Capitulo 3

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Despertarme por culpa de un niño de siete años que me hizo cosquillas con una pluma antes de que su madre lo regañara diciéndole que debía ir a la escuela, sin duda, no era mi amanecer perfecto. Estuve un buen rato observando mi rostro en el espejo en lo que accedía a reaccionar y levantarme para comenzar el día.

Me di una ducha rápida y tras vestirme baje las escaleras con pesadez para encontrarme con dos de los inquilinos. Ronnie tambien tenia un rostro agotado de recién despierta, mientras que Paul intentaba hacer girar una tortita en la sarten, él tenía puesto un delantal que decía "besa al cocinero" de color rosa.

Paul alza los ojos viéndome y sonríe.

—Buenos días, ¿Cómo amaneciste en tu primer día?

—Un niño hizo cosquillas en mi pie.

—No te lo tomes personal.—habla Ronnie.—A Laurie le fascina molestar y conseguir victimas, pronto se acostumbrara a ti.

Sonreí yendo a la cafetera para servirme el café de las mañanas que necesitaba. Paul termina de poner las tortitas que estaba cocinando en unos platos azules con rayas negras.

—¿Dónde están Tucker y Florence?

—La universidad de Tucker empezó antes, y Florence aparte de llevar a Laurie al colegio fue a hacer unas compras.—dice Paul y me extiende el platos de tortitas.—¿Una tortita?

—¡Ey!—se queja Ronnie.—Yo soy la consentida a la que le das tortitas primero.

—Ro, hermosa, Reggie es el nuevo inquilino, debo malcriarlo un poco antes de que se canse de mi presencia.—responde el chico y me mira con una sonrisa.—Ten, vamos, es el desayuno es lo mas importante del día.

El olor de las tortitas era exquisito y tenían demasiada buena pinta. Aparte que la sonrisa y los ojos de color miel del chico me hacia sentir mal rechazarlo. Tome el plato y estuve tocando la tortita despedazándola con el tenedor mientras que Paul y Ronnie tenían una discusión sobre como Paul estaba cambiando a los demás.

Me lleve un pedazo de tortita a mi boca sintiendo como se deshacía en mi lengua y toda una explosión de sabores. Mi estómago no pareció recibirlo igual de bien mientras se movía de una forma extraña.

—Bien.—dice Ronnie.—Iré a cambiarme, Reggie come tranquilo, aun tenemos tiempo para recorrer la universidad.

No había caído en que seguía en su pijama, unos pantaloncitos cortos de algodón color rosa y una camisa mas larga igual de color rosa con dibujo de la pantera rosa, la chica me sonríe antes de retirarse escaleras arriba. Me había quedado solo con Paul quien estaba utilizando su teléfono.

—Odio estas pequeñas pantallas.—dice Paul.—Debería inventar pantallas mas grandes y mas accesibles de usar.

—¿Tu las inventaras?

Reggie  & Ronnie | [Heridas #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora