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Las ruedas de las camillas se movían rápidamente por los pasillos, los pitidos cada vez se hacían más fuertes y los distintos sentimientos se mezclaban en su entorno.
Muchos ruidos, pero él solo podía pensar en una cosa...
Naruto iba a tener un bebé. Pronto su hijo nacería
Podía haber estado en distintas situaciones a lo largo de su vida, involucrado en asesinatos y más de una vez con demasiada adrenalina debido al trabajo
en cual antes se dedicaba. No obstante nunca había estado tan nervioso como ahora. Cuando aceptó tener un bebé junto a Naruto olvidó completamente los riesgos que podría tener al nacer. Si sucedía algún error existía la posibilidad de que le pasara algo malo a su hermano.
En este momento Naruto estaba siendo operado, debería estar en la sala junto a él, era el padre después de todo. Sin embargo sería difícil explicar que también era su hermano.
Estaba sentado sobre una de las incómodas sillas en la fastidiosa sala de espera, sus brazos estaban apoyados sobre sus rodillas y sus manos juntas, ejerciendo presión por la inquietud que aumentaba a cada segundo.
—Tranquilo Sasuke, estará bien —Dijo Neji entregándole un café. — Estarán bien. —Añadió refiriéndose a su bebé.
Sasuke no respondió pero si tomó la bebida para relajarse un poco. Cuando Naruto pronunció
“El bebé ya viene” tanto Neji como él entraron en pánico. Podían ser asesinos a sueldo, en el pasado, Pero ninguno de los dos estaba preparado para este tipo de situación, lamentablemente. Neji no estuvo presente en el nacimiento de su hijo, por lo tanto no sabía como proceder.
Al entrar en el hospital Sasuke pegó un gritó al cielo para que atendieran a su hermano, no soportaba la cara de dolor que Naruto hacía cada ciertos minutos. Casi entra en cólera cuando vió como las emfermeras se lo llevaban y lo dejaban a la intemperie con un doctor. Por un instante Sasuke pensó en estudiar medicina, así no sería necesario que nadie tocara a Naruto, pero ya era demasiado tarde para eso.
Su pie derecho no paraba de moverse, haciendo un sonido que empezaba a inquietar a los de su entorno. Si alguien se atrevía a siquiera regañarlo Sasuke estaba listo para pegarle un tiro entre sus cejas.
¿Por qué tardaban tanto? Sasuke sabía que no era algo de cinco minutos, pero se estaba comenzando a impacientar, quería ver a Naruto, necesitaba verificar que estuviese bien. Joder, también deseaba ver a su bebé.
Aunque no se lo imaginaba meses atrás, le llegó a tener mucho afecto a esa criatura. La cuidó junto a Naruto, estuvo a su lado cada vez que daba una patadita en su vientre, también cuando dormían abrazados y sus manos reposaban sobre la pancita del menor.
Los últimos meses habían sido suficientes para agarrarle cariño a su bebé, Naruto tenía razón. Ahora se sentía mal por todo lo que le hizo en el pasado para que no lo tuviera.
