Compulsivos, iracundos, desafiantes y efusivos.
Bandos totalmente distintos: Un líder sangriento de la mafia italiana y una joven destinada a ser la heredera de la mafia china. Son enemigos en todas sus letras, la tríada y la mafia italiana nunca h...
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Maylin Xing:
Me irrita el sonido que hace contra la pared. Una y otra vez su mano estampa contra la puerta.
—Desde ahora, cachorrita..., dormirás en mi habitación. —dice apuntándome y las intensas ganas de arrancárselo con una mordida; me invade.
Cuando menciona ese singular apodo de: «Cachorrita», la vergüenza ajena me inunda. No entiendo ni una mierda.
"¿Acaso así son los italianos?"
Arrugo la nariz y lo miro con detenimiento. Tiro las almohadas al piso, cuando retrocedo. Mi pie desciende por el borde de la cama, pero me arrepiento y optó por seguir en la cama.
Me siento como un robot oxidado, mis piernas se sienten tan flojas y débiles. Mis dedos están engarrotados y ni siquiera tengo la fuerza suficiente para sujetar las sábanas.
Mi mente examinada cada opción posible para atacar.
"¿Pero qué mierda ganaré?"
La respuesta es tan sencilla y concreta. El piso será mi acogedor y mi más íntimo amigo cuando acuda a él con fuerza por el golpe que Adriano osé en darme al tratar de defenderse.
La única opción y la más inteligente por el momento, es quedarme sobre la cama observando cada gesto que Adriano Greco me trasmita, para poder usar mis habilidades.
No veo muchos gestos sobre su rostro o que su cuerpo pueda trasmitir. Por la mirada expectante y detenida hacía mí no hace más que darme una respuesta sencilla.
"También intenta descifrarte"
—Me siento como una princesa encerrada en un castillo de orcos. —digo con la mirada fija en sus ojos.
—Puedes creer lo que quiera, pero todo se resume a un solo concepto de: «Secuestrada» —responde y hace énfasis en la ultima palabra.
Dibujo una sonrisa y oculto mi enojo tras esa falsa esperanza.
—Te aseguró que haré que te pudras. —respondo y Adriano sonríe, sus manos se juntan y puedo notar como muerde sus labios, mientras niega.
—Eres tan chistosa. —dice riendo. —Pero adoro tus agarras, no eres débil y mojigata. Se ve tu fortaleza en tu mirada.
"No caigas en esas palabras"
Él intenta meterse en mi mente y manipularme con destreza. No me subestima, ni intenta minimizarme. Pero también puede ser su táctica, su jugada para ingresar a mi mente y dominarme desde ese punto.
—Maylin Xing, una heredera destacada entre todas las mafias del puto mundo. —dice Adriano.
Pero es irremediable no notar a que punto quiere llegar.
