Reggie & Ronnie | [Heridas #2]

Capitulo 5

—Si mamá, estoy adaptándome bien.—dije con el celular en mi oído mientras lo agarro con mi hombro buscando que ropa podía usar hoy, era raro no haberme despertado con las bromas de Laurie pero eso me mantenían completamente alerta en espera a que el niño se introdujera en mi cuarto a hacerme una maldad.

Esperaba que su atención se haya ido a Tucker o Paul en lo que intento cambiarme.

—¿Y estas comiendo bien hijo? ¿haces la dieta que te receto los doctores?

La agenda de tapas azules donde tengo anotado todos los horarios parece mirarme y juzgarme, porque no e seguido absolutamente nada de lo que esta escrito ahí. A veces como una naranja solamente para evitar preguntas, me las empeño en huir en los desayunos y llegar lo suficientemente tarde para las cenas.

Pero los fines de semana eran absolutamente mas complicados. Lo peor es cuando me agarran atracones y comienzo a devorar todo lo que puedo, para luego sentirme culpable e ir al baño donde siento que debo castigarme. 

—¿Cuándo vuelve Mike?—pregunte en un murmuro, no es que no me gustara vivir en la casa, de echo me encantaba. Me había acostumbrado al ruido, a las conversaciones de mañana, y a todos ellos, excepto a Laurence, pocas veces el niño y yo tuvimos una buena interacción sin querer sacarnos los ojos.

Pero por otro lado, mantener las mentiras, estaba siendo muy complicado. En cambio, vivir con mi hermano podría ser mas sencillo. Mike no estaba mucho en la casa, convertirse en un gran deportista le sacaba demasiado tiempo. 

—Aun le queda unas semanas de torneo, esta emocionado por volver a verte, dice que te haría bien jugar un deporte, estoy de acuerdo.

—Una vez intente jugar con él al tenis y falle—dije recordando ese incidente donde la pelota verde fue con toda la velocidad del mundo a mi cara y anduve con un ojo morado todo el verano. 

—Eras pequeño, ahora puede ser diferente, e leído que los deportes hacen bien...

Y mamá siguió hablando. Y me sentía mal porque se que ella tenia razón en todo lo que decía, parte de estudiar mi carrera es porque quería ver si yo podía entenderme, los terapeutas salían demasiado dinero que no podía costear, quería lograr entender todo lo que me sucedía.

—Mamá... te llamo luego, ¿si? Prometí a las chicas salir con ellas a unas compras.

—Oh, claro querido, llámame pronto, te amo.

Tras responderle le corte mientras suspiraba y dejaba mi celular en el escritorio. Busque unos bóxer que me los puse antes de verme en el espejo de cuerpo completo, era una imagen lamentable de mi mismo que no me gustaba observar demasiado tiempo, cuando veias una fotografía mía del pasado y me veía en el espejo en el presente se presentaban dos personas completamente diferentes. Las costillas se marcaban demasiado en mi torso, y tenía los brazos algo huesudos.