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Million dollar man > Lana del Rey
Be my mistake > The 1975
You're gonna break my heart > Tom Odell
Look after you > The Fray

La mejor semana de mi vida la había pasado con Harry. En realidad, todos los días desde que lo conocí han sido increíbles pero esta semana en la Costa Amalfi fue simplemente especial y único. Mi cumpleaños fue inolvidable gracias a él, me hizo sentir como una reina. Y aunque esa noche me enteré que solo me quedaba otra semana con él, el resto de los días que nos quedaban en la costa tratamos de obviar la situación. Cuando llegaramos a Roma hablaríamos de nuevo sobre qué íbamos a hacer. Porque ambos llegamos a la conclusión de que nos involucramos sentimentalmente más de lo que pensamos al principio y no queríamos que terminara ahí. Si tendría que esperar unos meses hasta la exposición para verlo lo esperaría.

Si es que cumplía su promesa de estar ese día.

Estaba consiente de que no debía ilusionarme, no era una niña tonta, pero una parte de mi esperaba que regresara. Y tal vez, cuando lo volviera a ver, podríamos concretar nuestra relación si había la posibilidad y él realmente me quería. Tener una relación a distancia no me llamaba mucho la atención, era algo estúpido, pero por Harry podría intentarlo.

Los siguientes días recorrimos la otra parte de la Costa, fuimos a más bares, tiendas, restaurantes, dimos un paseo en moto de agua, participamos en una competencia de Kayak, visitamos museos, fuimos a un pequeño safari y en una ebria decisión nos hicimos un tatuaje.

Sí, ahora Harry y yo compartíamos el mismo tatuaje. Nos tatuamos una palmera en la parte de atrás del brazo. Una referencia de nuestro viaje en la playa. Me dolió como los mil demonios al principio pero fue soportable después. Fue una experiencia genial.

Hoy era nuestra última noche en Amalfi y decidimos que pasaríamos el día tranquilo, estar un rato en la playa y luego comer algo por el pueblo. Era las 11 am y Harry había salido a comprar algo para desayunar, ambos nos habíamos quedado dormidos y perdimos el desayuno de la villa. Cuando me desperté él no estaba pero me dejó una nota informándome que saldría a comprar comida.

Estaba viendo una novela italiana porque fue lo único que me llamó la atención en la televisión cuando escuché el teléfono de Harry sonar por cuarta vez. Las dos veces anteriores lo había ignorado porque no me gustaba tocar teléfonos ajenos, le diría que lo habían llamado cuando regresara. Pero a la cuarta vez, pensé que tal vez era algo importante o una emergencia, o incluso que podrían ser mis abuelos. Y para ser honesta, el sonido me estaba aturdiendo.

Me levanté con algo de pereza y me acerqué a la mesa donde estaba su equipaje de mano, abriendo un bolsillo donde su teléfono estaba sonando y vibrando. ¿Debería contestar? ¿No estaba siendo entrometida, cierto? Si tanto insistían en llamar es porque necesitaban a Harry con urgencia. El identificador de llamadas decía "Didi". Antes de que la llamada terminara apreté el botón verde de contestar.

—¿Al–?

Por el amor de Dios, Harry, hasta que al fin contestas, ¡te he estado llamando toda la semana!

Era una mujer, y sonaba algo irritada y molesta. Carraspeé sin saber que decir, tal vez era mejor colgar.

¿Harry, estás ahí?

—Mmm, n-no es Harry, ¿Quién habla? —respondí amablemente.

La línea quedó en silencio por unos segundos que pensé que la persona había colgado pero seguía en curso la llamada.

Diane. ¿Quién habla? ¿Dónde está Harry? —la mujer sonaba confundida y algo exasperada, su fuerte acento inglés dejándome saber que claramente era de allá.

sparks fly [h.s]Where stories live. Discover now