17

409 27 32
                                    

Twist and shout > The Beatles
Don't stop believing > Journey
Old pine > Ben howard
Abracciame > Andrea Sanino


—Bella ragazza, despierta.

La dulce y ronca voz de Harry en mi oído, más sus delicadas caricias en mi espalda desnuda y mejillas, me trajeron de vuelta a la realidad desde mis sueños. Me removí y gruñí bajamente, aún sin abrir mis ojos porque los sentía pesados. Harry continúo con sus caricias y soltó una suave risa cuando en vez de despertarme lo que hice fue enterrar mi rostro en su pecho, casi quedándome dormida de nuevo.

—Amor, hay que despertarse.

—Nooo, tengo sueño.—Murmuré con voz ronca y floja, sentía mi garganta seca. Agua, moría por un vaso de agua.

—Yo también, Gi, pero hay que levantarnos si queremos llegar temprano a la Costa y disfruta el día.

Ante la mención de Costa, mis sentidos se despertaron completamente y me levanté como un resorte sentándome. Con mis ojos finalmente abiertos, vi a Harry acostado de lado apoyando su rostro en su palma, con su torso desnudo, ojos hinchados de recién despierto pero hermosamente brillantes y una preciosa sonrisa.

—¡La Costa! Oh por dios, ¿Qué hora es? Hay que irnos ya.—Mis ojos buscaron frenéticamente mi reloj de pared, haciendo que Harry soltara una suave y ronca risa. En ese momento me di cuenta que estaba casi desnuda excepto por mis pantis.

El día anterior había comenzado a hacer la primera pintura para la exposición, Harry y yo nos habíamos levantado temprano para aprovechar el día y arreglando un pequeño espacio en mi estudio, dándole un atuendo y unas esculturas que alquilé para la idea que tenía en mente, lo pinté hasta que terminé casi a las 5 pm. Me había encantando como resultó la primera pintura y como de hermoso lucía mi modelo. Harry me había insistido en querer verla pero me negué, quería que viese todas terminadas en la exposición. Con algo de nervios le dije aquello, no sabiendo si recibiría la respuesta que quería porque la exposición se llevaría a cabo en diciembre y no sabía si volvería a verlo, era algo comprometedor. Pero él solo sonrió y me prometió que estaría ahí, que no podía perderse el evento.

Después de eso, fuimos a la casa de mis abuelos para celebrar un pequeño pre-cumpleaños ya que no estaría en la ciudad para festejarlo con ellos. Hicimos una cena, conversamos demasiado y luego de muchas copas de vino terminamos haciendo un karaoke. Estaba segura que los vecinos de mis abuelos probablemente se habían quejado o reído de nuestra bulla y desorden. Cuando mis nonnos ya no podían aguantar más el sueño, ellos se fueron a acostar y Harry y yo nos fuimos a su departamento a terminarnos la botella y concluir la noche con nosotros llenando la cama de sudor y la habitación de gemidos.

No sabía a qué hora nos habíamos acostado a dormir porque estabamos algo ebrios. Por suerte ya teníamos nuestro equipaje listo, solo tenía que ir un momento a mi casa a buscar mis cosas.

—Son las 7:30 am. Si nos apresuramos a desayunar, darnos una ducha y buscar tus cosas podemos estar saliendo a las 9 am de Roma. —Harry se sentó en la cama y estiró un poco su cuerpo haciendo sonar algunos huesos de su espalda —Yo prepararé el desayuno mientras te duchas porque te tardas más que yo.

Me reí ante eso y asintí. Harry sonrió y pronto me tenía entre sus brazos dándome un beso de buenos días. Despertar junto a él se había convertido en una de mis sensaciones favoritas y momento preferido del día, aparte de irme a dormir con él también. Dios, esto realmente iba a afectarme cuando él tuviese que irse. En poco tiempo me había acostumbrado a él, su rutina, sus manías y las mías.

sparks fly [h.s]Where stories live. Discover now