Ocho. "No va a hacerme daño"

Mulai dari awal
                                    

Me levanté - Voy a casa de Chaz. Llevo llaves. No salgas. 

- No lo haré - murmuró molesta. 

Cogí las llaves y salí de casa. Hoy el día estaba nublado. Caminé a la casa de Chaz y Paula me abrió la puerta. - Hola - me sonrió. 

- Siento molestar a esta hora, necesito hablar con Chaz. 

- No importa, pasa - me dejó entrar y vi a mi amigo salir del salón. 

- ¿Ocurre algo?

Negué con la cabeza - Nada grave. 

Ambos salimos y nos fumamos un cigarro. - Alice conoció a un chico. 

Chaz me miró extrañado - ¿Cuando? 

- Se lo ha encontrado un par de veces cuando ha salido con las chicas. 

- ¿Ese es el chico con el que se escapó a la fiesta? - Asentí. 

- No quiero que se vea con nadie de aquí, Chaz - le di una calada a mi cigarro. - Volveremos a Nueva York dentro de un mes y medio. 

- ¿Crees que ese chico puede ser peligroso?

- No lo sé. No quiero que le hagan daño. Alice sigue enfadada conmigo. No quiero que esté así.

- Es una adolescente, es normal. El chico le gusta - se encogió de hombros. 

- Si, lo sé. No deja de decirme que tengo que dejarle hacer su vida, pero tengo miedo.

- Justin, todo ha acabado. - tiró su cigarrillo y yo le di una última calada al mío. - No más negocio, no más muerte. Todos estamos a salvo ahora. - palmeó mi espalda.

Di una vuelta a la manzana para pensar sobre todo eso. 

No dejes que le pase nada a nuestra niña.

La voz de Aria me golpeaba fuerte en mi cabeza. Quizás era demasiado protector con Alice, pero pensar que podía pasarle algo me volvía paranoico. 

Dejé de mirar a suelo para mirar hacia el frente. Vi una chica sacando del maletero varias bolsas con dificultad. Quería llevarlas todas juntas en vez de dar dos vueltas. Algunas de las bolsas se le cayeron y me acerqué a ayudarla. 

- No te molestes - me dijo cuando me agaché a recoger varias cosas y meterlas en las bolsas. 

- No es molestia - cogí la bolsa y me incorporé. Vi a la chica del otro día la de la mermelada. Sus ojos eran marrones oscuros y su pelo castaño le llegaba hasta la mitad de la espalda. 

Era un poco más baja que yo y su sonrisa podía deslumbrarme. - Gracias, ¿Podrías acompañarme a la cocina entonces?

- Si - la seguí hasta entrar en su casa. Era muy acogedora. Estaba pintada de colores cálidos y los muebles eran de madera. Entré en la cocina y le dejé las cosas encima de la encimera. 

- Muchas gracias... - me miró.

- Justin.

Sonrió - Muchas gracias, Justin. Soy Alexa. - me tendió sus manos y la estrechamos - Ya no quedan caballeros como tú. 

Sonreí de lado - Los habrá, solo que no has tenido la suerte de encontrarte con alguno. 

- Si, tiene que ser eso. ¿Quieres tomar un café? 

- Oh, no, gracias. Tengo que volver a casa - señalé la puerta de la cocina. 

- ¿Casado? 

- Sí, bueno, no, ya no. 

3. Saga Cree en mí - Heavy CrownTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang