Una vez más.

Cap 14.

—Tu padre insiste que salgas con él.

—No lo haré. —Solo había bastado una mirada descortés hacia mi hijo para que yo dejara la mesa.

—Pero es un chico muy guapo y además muy rico.

—Creo que no quiero entrar en esta discusión, madre.

—Jimin corazón, se que es difícil para ti, olvidar el primer amor siempre es difícil.

—No se trata de amor, mi padre no está interesado en eso, y lo entiendo pero no permitiré que nadie le falte a mi hijo.

—¿Qué hizo?

Respiré profundo.

—Nada, solo dile a mi padre que él no me parece el indicado, podriamos intentar con alguien más.

En mi brazos llevé a mi hijo afuera del restaurante solo así el empezó a relajarse.

En aquella zona había una serie de parques así que caminé con el de la mano, el día era hermoso para dar un paseo.

Mientras observaba a mi hijo correr detrás de una palomas me pregunté cómo era que me podía sentir tan tranquilo cuando había dejado atrás mis sentimientos.

En un segundo contexto había dejado de pensar en él, su recuerdo me traía ese mismo anhelo pero ya no le daba la misma importancia, deje de fluir mi corazón como si fuera una lluvia, a lo lejos estaba yo viendo la devastación.

¿Las personas suelen amar con la misma intensidad?

¿En qué momento el amor comienza a desaparecer?

Yo tenía tantas dudas acerca de mi mismo que parecía casi imposible creer que alguna vez alguien pudiera tomarme en serio.

Dolía saber que estaba solo con mis propios sentimientos buscando una salida y tal vez no hubiese ninguna.

—¿Papá?

—Esta trabajando.

Durante el camino de regreso traje mi mente al presente, salí de ese torbellino de ideas sin salida, la tarde ya había caído.

—¿Puede venir?

No quería hablar con él pero él le hacía mucho bien a mi hijo. Tomé el teléfono y marqué.

En el tercer sonido contestó.

—Hola.

—Hayden quiere verte.

Yo había dejado de ser amable pero no había sido a propósito, solo no quería que volviera a verme en un estado vulnerable.

No contestó y eso me hizo creer que estaba buscando una manera de negarse.

—Le diré que estás ocupado. — complete — él lo entenderá

—Jimin...

Aquello era raro.

—Necesito tu ayuda.

Dejé la botella aún lado y tomé el teléfono con rapideza.

—¿Qué pasa?

—Estoy en mi casa pero tuve un accidente, no es grave pero...

—¡¿Qué?!—Dije rápidamente —¿Estás bien? ¿Qué sucedió?

—¿Puedes venir?

Demonios.

Él jamas hablaba de esa manera, sonaba famélico.

—Voy para allá.

.

La ubicación que me había enviado era conocida por mi hijo, quien al reconocer ese edificio comenzó a festejar el ver a su papá.