Secretos (Citrus)

Capitulo 43 " Revelaciones"

Mitsuko: - El día ha sido cansado, mejor no molestes.

Matsuri: - Pues te voy a alegrar el día, no creerás que es lo que he hecho.

Mitsuko: - Esto no me suena para nada bien.

Matsuri: - Y así es, ponte cómoda. - Señaló el sillón, la peliciruela solo la miro impresionada para después caminar al sillón, no sabía que pensar sobre lo hecho por Matsuri, pero algo era claro lo que hizo solo hace que su apodo sea mejor reconocido el famoso "demonio rosa"

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Sobre la cama, diversas carpetas extendidas por todo el espacio de la cama, algunas hojas sueltas estaban por aquí y por allá. Mitsuko había leído cada una de las hojas que tenía a su alrededor, se había sorprendido de la cantidad de información confidencial que Matsuri había conseguido. Hasta los más sucios secretos acerca de la familia Lord, estaban ahí, nada se le habían pasado. Cuentas bancarias, números de tarjetas, su círculo social...todo estaba plasmado en esas hojas, inclusive uno de los mejores secretos mejor guardado de los Lords. Mitsuko leía todo sin poder salir del asombro, miles de cosas pasaban por su mente y ya comprendía el enojo de la princesa.

Mitsuko: - ¿De dónde sacaste todo esto, Matsuri?

Matsuri: - Un mago nunca revela sus secretos, ¿No? A demás hay muchas personas de las cuales hay que proteger involucradas con toda esta información. - Dijo restándole importancia.

Mitsuko: - Esto es un robo de información, podríamos ir por varios años a la cárcel.

Matsuri: - No más que los Lord, ¿ya leíste todo? Realmente me pregunto si las personas se enteran de esto, nadie, pero nadie en su sano juicio los querría, y puede que sea ilegal el método de obtención de la información, pero hay que saber que la vida no es justa y hay que hacer las cosas que hay que hacer. Esa familia no es más que un teatro que oculta su verdadera cara, su verdadero negocio. - Camino hasta donde estaba Mitsuko, la tomo del mentón alzando su rostro para que la viera a los ojos. - Se que esto se ve mal, pero no tienes idea de las cosas desagradables que esa familia ha hecho y alguien los tiene que parar.

Mitsuko: - Entonces encárgate del problema, se la jefa de policía que antes era temida, encárgate de todo esto...yo te cubriré. - La pelirosa sonrió mientras se apartaba de Mitsuko, camino a donde tenía su celular, lo tomo, busco algo o más bien a alguien y escribió, Mitsuko estaba curiosa por la sonrisita de la pelirosa. - ¿Qué haces?

Matsuri: - Encargarme del problema... Mañana que todos despierten amanecerán con una buena noticia, algo que inclinara la balanza y la igualara. - Apretó el botón de enviar, apago el teléfono dejándolo sobre la cómoda. - Veremos qué tal si este regalo le gusta a Sarah.

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El despertar para cierta pelinegra fue difícil, no había podido dormir en casi toda la noche, cada que cerraba sus ojos un mismo sueño llegaba atemorizar sus pensamientos, el cómo su familia quedaba sin nada, con la culpa de todos los malos del mundo, culpándolos de miles de cosas que ellos nunca habían hecho, pero lo peor era ver como Yuzu creía todo aquello y se alejaba sin querer verla nunca más. Y solo existía un culpable de todo... Ella misma.

Todavía eran alrededor de las cinco de la mañana, se había levantado de la cama revisando que la rubia que estaba a su lado no se despertara, sonrió al verla, con aquel fino hilo de saliva escurriendo sobre sus labios. Camino hacia el balcón, tomando asiento en el sillón que se encontraba hay, veía la ciudad el cómo todavía todo era oscuridad el poco pasar de los vehículos. Quería llorar, pero las lágrimas no salían, el caminar por los pasillos de la academia se habían vuelto un martirio para la joven, las palabras hirientes que algunas murmuraban cuando ella pasaba con tal de que ella no escuchara, pero era claro que las oía, pero las ignoraba. Su único momento de tranquilidad era cuando estaba con Yuzu. Se había perdido en sus pensamientos mientras veía al horizonte, pasaron varios minutos cuando a su lado una taza con chocolate caliente fue extendido a su persona.