C A P (44)

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Adriano Greco:

Cuatro días encerrado junto a mi hermana y Tiaret en el mismo lugar, es inevitable no sentir preocupación por cómo se encuentra, pero ella se muestra fuerte a pesar de los golpes que le dieron para provocarme, Flavio sabe que Michelle es mi debilidad.

Escucho sollozos y al instante volteo a verla, es un poco dura a la hora de llorar y cuando lo hace es porque quiere dejar salir todo. 

—¿Te lo contó, Maylin? —pregunta mi hermana, no deja de llorar —. Lo lamento mucho. De verdad no pensé en las consecuencias...

—¿Por qué...? —Michelle me mira con temor, intenta liberarse de los grilletes y arrastrarse, pero se queda atrapada —. ¿Qué hiciste?

—Lamento todo. 

Veo a Tiaret, la mujer en quien confío mi vida, sabe la verdad sobre lo que Michelle desea confesar. Sin embargo, dejo que mi mente vacíe todas las cosas y no supongo nada más que en solo las palabras que dirá.

—¿Qué rol juega Maylin aquí? —La confusión deja una ligera punzada en mi estómago —. Habla claro.

—La conocí en el círculo —dice, el peso de mis hombros deja de doler porque suponía que iba a confesar sobre el asunto, pero me habla de otro tema —, mientras lloraba en el baño. Ella no sabe de quien se trata con exactitud.

No puedo sopesar todo de un empujón, analizo la situación con detalle. Mi hermana no llora a menos que pase por algo fuerte, ella misma se ha obligado a ser valiente. Sin embargo, llega un momento en que su coraza se cae.

—Él va a casarse... —confiesa, su voz tiembla.

—¿Quién? —Dirijo la mirada a Tiaret, esta se rehúsa a meterse en temas que no son de su derecho.

—Es nuestro enemigo, así debe quedarse —dice, se convence de estar en una posición correcta, verla me recuerda a quien solía ser antes con un pensamiento más cerrado y en donde todo se resumía en seguir órdenes.

—Sé clara —digo, ella niega. Me quedo en silencio, ingreso a mis recuerdos para ordenar la lista de enemigos, pero la mayoría están casados o son muy viejos para Michelle a menos que... ¡No!

La observo y me debato en que tal vez podría estar enamorada de un adulto mayor, aunque esas posibilidades las dejo para después y me enfoco en los que queda en la lista.

—¿Es acaso Jassel Roquer? —pregunto, Michelle se mantiene en silencio, pero Tiaret me interrumpe para no sacar decisiones apresuradas.

—No es él.

Suelto un largo suspiro y luego caigo en cuenta que ni siquiera es nuestro enemigo, solo lo deduje porque es el único Roquer soltero.

—Espere otro tipo de confesión al respecto, no este. —Me sincero, el toque áspero en mi tono de voz se incrementa por como mi hermana sufre y no sé cuál es la verdad completa.

—¿Te sientes culpable por eso? —Me esfuerzo al levantar la cabeza, mis manos sangran al levantarme, los clavos colocados para agarrar los grilletes se hunden en mi piel, eso desencadena un sonido rasposo que brota de mi boca.

Hay algo que ella me oculta, casi nunca me introduzco en su privacidad nada más por el hecho de que no me agradan los novios que Michelle pueda escoger, mi hermana es libre de amar, odiar o cometer errores en el proceso.

—Sí.

Frunzo el ceño.

La lista de enemigos se reduce a los japoneses y sus herederos, exactamente el mayor. Aquellos son los que han ingresado en algún momento a Italia y distribuyeron sus productos sin pagar los impuestos por vender en el territorio y también mataron a algunos líderes de provincias.

La Emperatriz Del Bárbaro |+21Where stories live. Discover now