✔︎Stray Kids ot8
| Cancelada |
--Todos los ciudadanos coreanos, se les recomienda no salir de noche por los recientes asesinato que azotan a nuestro país, cuídense entre ustedes no sabemos quien puede ser el responsable...
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La sala de interrogatorios era un lugar gélido, jamás amarías pasar mas tiempo del necesario ahí, era una pequeña tortura mental dependiente de quien la llevase a cabo, Moonbyul sabía esto, sabía técnicas y estrategias, tanto tiempo en la fuerza le había dejado aprendizajes.
La sala era blanca, las sillas metálicas y los barrotes en la ventana tras de ella le daban el cierre a ese sentir sofocante, en teoría Moonbyul debería ser capaz de movilizarse por la habitación, pero al contrario estaba esposada a la mesa con aquella cámara apuntando directamente en su frente, la chica sonrió de forma amarga.
Sabía que no tardaría demasiado en que ingresarán para seguir interrogándola, Moonbyul agradecía haberse colocado un pantalón cómodo el día de su arresto, con un movimiento algo agresivo retiro de su rostro los pocos cabellos que caían sobre su rostro molestando su nariz.
—No puedo creer que enserio me tienen de esta forma—. Susurró la castaña, estaba tan irritada, agobiada, se sentía como un maldito animal
Podía discernir la presencia de los guardias tras la puerta, según había visto eran dos sujetos, aunque no dudaba en que para ella sería sencillo hacerles frente, aun así, prefería no tener que involucrarse en peleas, sabe la primera norma de seguridad de una pelea
"No te metas en una"
Desde que fue encerrada allí, según sus cálculos fue hace tres días, no para de murmurar cosas, Moonbyul odiaba el silencio, lo detestaba desde las épocas donde tuvo que vivir en bodegas y si la escuchaban la sacarían de ahí volviéndola a dejar sin techo
Tarareaba canciones, cuentos, o lo que se le viniera a la cabeza, hasta se puso a contar en voz baja los cuadros del suelo.
Mientras se colocaba a tarareas la canción favorita de Yongsun, que sí, de tanto escucharla se la había aprendido de memoria, la puerta fue abierta dejando ver que por ella ingresaban Ailee y Wonho.
—Buenas tardes, teniente Yi—. Saludo el hombre al ingresar en la sala, Moonbyul bufo al ver a los detectives
—Hola—. Dijo de forma seca, cuando llevabas tres días seguidos sentada sobre la misma silla de metal tu amabilidad deja de existir
—Dejemos los rodeos y vamos directo a lo que nos interesa—. Dijo Ailee sentándose frente a Moonbyul
—Claro, habla te escucho—. Contesto Moonbyul de forma tosca
—Teniente Moonbyul, ¿Dónde se encontraba la tarde del jueves 24 de abril?—. Inicio Ailee colocando un par de papeles delante de Moonbyul, Wonho por su parte se quedo en silencio expectante
—En mi casa, pedí el día libre por un dolor en mi espalda baja, la constancia medica la entregué ese mismo día por la mañana—. Repitió la chica irritada, Ailee asintió
—¿Cuál es su relación con las pandillas teniente? He escuchado que proviene de ahí—. Cuestiono la mayor, Moonbyul se fijo en el rostro de Ailee, su cabello de un tono dorado cayendo libremente por sus hombros y sus cejas fruncidas
