Capitulo 42

464 53 7
                                    

Sarah Lord, edad: treinta y nueve, altura: uno sesenta y cinco, familiares; Sho Aihara o como se hacía llamar ahora Sho Lord cónyuge, Jessica Lord su hija. Una mujer simple a simple vista, nada remotamente extraordinario en su historial, a no ser por haber sido nombrada capitana de las porristas cuando tenía dieciocho años, había ido a la universidad reinal magna, estudió dos licenciaturas una en negocios internacionales la segunda administración de empresas. Se casó a los veinticinco con Sho Aihara, después de un año quedó en cinta después de nueve meses y diez días nace la primogénita de la familia Aihara, seis años después queda en cinta nuevamente, ocho meses y veintiún días nace la segunda hija del matrimonio, Mei Aihara.

Años después se revela una supuesta infidelidad por parte de Sarah la cual la sociedad decidió mejor ignorar y menospreciar a los Aihara.

Todo aquello lo leyó la pelirosa como si de un guion se tratara. Desde el momento en que Yuzu les pido ayuda en recabar información sobre aquella mujer, Matsuri, movió sus hilos y consiguió sacar hasta el más mínimo trapo sucio que esa mujer ocultaba fielmente, siendo sus mejores secretos los que más llamaban la atención, algunas deudas, fraudes inclusive delitos menores los cuales por razones extrañas fueron dejados de investigar por falta de pruebas.

Matsuri: - Si en este mundo los mayores ladrones de las películas fueran reales, serían amigos de ella, realmente su historial no es para nada limpio.

Yuzu: - ¿Es todo lo que encontraste? - preguntó la rubia al terminar de leer un informe de aproximadamente unas diez hojas.

Matsuri: - No hay más, hay mucho más de donde saque eso, realmente si esto por alguna razón fuera de los parámetros normales se escapara y todo el mundo se enterará entenderán quien es el verdadero villano de esta historia mal contada.

Yuzu: - ¿Crees que si las personas ven esto cambiaran su vista de los Aihara?

Mitsuko: - Aunque eso pase, todos sabrán que fue una manera muy baja de los Aihara para poder limpiar su nombre.

Matsuri: - La mejor forma es hacerles frente de alguna manera, donde se pueda comprobar que la información fue recolectada de forma legal.

Yuzu: - Espera... ¿Esta información no fue recolectada de forma legal? - Miró alarmada a la pelirosa que solamente miraba con diversión.

Matsuri: - Un mago nunca revela sus secretos o bueno esta los revelara, puede que haya cobrado algunos favores para obtener esto y puede que en otras me haya infiltrado en la red de la policía de la ciudad.

Yuzu: - ¡Matsuri! Soy muy joven para ir a la cárcel, ¡te imaginas los encabezados de los periódicos, heredera de la corona magnífica, en prisión después de haber infiltrado los sistemas de la policía magna!

Matsuri: - Yo lo veo muy gracioso.

Yuzu: - ¡Matsuri! - Grito la rubia, haciendo que la pelirosa soltara una carcajada más alta.

---------

Después de aquella reunión con su equipo, Yuzu regresó con sus amigas, era la hora del almuerzo y solo faltaban diez minutos para que terminara. Apenas había sonado el timbre y la princesa se había marchado del aula sin una sola explicación, todas entendieron y sabían que debido al dejar su identidad al descubierto muchas veces tendría que ausentarse para poder cumplir con su papel real.

Yuzu, camino con paso lento mientras revisaba su teléfono, solo había pasado un día desde que los Lord habían comenzado una lucha legal para poder quedarse con todo lo perteneciente a la familia Aihara, ¿cuál era el argumento? Qué Sho Aihara era el propietario legítimo de todo y que su padre no se encontraba en sus facultades mentales para decidir a quién dejarle todo. Una absurda excusa, la cual la sociedad creía justa.

Secretos (Citrus)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora