❝Durante la pandemia, Jung Hana comienza a escribir un fanfic de su bias, Jeon Jungkook, sin esperarse en absoluto que el lector que siempre la molesta para que actualice es él.❞
Historia ganadora en:
↪Iniciados Awards 2022
Hermosa portada y banner...
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❝ENCUENTRO INESPERADO❞
―Como pasó en tu historia bebimos Soju, así que supongo que ahora tocaría que te bese, ¿cierto? ―murmuró volviendo a conectar sus miradas, sintiendo sus respiraciones mezclarse.
Hana observó los ojos oscuros con las pupilas dilatadas que la observaban con intensidad, hasta que bajó la mirada a sus labios humedeciendo los suyos, lo que le hizo creer que quizás realmente tenía la intención de besarla y no estaba jugándole ninguna broma. Jungkook con su mano temblorosa acarició su mejilla acercándose más, hasta que notó sus mejillas sonrosadas, su mirada desesperada y cómo parecía estar hiperventilando, por lo que alejó sus rostros rápidamente preocupado por ella.
―Hana, ¿e-estás bien?
Chilló intentando levantarse, por lo que rápidamente el pelinegro se hizo a un costado, sentándose en el sofá.
―Hana, lo siento. Era... Era una broma...
―N-Necesito ir al baño, ¿m-me permites?
El pelinegro observó como ella tenia la mirada en el suelo, acomodando unos mechones de cabello detrás de sus orejas con sus manos temblorosas.
―C-Claro ―salió rápidamente. Este inclinó su cabeza hacia atrás, pasando las manos por su rostro mientras gruñía―. Lo arruinaste, idiota. Lo arruinaste todo.
Su cabeza era un lío. No podía creerse que realmente estuvo a nada de besarla, si no fuese porque la vio asustada y se preocupó. Empezaba a creer que no tenía oportunidad, que debía darse por vencido porque le dolía que fuese el único ilusionado. Además de todos modos no funcionaría su relación, ya que jamás podría darle la atención que necesitaba y se merecía, lo cual hacía que una presión apareciera en su pecho, porque nada le gustaría más que estar a su lado en cada momento, hacerla reír y poder tenerla en sus brazos sin preocupaciones.
No sabía cuánto tiempo había pasado cuando volteó y la vio acercarse cabizbaja, apretando el celular con sus dedos lo que dejaba notar sus nervios. Se levantó rápidamente al ver que no tenía la intención de volver a sentarse, ni de acercarse más, como tanto le gustaría que pasara.
