Cap 7.

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Hyden no dejaba de llorar y yo estaba muy asustado.

Lo cargué sintiendo que su cuerpo estaba demasiado caliente.

Salí de la habitación con rapidez y busqué las llaves, pero no había manera en que pudiera manejar sin tener que soltarlo.

Fui a mi habitación sosteniendo su cabeza, pues los lloridos hacían que se echara hacia atrás.

- Calma, calma.

Pulsé el nombre de Jungkook y esperé a que contestara.

Media hora más tarde él había llegado con un doctor que ahora revisaba a Hyden quien no dejaba de llorar aún.

- Tiene dolor en el estómago. ¿Qué comió hoy?

- Solo unas galletas de chocolate y leche. - le dije rápido.

- Tal vez la leche no le hizo bien. - dijo Jungkook.

Fui a la cocina para sacar el bote de la leche del refri y percatarme que no estuviera mala, pero me di cuenta que estaba caducada. Mortificado le enseñe a Jungkook.

—Tranquilo al menos ya sabemos la razón.

Un rato más tarde el doctor se fue y Hyden había dejado de llorar. Jungkook lo cargaba diciéndole que estaría bien.

El doctor le había dado medicamento y el dolor de estómago había cedido.

No tuve que buscar mucho para culparme por lo que había sucedido. Cansado y más aún por la preocupación disuelta, me senté en la sala y tapé con mis manos mi rostro.

Una y otra vez me culpé sin piedad, con mis hombros vencidos y el alma cansada.

Hyden era mi responsabilidad y parecía que yo no lo estaba cuidando correctamente.

- Ya se durmió.

Aun cuando escuché la voz de Jungkook en la sala no alcé mi mirada, sentía que no podría fingir en ese momento.

- ¿Está bien si me quedo un rato? Por si vuelve a despertar.

Tallé mi rostro y me eché hacía atrás. Era obvio que no dormiría esa noche, eran casi las dos de la mañana y estaba alterado, no podría tranquilizarme pronto.

- Quédate el tiempo que quieras. - me levanté y giré para ir a mi habitación encontrándome con su presencia de golpe.

- Tal vez deberías tratar de descansar.

Permití que él observara mi rostro.

Pero mi cuerpo se puso en tensión porque, aunque no tenía nada que perder, hacía mucho tiempo que no estábamos así de cerca.

Tal vez él vio el tormento por el que estaba pasando ya que se acercó un poco más a mí y me rodeó con sus brazos.

Debí alejarme para que no me tocara porque él había hecho tantas cosas para lastimarme, pero la verdad era que necesitaba de él y de una manera poco sana.

Me sostuvo firme y yo sentí como poco a poco la tensión abandonó mi cuerpo. Había estado mucho tiempo tan molesto conmigo mismo que estaba tan cansado.

Su altura, su cuerpo fuerte y su fragancia fueron la combinación perfecta para que mi mente supiera que ese era mi lugar favorito, donde yo experimentaba eso tan hermoso que era ser amado.

Mis lágrimas fluyeron de forma natural al dejar de lastimarme con todo ese odio por mí mismo, solo quería dejar de pensar y olvidar todo.

- Todo estará bien. - su mano acarició mi espalda. - Él es un niño muy fuerte.

Aún si mis lágrimas menguaron él no dejó de abrazarme, mi mejilla estaba en su hombro recargada mientras que mis manos no lo tocaban.

Estaba tan agotado, habían sido muchos meses de sosiego que esa cercanía era lo más cercano al cielo.

Pero no debía olvidar que él tenía pareja, que él me sustituyó de forma rápida, aunque para mí no había sido así.

Estar en sus brazos me hacía recordar cuando yo era su amado. Y yo amaba serlo.

- No deberías de culparte tanto. ¿Por qué no duermes? Yo cuidaré de él.

Ahora él me había soltado y solo sostenía mis hombros.

Alcé la mirada para verlo.

Y lo que sentí no me gustó.

- Está bien. - retrocedí un par de pasos nervioso.

- Jimin...

De nuevo escuché que me llamó cuando abrí la puerta de la habitación, pero no volví.

Recargado en la puerta me obligué a no regresar.

Había descubierto algo que no era bueno. Sin importar nada, yo lo quería a mi lado.

Y eso sería hacer las cosas mal.

Una vez más.Hikayelerin yaşadığı yer. Şimdi keşfedin