Epílogo

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Epilogo

Cinco años después.

Mis hijos, Él y yo. Mi familia.

Alejandra

— ¡Mami mira hice un castillito! —Mi pequeño hijo, que tan solo hace unos meses había cumplido cuatro años estaba frente a mí haciendo un castillo de arena.

Estábamos en vacaciones de navidad aprovechando el clima de México.

Llevaba dos horas haciendo un castillo de arena, cuando ya estaba perfecto él iba y le arreglaba otra cosa, mi pequeño es muy perfeccionista.

Literalmente.

—Austin, es hermoso—busco en mi bolso de playa una pequeña bandera de Colombia que había comprado—. Ponle esta banderita en la punta de tu castillo, se verá más hermoso.

—Mami, en mi castillo vive un príncipe—mi hijo se acercó y con sus pequeñas manos tomo la bandera para ir y ponerla con cuidado en la punta—. El príncipe se llama Austin.

Él se acercó para abrazarme por la espalda.

— ¿El príncipe se llama Austin? —cuestiono.

—Sí. Y quiere que la chica hermosa de nombre Alejandra sea su reina.

—Vaya, que gran honor seria para la chica ser la reina.

Él se carcajeó, no aguanto y se lanzó sobre mí abrazándome y dándome un pequeño beso en la mejilla. Jugamos un buen rato hasta que note que mi pequeño se había quedado dormido.

—Cariño—escuché a Juan acercarse por detrás y besarme el cuello.

—Te tardaste, amor.

—Lo siento, mi vida. Nos varamos con Flor en medio de la nada y tuvimos que esperar casi dos horas.

—Tengo tanta hambre que me comería cinco hamburguesas yo sola—llega mi pequeña ya no tan pequeña—. ¡Mami!

Flor se acercó corriendo a abrazarme y le correspondí.

—Mi princesa—le acaricié su cabellera rojiza. Al final mi hija termino siendo pelirroja.

—Estaba taaan aburrida que hasta leí la historieta de condorito que papa tenía en la carpeta de trabajo—habla bajito para no despertar a Austin.

—Flor, esa caricatura es un clásico. Y además, es muy buena.

—Nah, me quede dormida como ocho veces en esas dos horas.

—Que exagerada pequeña ardilla—Juan se acercó y la tumbo al suelo despacio para luego hacerle cosquillas sin parar.

— ¡No pa! —Y seguían riendo juntos, vi de reojo que Austin se había despertado.

— ¡Papi! —corrió mi hijo a abrazar a su papa.

—Mi campeón de castillos de arena se despertó—lo beso en la cabeza.

—Soy un príncipe ahora papa—comento Austin llamando la atención de Flor.

—Yo quiero ser reina—dijo ella.

—Demasiado tarde, hermanita—negó mi hijo—. Mami ya es la reina.

— ¡Qué injusto!

Reímos todos. Flor ya casi iba a cumplir catorce años, y estaba en la etapa donde hacia muchas amigas. Me contó hace dos días que había besado a un chico dos veces. Al final le hablé un poco de todo y ella escuchó con atención.

Cuando me entere que estaba embarazada de Austin fue dos meses después de casarme con Juan. Cuando no me llego mi periodo. Compre varias pruebas de embarazo y al final todas salieron positivas. Cuando Juan se enteró la alegría se le notaba en todo el cuerpo.

—Tengo hambre—anuncio Flor cuando llegamos a la casa de playa y se tiró de cabeza al sofá.

—Yo también—le siguió mi esposo.

Un sonido me hizo girar hacia Austin, era su pancita que estaba anunciando que también tenía hambre.

—Mami.

—Si cariño ya lo sé, todos tenemos hambre—me reí—. ¿Pizza?

Todos me miraron felices y respondieron un largo "Si" Me adelante hacia el teléfono para pedir a domicilio. Amaba mi familia. Lo amaba a él. Amaba todo lo que ahora tenía y definitivamente no lo cambiaría por nada.

Solo espero que mis pequeños tengan una historia de amor igual de preciosa que la mía. En especial Flor, que sufrió tantos años atrás.

Pero Austin, ese pequeño que es tan perfeccionista, espero que no se lleve una gran decepción en el amor dentro de un par de años. O al menos que la chica que le toque le tenga tantica paciencia.

El Reencuentro ✔️ [YA EN FISICO]Where stories live. Discover now