La novia de mi hermano 1 [Disponible en físico + Extras]

39 - El fin de su soltería

—¡No lo toques! —le prohíbo al tiempo que freno su brazo.

—¡Qué susto! ¿Es una broma? —pregunta extrañada—. ¿Te has cargado a muchos? ¿O no quieres que vea a tu Shinigami?

—Si lo tocaras, tendría que matarte —bromeo, pero es cierto que tendría que amenazarla para que nunca contara lo que leyera en esas páginas, sobre todo en las más recientes—. No. No me gusta que toquen mis cosas personales. Espero que respetes eso —aclaro con más seriedad.

—Lo siento. No sabía que fueras tan reservada con tus cosas. Tranquila, solo tocaré con la vista —me asegura, pero nada me lo garantiza. Contaba con el riesgo de tener a Aura en mi cuarto, pero vivirlo me genera más tensión. No obstante, creo que tengo la situación bajo control.

—Veamos Netsuzou Trap —le propongo y ella asiente con entusiasmo.

Acomodo el ordenador portátil sobre la cama y me tumbo de forma transversal, mirando hacia la puerta. Invito a Aura a unirse a mi lado.

—¡Me encanta ese anime! Me recuerda a una chica que conocí en un evento de cosplay en Barcelona —narra con elocuencia—. Ella estaba disfrazada de Asuna Yuuki, como en la primera temporada de SAO, y yo, de Usagi Tsukino. Obvio, ¿no? Por cierto, había una Hinata súper kawaii, pero tú te verías mejor aún porque tienes una cara súper tierna. Tienes que venir conmigo a la próxima exposición de manga. —Dota de vitalidad cada frase, cada palabra. Dudo de su exageración. Creo que ella es así de entusiasta de verdad—. En fin, lo que te contaba. Me crucé con Asuna, que se llamaba Beatriz, y nos hicimos fotos juntas. Empezamos a hablar y hablar, nos olvidamos de nuestros amigos, y no sé cómo, pero terminamos comiéndonos la boca en el baño.

Su risa traviesa provoca que ría también. Es toda una pícara, aunque no me encaja esa comunicación recíproca entre dos charlatanas. ¿No habrá querido decir que ella hablaba y la otra escuchaba? Pero observo que no oculta nada y que es abierta con su orientación sexual, tal cual se muestra en Instagram. También podría ser una táctica para que no me tome por sorpresa que le gustan las chicas cuando intente ligar conmigo. Estoy segura de que alguno de los mensajes de la sección Rosa dirigidos a mí fue escrito por ella.

—Nos metimos un poco de mano por encima de la ropa —continúa—. Todo quedó ahí, pero sentí una conexión especial con ella. De hecho, nos dimos los contactos. Regresamos con los demás y... ¡Adivina! ¿Te puedes creer que un chico le agarró el culo a Beatriz y la besó? Cuando quise protestar, ella lo presentó como su novio. —¡Vaya! Su rostro encarna lo que está a punto de decir—. La acababa de conocer, Lau, pero sentí que me clavaban un puñal en el pecho. Eso fue de todo menos kawaii. Me sentí utilizada, engañada, no sé. Tampoco me habría liado con ella de haber sabido que tenía novio.

—Qué mal trago... —No tengo palabras porque yo hago algo peor, pero yo sí estoy enamorada y desearía no herir a mi hermano.

—Ya ves. Te pareceré patética, pero, a pesar de que ella disfrutaba con aquella situación en mis narices, yo me quedé enganchada. Seguimos en contacto por mensajes. Como comprenderás, le exigí explicaciones. Ella me dijo que no estaba bien con su novio y que quería romper, pero no hallaba la ocasión apropiada. Me tragué la historia y caí en su juego. Recordamos lo que hicimos en el evento hasta que la charla tomó un rumbo caliente y tuvimos sexo virtual. Continuamos con lo que dejamos a medias en aquel baño —relata, envuelta de nuevo en la risita traviesa que me vuelve a contagiar.

Aura no se reserva nada. ¿Será así con todo el mundo o me considera especial? Yo jamás le hablaría de lo que hago con Ani. Ni a ella ni a nadie. Tampoco mencionaría a Aiko. Sus experiencias personales son un punto débil que podrían usar en su contra. Me facilita información que podré usar en caso de que algo salga mal entre nosotras.