos. De a poco unas manos bronceadas empiezan a acariciar el pie del chico) Lo tenes un poco inflamado acá. (Una voz como de una persona de unos 20 y pico de años retumba en los oídos del chico, levanta la cabeza y enfrente suyo tenía a un muchacho bronceado con ojos brillantes, cabello rubio y a los costados rapados) ¿Qué? ¿Te molesta que te toque el pie? (El chico se ruboriza un poco)

Dipper: (Lo ve con ojos grandes, ya que era mejor de lo que había imaginado) N-no... (Tartamudea levemente. Se aclara la voz y mira hacia otro lado) ¡No es eso! Es que no estoy acostumbrado. (Cruzado de brazos y con los ojos cerrados) Dios... que sexy.

Bill: ¿Ajá?... Okey. (Agarra una crema rara de su botiquín que estaba flotando al lado suyo) Pensé que sería mejor cambiarme la voz a la de un puberto, la otra seguramente parecía algo rara. (Le pasa esa crema por la parte inflamada y el chico trata de quitar el pie porque le ardía, pero Bill se lo sostenía fuerte)

Dipper: (Gruñe levemente por el agarre fuerte de Bill) No te queda. (Molestándolo) Estaba acostumbrado a esa voz chillona y de computadora que tenías. ¡¡Auch!! (Forcejea un poco)

Bill: Bueno, ambos sabemos que así queda más sexy. Deja de chillar, maricón. (Decía mientras le masajeaba la parte inflamada)

Dipper: No, no es así. (Desafiante y acercándose un poco al chico, demostrando que no se sentía intimidado ni nada) ¡Ya sé que soy maricón, pero eso no tiene que ver con que me duela!

Bill: Seee... seguro. (Se enfoca nuevamente en el pie del chico y después le pone una venda para que no pierna el calor) ¿Queres unas muletas corazón o podés volver tranquilo? (Lo molestaba)

Dipper: (Se pellizca a propósito, ya que sentiría lo mismo que él) Estoy bien cariño. (Molesto. Se levanta e intenta caminar, agarra la zapatilla y comienza a dar brinquitos)

Bill: Awww. (Se quedaba sentado mientras lo miraba como trataba de caminar bien) ¿Y si mejor te quedas un rato más? ¿Hasta que se te valla la hinchazón? Es decir, dejas tu pie al aire para que este más cómodo y podemos aclarar algunas cosas más del trato.

Dipper: (Lo fulmina con la mirada y se ve la pulsera, y luego el pie) ¡Bien! Pero debo volver a mi casa. (Serio) ¿Entendido?

Bill: Okey, okey, jeje~ Nunca dije que te mantendría secuestrado acá. (Decía con una sonrisa maliciosa, el chico lo mira algo enojado, ya que sus chistes de mal gusto lo tenían un poco harto)

Un Último Trato (Bill Dipp)Where stories live. Discover now